FINAL (Editado)

103 5 6
                                    

Hoy era el gran Día, me casaría con el amor de mi vida, con la persona causante de mi felicidad, nadie dañaría este momento, ya todo estaba preparado, el salón, la iglesia, y la luna de miel, iriamos a las Costas de Mamangua, faltaban 2 horas para que la ceremonia empezará, no podía verla aún, ese era un gran sufrimiento, en estas dos horas que faltaban había decidido ir a dar una última revisada a todo, faltando 20 minutos llegue a la iglesia ubicandome en mi lugar, ella llego hermosa como siempre faltando 5  minutos y ahí fue donde nuestra unión empezó, hasta que escuche al Padre decir:

Si alguien se opone a esta boda,  hable ya o callé para siempre... De tantas cosas que me esperaba esta era la última,  Óscar Emboaba estaba en la puerta de la iglesia el día de mi boda oponiéndose a mi felicidad,  por la cara que vi en muchos de los invitados supe que no era el único que no lo esperaba.

El amor de mi vida empezó a llorar sin razón,  no entendía porque lo hacía hasta que habló:

-Óscar, no- Sollozaba mientras trataba de que su voz sonará firme- no puedes hacerme esto.

-No puedo hacerte que Melissa?, por Dios,  me enamoraste,  y luego desapareces como espuma,  semanas después aparece de primera noticia que te casaras,  así como así,  sin explicaciones.

-Tu lo sabías desde un principio,  lo amaba a él,  solo estaba herida por lo que había pasado,  tu a pesar de eso decidiciste seguir con todo aquello- Gritó- Solo quiero ser feliz- Sus lágrimas caían cada vez con más fuerza.

Cristial corriendo llegó a su lado para abrazarla,  Óscar sin decír más dió la espalda y salió,  Lo último que pronunció fue un "Se Feliz", me sentí mal por su cara,  por sus tristeza,  sabía Lo que era perder a quien amas,  escuche a Cristal preguntarle si quería seguir con la boda,  ella me miró y yo tomé sus manos asintiendo,  no estaba dispuesto ni preparado para perderla otra vez,  estaba atónito,  perdido en mi mundo hasta que la voz del padre me hizo volver a la tierra.

-Señor Mario Gotze acepta usted a la señorita Melissa Neuer como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

-Acepto- Dije sonriente.

-Señorita Melissa Neuer acepta usted al señor Mario Gotze como esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarle y respetarle todos los días de tu vida?

- Acepto- Dijo regalandome una pequeña sonrisa.

El resto de la ceremonia fue rápida para mi suerte. Ni hablar de la fiesta que estuvo de lo mejor, bailamos hasta que dolían nuestros píes, olvidé por completo lo sucedido con  Óscar, comimos y partimos el pastel juntos, sabía que no había empezado bien toda nuestra relación pero con el tiempo mejoramos y gracias a ello estabamos juntos,pero había llegado la hora de irnos, nos despedimos de todos uno a uno, dándoles las gracias por él acompañamiento, y partimos rumbo a nuestra luna de miel, vuelo que era un poco extenso, la mayoría del vuelo bailamos en el avión, nos besamos y estuvimos a punto de algunas cosas más, pero por suerte era un vuelo privado y ella paró todo a tiempo,  demasiado sonrojada, la otra parte del vuelo la sostuvo entre mis manos mientras ella dormia tranquilamente, era tan hermosa cuando estaba en su mundo, o cuando estaba distraída, era la mujer que quería conmigo cada día y la que sería la futura madre de mis hijos,  el vuelo se me hizo largo pero para nada aburrido, al llegar, dejamos todas nuestra maletas y nos cambiamos con algo cómodo, yo estaba esperándola en la arena con una copa de vino, mirando a la nada, y a la vez a todo, ella llegó muy sonriente a mi lado con otra copa, le sonreí, la mire a los ojos y le dije:

-Te Amo- Esa palabra había salido de muy dentro de mí, la amaba con todo mi ser,  la amaba como no había llegado a amar,  era todo lo que quería,  todo lo que necesitaba,  era simplemente ella, con su hermoso cabello y sus brillantes ojos,  ella con su magnífica sonrisa y el desborde de paz y tranquilidad que sentías al estar con ella,  su delicioso olor a vainilla que cautivaba a cualquiera.

Había tenido algunas conversaciones con su mejor amiga,  quien me ayudo a que todo esto saliera mejor,  me gustó ver la reacción que tuvo al verla en nuestra boda.

-Te Amo Mario, y no sabía que era amar Hasta que te conocí.
Sabía que esto era para siempre,  que ya no habría un algo o un alguién que arruinará lo feliz que era junto a Él,  nadie que cambiará lo nerviosa que me ponía al mírarlo o el calor que subía a mi cabeza en cada beso,  en cada caricia,  en cada sonrisa o cumplido que me regalaba sinceramente,  el era tan transparente,  era tan sincero, era todo lo que buscaba.

Y bajo la luz de la luna sabía que había hecho lo correcto, era la mujer más feliz del mundo,  él me hacía serlo.
Era genial poder mirar atrás,  mirar todo lo que pasamos juntos,  ver lo difícil que fue mantener viva la relación,  lo difícil que fue poder pasar todos los obstáculos y aún así poder decir que estábamos aquí,  cumpliendo una de las metas que nos habíamos propuesto juntos,  estaba tan feliz y orgullosa de esto,  a pesar de que muchos de mis actos no habían sido los más correctos,  agradecía cada minuto,  cada segundo, cada hora que estuve y estaré con él.

Nos dimos un beso,  uno profundo,  uno que demostraba todo nuestro amor,  era un beso demasiado distinto a todos los que nos habíamos dado,  en este beso no solo había pasión o excitación,  había AMOR,  había sinceridad y habían ganas de estar siempre el uno junto al otro,  quería que cada momento de felicidad junto a el fuera eterno,  o que los minutos, pasarán lentos,  era feliz,  era muy feliz,  más feliz de lo que imaginé ser.


HASTA QUE TE CONOCÍ  "Mario Götze Y Tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora