Leer por y para siempre.

Capítulo 2| El camino al triunfo.

Luego de realizar todos los trámites, comencé a practicar. Pasé horas y horas leyendo sagas, cuentos e historias.
No me importaba si el texto se trataba de algo como "¿en qué año se creo el universo?"
Lo único que quería era practicar sin fin. Deseaba triunfar y poder demostrarle a todo el mundo que soy una excelente lectora.
Además era mi oportunidad de ganar popularidad. Si todos (o casi todos) me lograban ver, podría hacerme famosa y poder ser la novia de Yonathan.
Yonathan, el chico imposible de alcanzar; aquel que todas las chicas quieren, ese rapazuelo tan popular como en las mismísimas películas de Disney. Sólo con pensar en él me babeo y dejo de saber que hay un mundo allá afuera; sólo me imagino a ese muchacho y a mí juntos en una velada en la playa.
Pero sólo son sueños, que tal vez los haga realidad si gano la competencia. Ojalá lo logre, porque sin ese trofeo nadie se podría fijar en mí, nadie.
Tal vez suene algo cursi y superficial. Pero quiero que mi vida sea como los cuentos de hadas; que exista el amor a primera vista y que me quieran sin importar las apariencias.
Aunque me costaba admitirlo, nadie se fijaba en ti si no eras lindo o conocido. Sólo miraban tu rostro y tus curvas y decidían si estabas bueno para la cama.
Yo no anhelaba una relación así, pero ¿qué se va a hacer? Lo único que poseía era la sabiduría de un genio y los valores que me enseñó la abuelita Myrna.
Mientras practicaba, fantaseaba con el amor verdadero y el príncipe azul que me salva la vida. Creía que Yonathan lograría hacer realidad ese sentimiento que florecía en mí cada vez que asomaba mi nariz a los libros.