¿Quiénes son los Profetas?
De acuerdo con el Islam, Al-lah Ha Creado al hombre para un noble propósito: adorarlo y llevar una vida virtuosa basada en Sus enseñanzas y guía. ¿Cómo el hombre sabrá cuál es su rol y el propósito de su existencia a menos que reciba claras y prácticas instrucciones de lo que Al-lah Quiere que haga? Aquí surge la necesidad de la profecía. Por esto, Al-lah Ha Escogido de cada nación por lo menos un Profeta para transmitir Su mensaje a la gente.
Podríamos preguntar, ¿cómo fueron elegidos los Profetas y cómo tuvieron derecho a este gran honor?
La profecía es una bendición de Al-lah y un favor que Él Puede Otorgar sobre quien Desee. Sin embargo, analizando los varios Mensajeros a través de la historia, se pueden reconocer tres características por las que un Profeta puede ser reconocido:
1. Es el mejor en su comunidad, tanto moral como intelectualmente. Esto es necesario porque la vida de un profeta sirve como modelo para sus seguidores. Su personalidad debe atraer a la gente para aceptar su mensaje, en lugar de alejarlos debido a su carácter imperfecto. Después de recibir el Mensaje, él es infalible; es decir, no cometerá pecados. Esto no significa que los Profetas hayan cometido alguno antes, ya que ellos tuvieron la más elevada conducta entre la gente y así estuvieron preparados para recibir el mensaje. Un Profeta puede cometer algunos pecados menores, no a causa de sus deseos o metas personales, sino debido a un profundo interés por alcanzar algunos beneficios en favor del mensaje que vino a transmitir. Tales pequeños errores fueron usualmente corregidos por la revelación.
2. Es apoyado por milagros para probar que no es un impostor. Esos milagros son otorgados por el poder y permiso de Al-lah, y usualmente son en el campo en cual su pueblo se destaca o son reconocidos como superiores.
3. Todo Profeta sostiene claramente que lo que recibe no proviene de sí mismo sino de Al-lah, para el bienestar de la humanidad. También, confirma lo que fue revelado antes de él y lo que puede ser revelado después. Un Profeta hace esto para demostrar que él está simplemente transmitiendo el Mensaje que le ha sido confiado por el Único Dios Verdadero. Por lo tanto, el mensaje es uno en esencia y tiene el mismo propósito. Así, no debe desviarse de lo que fue revelado antes o lo que puede ser revelado más adelante.
Los Profetas son necesarios para transmitir las instrucciones de Al-lah y guiar a la humanidad. No tenemos otra forma de saber por qué fuimos creados, qué pasará después de la muerte, si existe vida después de la muerte, si rendiremos cuentas por nuestras acciones, y muchas otras cuestiones sobre Al-lah, los ángeles, el Paraíso, el Infierno, etc., no pueden ser respondidas sin la revelación directa del Creador y Conocedor de lo oculto. Esas respuestas deben ser auténticas y deben ser traídas por individuos en quienes confiamos y a quienes respetamos. Es por eso que los Mensajeros son la élite de sus sociedades en términos de conducta moral y habilidad intelectual.
Por lo tanto, las calumniosas historias bíblicas sobre algunos de los grandes Profetas no son aceptadas por los musulmanes. Por ejemplo, se reporta que el Profeta Lut (Lot), la paz sea con él, cometió fornicación incestuosa mientras estaba ebrio. Se dice que el Profeta Dawud (David), la paz sea con él, envió a uno de sus líderes a su propia muerte para poder casarse con su esposa. Los Profetas, para los musulmanes, son más grandes de lo que estas historias sostienen. Estas historias no pueden ser verdaderas desde el punto de vista islámico.
Los Profetas también son apoyados por Al-lah con milagros, e instruidos por Él para afirmar la continuidad del Mensaje. El contenido del Mensaje de los Profetas para la humanidad puede ser resumido de la siguiente forma:
a) Claro concepto de Al-lah: Sus atributos, Su creación, qué debe y qué no debe ser adjudicado a Él.
b) Clara idea sobre lo oculto, los ángeles, los genios, el Paraíso y el Infierno.
c) Por qué Al-lah nos Creó, qué Quiere de nosotros y qué recompensas y castigos hay por obedecer y desobedecer.
d) Cómo dirigir nuestras sociedades de acuerdo con Su voluntad. Es decir, instrucciones claras y leyes que, cuando son aplicadas correcta y honestamente, resultarán en una sociedad que funciona de manera armoniosa y sin problemas.
Ahora, alguien podría preguntar: ¿Quiénes son los Profetas de acuerdo con la fe islámica? La respuesta es: muchos de los mismos Profetas encontrados en el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y algunos profetas que están mencionados en el Corán, con los cuales algunas personas pueden no estar familiarizadas.
De acuerdo con el Islam, algunos Profetas recibieron el Mensaje para transmitirlo a su pueblo –por ejemplo: el Profeta Adam (Adán), Nuh (Noé), Lut (Lot) y otros, la paz sea con todos ellos– y a otros se les dio un Libro –como a los Profetas Ibrahim (Abraham), Musa (Moisés), ‘Isa (Jesús), Muhammad y otros, la paz sea con todos ellos–.
Los Profetas en el Islam son individuos reverenciados, respetados, que fueron escogidos por Al-lah para llevar Su Mensaje Divino a la gente.
En el caso del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, él fue escogido para transmitir su Mensaje a toda la humanidad. Todo Profeta vino a retransmitir el mismo mensaje a su pueblo, que era adorar solamente a Al-lah sin asociarle copartícipe.
El Islam es el Mensaje final para la humanidad, completo en todo sentido, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {…Hoy os He Perfeccionado vuestra religión, He Completado Mi gracia sobre vosotros y He Dispuesto que el Islam sea vuestra religión…} [Corán 5:3]
Cuando los musulmanes mencionan el nombre de cualquiera de los Profetas, por respeto, suplican por él pidiendo a Al-lah que Exalte su mención y le Otorgue Su Paz y Bendiciones. Otra forma en que los musulmanes muestran respeto por los Profetas y Mensajeros de Al-lah es no realizando dibujos de ellos ni aprobando que actores personifiquen a los Profetas en las películas. Los musulmanes creen que es una falta de respeto a cualquier Profeta de Al-lah que un actor los personifique.
Los Profetas, la paz sea con ellos, mencionados en el Corán son (en orden cronológico):
1. Adam (Adán)
2. Idris (Enoc)
3. Nuh (Noé)
4. Houd
5. Salih
6. Ibrahim (Abraham)
7. Lut (Lut)
8. Isma’il (Ismael)
9. Is-haq (Isaac)
10. Ia’qub (Jacob)
11. Yusuf (José)
12. Aiub (Job)
13. Zul Kifl (Ezequiel)
14. Yunus (Jonás)
15. Shu’aib
16. Musa (Moisés)
17. Harun (Aarón)
18. Dawud (David)
19. Sulaiman (Salomón)
20. Ilias (Elías)
21. Al-Iasa’ (Eliseo)
22. Zakariah (Zacarías)
23. Iahia (Juan)
24. ‘Isa (Jesús)
25. Muhammad
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