«Demonios, si sigo así tendre que comprar unas nuevas»

Volvi a conducir sin destino alguno, solo que esta vez más calmada. Al parecer hacerle eso a Morgan habia logrado calmarme.

Logré llegar a una playa. Estacioné mi auto y decidi ir a camimar un poco.

Me senté en la orilla del mar y ahi me quede por nose cuantas horas.

¿Que pasaria si no hubiera llegado a mi vida William Dallas? Probablemente estaria muerta o aún peor, talvez me hubieran vendido por un poco de droga o unas cuantas botellas de alcohol. Nada hubiera sido como ahora; no hubiera conocido a Jadén y a Alán. Mucho menos a Dylan y Chase. Y si no los hubiera conocido a ellos tampoco a los Tyler y a los otros chicos, y eso quiere decir que en mi vida jamás hubiera aparecido el nombre de Taylor Morgan. Aquel insoportable, mujeriego, arrogante, egocentrico e insoportable chico que ocupa el primer lugar en mi lista negra. Jamá habia odiado a alguien con tanta magnitud que no hayan sido mis padres, jamás.

Ahora, de la nada llega aquel estupido aborto de mono con el que me di cuenta de que la idiotez humana no tiene limites. Aquel estupido vecino de mierda que hace que mis malos dias se vuelvan los peores.

-¡Rayos! Ahora estoy pensando en el estupido de Morgan!- agarré una piedra que estaba a mi lado y la lanzé con mucha furia al mar.

-Asi que... ¿Ahora piensas en mi?-

Cerré los ojos trantando de no perder la cordura. Me acoste en la arena sin abrirlos.

-¿Que diablos haces aqui?- pregunté con irritación en mi voz.

-¿Sabes? Fue buena tu tecnica, la de disparar al neumatico y esperar a que hiciera algo. Sin embargo solo saliste huyendo de mi.- ignoró mi pregunta.

-Sigues sin responder.-

Senti como tomó asiento a mi lado y solto un suspiro con cansancio.

-Este es mi lugar favorito... El unico en la tierra.-

No dije nada. Solo me limite a disfrutar del hermoso silencio que se habia hecho presente junto con el ruido de las olas chocando contra la arena y el viento moviendo las palmeras que habia.

Nose cuantos minutos pasamos asi, en silencio. Solo soy conciente de que nunca me habia relajado tanto y menos si estaba él de por medio.

Decidi abrir los ojos y me encontre con él mirandome.

-¿Que? ¿Acaso tengo un espejo en la cara?- levante una ceja.

-No. De hecho iba a decirte que tienes un moco.- sonrio de lado mientras yo me aseguraba de que no fuera verdad. Y cai en su trampa.

-Hoy en la noche habra una carrera.- dice de repente.

-¿Una carrera?- me levante enseguida y me sente a su lado.

Ahora fui yo quien lo miraba a él.

-Si, una carrera.- volteo a verme, pero al momento de hacerlo su rostro quedo a centimetros del mio.

Sus ojos calleron en los mios y los mios en los suyos.

«¡¿QUE DIABLOS?!»

Nos quedamos unos segundos mirandonos hasta que ambos desviamos la mirada al frente.

Me levante de la arena y me sacudi la ropa.

-Vere si puedo ir.- dije sin más y comenzé a caminar de regreso al auto.

-Haslo. Te aseguro que no te arrepentiras.- hablo Taylor sin mirarme.

Ya estando como a 5 metros de distancia grito en mi dirección.

Juntos...Where stories live. Discover now