Capitulo 2: Encuentro

943 116 9
                                    

Yuri

Aquella noche fue la oportunidad de encontrarme con Otabek, lo seguí después de su concierto para hablarle o al menos recuperar el tiempo donde solíamos ser amigos, pero las cosas no resultaron como esperaba.

"...Quién eres?..."

Ese maldito no se acordó de mi, juro que si no se hubiera reído después, lo hubiera matado.

"...Estoy bromeando, ¿por qué no me acordaría de ti? Después de todo, fuiste mi primer amigo..."

Y con esa sonrisa cálida de repente, ¿cuál es su maldito problema?, en serio, no esperaba que respondiera de esa manera, lo peor de todo no fue eso, lo peor fue que no dije nada y simplemente me puse a llorar y después salí corriendo, ¿qué soy?, ¿un bebé?, ahora solo espero con todo mi ser no encontrármelo nunca, cambiaré mi nombre, apellido, el color de mi cabello y empezaré a trabajar en una empresa donde exploten a sus empleados para nunca salir de mi oficina... ¿a quién engaño?, claro que quiero verlo de nuevo, ha cambiado tanto que no pude aprovechar mirarlo un poco más. ¡Espera! ¿Qué fue lo que acabo de decir?, me estoy volviendo loco.

—¡Yura!—gritó mi abuelo. De repente había entrado a la habitación, lo que me provocó un susto. —Tu amigo Beka vino al hotel preguntando por ti, de paso me saludó y preguntó si queríamos quedarnos en su apartamento mientras conseguíamos un lugar donde vivir, así no tendríamos que seguir pagando la habitación de hotel.
—¿Y qué le dijiste?—pregunté con miedo a saber la respuesta.
—Acepté, después de todo, puedo confiar en él, los conozco a ustedes desde que eran niños, es una magnífica oportunidad, así que, agarra tus cosas y vámonos, nos pasamos hoy mismo.

Mi expresión parecía la de un koala somnoliento, al final ya nada podía importarme, no hay manera de oponerse a las decisiones de mi abuelo.

* * *

—Bueno, acabo de llamar a un amigo para que los lleve a mi apartamento.
Explicó Otabek luego de reunirse con nosotros en la entrada del hotel.
—Espera, ¿no vas a acompañarnos?—pregunté.
—Tengo cosas que hacer.
Otabek se coloca el casco, sube a la motocicleta y se va.
—¡Ese maldito, en serio me saca de quicio!—grité.

De todas formas, ¿cómo será su apartamento?, después de todo, somos dos personas y es probable que esté viviendo solo. ¿Habrá suficiente espacio para todos juntos?

* * *

—¡Ni que espacio ni que mierda, este kazajo puede traerse a todo Japón si le da la gana!
—No exageres, Yura, ni siquiera hemos entrado, puede que solo se vea grande por fuera—mencionó mi abuelo.
—¿Sólo se ve grande por fuera?, ¿acaso guarda dinosaurios o algo así?, no me hagas reír.

Simplemente no podía creerlo, cómo alguien podía lograr tanto solo siguiendo su carrera musical, bueno, no es que muchos artistas no vivan así, pero, no... no es así. En realidad es normal, ahora que lo pienso, me hubiera gustado hablar con Beka, me hubiera contado su sueño de ser solista en una banda de rock y entonces me hubiera emocionado con él por cada logro que iría cumpliendo, me imagino la felicidad que hubiera sentido por Beka al ver su sueño cumplirse, incluso hubiera venido con él a Japón.

—Yura, ven a ver esto.
Mi abuelo estaba emocionado por ver una piscina en medio de la sala.
—Si, si, al menos déjame desempacar, ¿está bien?, ya voy—respondí de mala gana.

Mientras me dirigía hacia donde mi abuelo me estaba llamando, miré de reojo la puerta de una habitación abierta, sin poder resistirme a la tentación, cambié mi rumbo y despacio, entré a ese cuarto, al asomarme, vi que no era nada más que una habitación normal, lo único sorprendente fue ver una fotografía de mi y Beka cuando éramos niños, en el mueble, al lado de la cama. Esa fotografía fue tomada en aquel sábado antes de mi presentación.

—¡Yura! Tienes que venir, el agua ni siquiera es tan fría—gritó otra vez.
—¿Qué? ¡Te metiste a la piscina!—exclamé sorprendido.

Lo único que puedo recordar fue que no obtuve la mayor puntuación y que después de eso, Beka dijo aquellas palabras, pero entonces, ¿por qué decidió conservar la foto?

—¡Abuelo sal del agua!, entiendo que Beka nos dijo que podíamos quedarnos en lugar de seguir en una habitación de hotel, pero no por eso vamos a actuar como si todo nos perteneciera, ¿qué pensará Otabek de nosotros?
—Yura—interrumpió mi abuelo. —Pareciera como si hablaras de otra persona, siempre recibimos a Otabek en casa, incluso él solía actuar como si fuera parte de la familia, hasta llegaste a intercambiar ropa con él y recuerdo que Otabek también se quedaba a dormir, ustedes solían irse al tejado a contar las estrellas hasta quedarse dormidos, yo tenía que subir y llevarlos a ambos a la cama y arroparlos, así que, prácticamente, Beka para mi siempre ha sido otro nieto.

Mi abuelo tiene razón, ¿por qué actúo como si no conociera a Otabek?, claro que han pasado algunos años y es normal que piense en él de esa manera, pero, ¿cómo debo tratarlo entonces?, después de tanto tiempo.

Pasó un rato mientras mi abuelo nadaba en la piscina y yo terminaba de sacar mis cosas de la maleta y las acomodaba en la habitación vacía junto a la de Beka, se hizo tarde y mi abuelo se fue a bañar, lo vi cansado, entonces preferí hacer la cena en su lugar, aunque no hice la gran cosa, solo algo de curry y ensalada, después de eso, mi abuelo se fue a dormir y quise esperar a Beka.
De todas formas no iba a poder dormir, o eso pensaba, hasta que rendido me dormí en el sofá. Pasadas las horas, unos pasos me despertaron, Beka había llegado y por alguna razón, no pude evitar emocionarme un poco por eso.
—¿Beka?—pregunté mientras restregaba mi ojo con el puño para espabilarme un poco del sueño.
—Yuri, ¿no puedes dormir?, estás en el sofá—preguntó Beka.
—De hecho, te estaba esperando, no quería irme a dormir sin saber si ibas a regresar o no.
Beka se sorprendió por mi respuesta y luego sonrió, de repente se acercó y me abrazó.
—¿T...Te sientes bien?—pregunté nervioso.
—Lo siento, pensé que jamás te volvería a ver, solo déjame estar así un poco más.
Otabek no se apartó, sonrojado no tuve más opción que corresponder al abrazo, podía sentir su respiración cerca de mi oreja.
—Idiota, no fuiste el único que esperó este momento—susurré.

Continuará.

WHY NOT? - OtaYuri Où les histoires vivent. Découvrez maintenant