Capítulo 2 ( La primera historia)

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Era la ultima semana del instituto, ya sabéis la ultima semana donde los profesores no preparan las clases y todos terminan poniéndote una aburrida película sobre la historia de estados unidos. Ahora mismo ni si quiera estoy viendo esa estúpida película, en realidad nadie lo está. Al profesor le pareció buena idea ponerse a dormir, la cual cosa a nosotros, los alumnos nos pareció buena idea coger nuestro querido amigo llamado teléfono móvil.

 No nos juzguen esto  no tiene nada que ver de que seamos adolescentes, bueno en verdad si. En estos momentos yo estaba chateando con mi mejor amigo, Jake que se encontraba en la aburrida clase de matemáticas que estábamos compartiendo. 

De golpe sonó la alarma de incendios, inmediatamente todos apagamos el móvil, y pasó lo siguiente, el profesor se despertó, al parecer nada de lo que estaba pasando era un simulacro así que todo el mundo estaba agobiado, la gente empujaba a la otra para salir de aquel edificio. Toda la clase incluido al profesor salió corriendo, yo iba a hacer lo mismo hasta que cuando cruzaba el pasillo una voz me detuvo, era de una niña, la vi entre el humo y sin pensármelo dos veces fui hacia ella.

- Hey estas bien?- Le dije, me bajé a su altura, y pude comprobar que estaba atrapada por un trozo de madera que había caído del techo.

-Me duele- Dijo ella llorando señalando su pierna.

-Tranquila todo saldrá bien, saldremos de aquí pero tenemos que hacerlo rápido- Dije , las dos estábamos asustadas así que intenté tranquilizarla mientras la liberaba de ese maldito trozo de madera.

Tras un largo esfuerzo, logré levantar ese pesado trozo de madera que estaba encima de su pierna. Me dijo que le dolía así que la subí a mi espalda y corrí lo más rápido que pude por los pasillos de ese largo instituto.

-Aquí vienen las dos chicas que faltaban, preparen la ambulancia habrán inhalado humo- Dijo una voz masculina desconocida, mas tarde descubrí que se trataba de un bombero.

Logré llegar hasta la salida donde habían camiones de bomberos, ambulancias, alumnos y profesores por todos lados, la mayoría estaban presos por el pánico, a lo lejos pude ver a mis hermanos, todos estaban juntos, ellos me vieron, dejé a la pequeña en el suelo y perdí el conocimiento. Desperté en un lugar blanco, de golpe siete caras aparecieron de golpe, todos me miraban con admiración y preocupación. Pude reconocer a mis cuatro hermanos, al director y a la pequeña niña, la mujer debía de ser su madre y el otro hombre, era difícil de deducir. Lo que estaba claro es que estaba en un hospital.

- Alison, estas bien- Dijo Dylan.

- Si estoy bien, eso creo, donde estoy?- Dije observando a mi alrededor.

- Cielo, estas en el hospital, perdiste el conocimiento a causa de la inhalación de humo- Dijo Tyler.

- Oh, si ya recuerdo- Dije- Espera un momento- Me levanté y observé a la pequeña desconocida niña y mirándola le pregunté- Estas bien? Que tal tu pierna?

Observé que llevaba un vendaje, ella asintió y sonrió, su madre contestó a mi pregunta y añadió más información.

- Si Valery esta bien, todo gracias a ti, solo tiene una pequeña herida- De golpe, la mujer me abrazó y rompió a llorar- Gracias de verdad, te lo agradezco mucho, has salvado a mi hija, nunca te lo podré agradecer lo suficiente. Le correspondí el abrazo y la tranquilicé.

- Tranquila señora...- Dije esperando su nombre

- Tomhpson.- Dijo el director con una sonrisa.

- Tranquila señora Tomhpson, yo no he hecho nada del otro mundo, seguro que otro hubiera hecho lo mismo por su maravillosa hija, no hace falta que me agradezca nada y me alegro de que ella esté bien.- Dije sonriendo, eso pareció tranquilizarla.

Después de estar hablando con la señora Tomhpson y su hija Valery, se fueron. También estuve hablando con el director, y el extraño hombre que resultó ser el bombero de antes. Los dos agradecieron que yo hubiera salvado a Valery, y que la próxima vez si hay tiempo que pida ayuda a un bombero, que no lo haga por mi misma, al parecer no es bueno inhalar humo, pero en fin, después de todo, según mi punto de vista hice bien.

Ellos también se fueron. Después de hablar con mis hermanos de lo sucedido, y de contarles todos los hechos al pie de la letra entró una enfermera en la habitación,tenía aspecto de cansada,  era de mediana edad, de unos cuarenta años, parecía amable.

-Buenos días, usted debe ser Alison- Dijo mirándome.

- Si- Dije un poco nerviosa, no me gusta que los médicos/enfermeras me hablen mucho, me da la impresión que me quieren pinchar, cosa que odio.

- Quien de ustedes es el tutor legal de Alison O'Brian- Dijo mirando a mis hermanos.

Dylan dio un paso al frente y dijo:

- Yo mismo, en realidad todos somos hermanos, ella es mi hermana, esta bajo mi custodia, ocurre algo malo?- Dijo Dylan con un tono firme.

- Verá señor O'Brian, a causa de la inhalación del humo su hermana tendrá que ser vacunada, será por la pierna, así la inyección pasará por la sangre y acabará de limpiar los pulmones, lo tenemos todo listo, pero hace falta que firme aquí para dar su aprobación- Dijo la enfermera dándole una hoja a Dylan, él sabia que no me había gustado lo que había oído, aún así firmó el papel.

La enfermera susurró algo a Dylan, el cual pasó el mensaje a los demás ocupantes de la sala, mis hermanos. La enfermera, me pidió que me destapará , llevaba mi short así que no tuve que quitarme nada. En ese mismo instante mis hermanos me cogieron, Dylan por el brazo derecho, Tyler por el izquierdo, Zach la pierna izquierda y Alex ayudó a los demás, sujetándome la pierna derecha. La enfermera se acercó con una aguja inmensa, y soltó:

- Alison , esto va a doler un poco, pero después de eso ya podrás marcharte para casa- Al terminar esa misma frase, clavó esa enorme inyección en mi pierna, intenté moverme pero estaba sujeta por mis hermanos. De golpe noté como las lágrimas bajaban por mis húmedas mejillas.

- Ya está cariño, no llores más ya pasó preciosa, voy a buscar el alta- Dijo le enfermera dirigiéndose hacia la puerta después de acariciarme la pierna.

Cuando se fue solté un suspiro y note como mis hermanos me abrazaban, lo cual fue reparador, después de ese corto pero intenso dolor.

La enfermera llegó con el alta, recogí mis cosas y con ayuda de mis hermanos, me fui para casa, dejando  ese horrible lugar lleno de dolorosas y malditas inyecciones.


  

  

-SIBLINGS-Onde as histórias ganham vida. Descobre agora