Taylor estaba mirando atentamente el tablero si prestar en realidad atención. Su pensamientos estaban perdidos en la nada. Su amigo, Gregory, estaba concentrado en la clase y su hermana trazando dibujos en su cuaderno.
Estaba aburrido, tenía un fuerte dolor de cabeza y estaba algo mareado probablemente de la falta de sueño que tuvo el día anterior al quedarse leyendo un libro de diseño de interiores bastante interesante. Aunque no era el primer día que se sentía así. Él timbre del receso tocó y el profesor dejo de hablar dando la autorización de que los alumnos podían salir. Varias chicas se le acercaron para hacerles "preguntas" aunque muchos sabían que estaban así porque el profesor nuevo, Daltren Orzorio, no era específicamente feo. Era el profesor de geografía, hacia bastante bien su trabajo en las explicaciones y tenia una gran paciencia con todos los estudiantes a pesar de tener unos escasos tres meses.
Taylor dejó su cuaderno sobre la mesa del novato, el cual había pedido para firmar los apuntes, esquivando a varias chicas, y volteó tratando de que su mareo no lo detuviera, aunque no fue precisamente eso que lo detuvo.
—Eh, Taylor— el joven profesor lo llamó cuando las chicas terminaron su repertorio de preguntas —ven acá un momento — volvió a voltear mientras las chicas se iban y se paró frente a la mesa.
—Digame— dijo con voz rasposa. Y vaya que si le dolía la garganta, no había hablado en todo el dia por eso.
—Te he notado ido en la clase, también pálido y pareciera que estas sudando en frío ¿Te sientes bien?
No, para nada, se sentía horrible y no sabia si era por no haber desayunado o por pasarse el día entero de ayer haciendo ejercicios.
—Si... Estoy ...— y ahí iba, no había podido terminar la mentira cuando unas manchas negras cubrieron su campo de visión y su cuerpo se sintió ligero.
Daltren no dudo en pararse de su asiento y sostenerlo antes de que se golpeara con una silla.
—¡Ey, Taylor!—lo cargó sin mayor dificultad mientras seguía hablando tratando de que siguiera despierto.—Hoy dimos una clase interesante— dijo empezando a caminar rápidamente— vi que te gusta mucho la geografía en la clase pasada ¿Te gusta verdad?— Taylor balbuceo algo con la mirada pérdida.
El profesor salió casi corriendo con el chico en brazos captando la atención de muchos que iban pasando por el pasillo, algunos tenían una mirada preocupada la reconocer el rostro del Taylor, claro el era algo reconocido por su amabilidad y sus destrezas en dejar sin argumentos a cualquiera que debatiera con él.
Cuando llegó a la enfermería lo puso en la cama y la enfermera de una vez lo empezó a atender. Finalmente se desmayó, cosa que la verdad no era buena señal.
—Llamaré a una ambulancia, tu llama a sus padres—dijo seria agarrando un teléfono.
Daltren algo confundido agarro el celular del chico, el cual estaba en su bolsillo delantero, y puso su dedo pulgar del mismo en el botón de inicio desbloqueando el celular de manera inmediata. Buscó con las manos temblorosas el contacto y encontró "Mami". No dudo en pulsar llamar.
—¿Bebé, por qué llamas? ¿Necesitas algo?—la voz de una mujer respondió casi de inmediato.
—¿Disculpe, es usted la madre de Taylor?—El profesor se sintió estúpido al preguntar eso, pero igual lo hizo.
— ¿Sí, quién habla?
—Perdone que la llame, soy Daltren Orzorio el profesor de geografía de su hijo, me temo que Taylor sufrió un colapso y se desmayó, está pálido y suda en frío.—Mencionó trabando de que su voz sonara calmada.
