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Just one last dance

En la habitación solo podía escucharse la lenta canción, las respiraciones unidas de ambos chicos en una perfecta armonía. Por favor que no se acabe nunca este momento, por favor que este baile dure una eternidad, pensaba Gyujin mientras que sus brazos rodeaban la cintura de su chico, de su novio, sus ojos cerrados, sumergido en la hermosa sensación de estar ahí rodeado por sus brazos de tenerlo junto a él, la cercanía de Changhyun era lo único que lograba hacerle sentir bien, era el único momento en que olvidaba hasta su nombre y solo el rostro acolchadito del mayor estaba en su mente.

No era necesario que se acabara, solo un baile más pensando en que aún sería suyo, que sería suyo por es última noche, durante ese último baile antes de su boda. Todo estaba bien en ese instante, el amor irrompible de ambos jóvenes podía incluso sentirse en la espaciosa habitación. Las lágrimas de Gyujin lograban que sus ojos ardieran, no lo soportaba, ¿Por qué tendrían que separarlos de esa manera? ¿No podrían solo huir? Ser felices, ¿Cuál era la razón por la que sea todo tan complicado para ellos? Tal vez ser chicos y estar enamorados el uno del otro era un claro factor que los separase; ninguno comprendía cómo era posible que en pleno siglo XXI aún todos tengan una mente tan cerrada. Cómo pueden ser capaces de separar a dos personas que se aman y que se amarán a pesar de la distancia, a pesar del fin del mundo.

"Prométeme que jamás olvidarás esto... Tú y yo. Juntos por la eternidad."

"Lo prometo."

"Te amo."

"También te amo."

La noche estaba en su más oscura hora, la espesa niebla cubría las calles y el frío invierno caía de manera brusca. Ambos cuerpos desnudos sobre la cama entregándose por última vez el uno con el otro, sus pieles sudorosas. Armoniosos gemidos, suspiros. El calor corporal se encargaba de dejarlos libres, dos personas libres demostrándose su amor en lo más profundo de su intensidad.

Un acto lento.

Besos suaves.

Caricias delicadas.

Largos minutos no solo de placer, sino de amor, cariño, pasaban lentos, era la ocasión perfecta. Una vez más los pensamientos de Gyujin repetían que no se acabe jamás, que esa noche sea eterna, solo ellos dos, solo sus cuerpos unidos, sin otras palabras, nada más que la hermosa sensación de poseer y de reclamar como suyo a aquel chico. Siempre sería suyo, nadie podía quitárselo incluso si se lo llevaran lejos, incluso si unos papeles decían lo contrario.

Él sabía.

Ambos lo sabían.

Se pertenecían.

Ahora y por el resto de la vida.

Sus manos entrelazadas, así se mantuvieron por el resto de la noche, en un beso sellaron su amor, se prometieron amor eterno, el dolor llenaba sus corazones inevitablemente. ¿Era la última vez? ¿De verdad ese sería el final? ¿Así era como terminaría por lo que tanto lucharon?

╰╮╰╮╰╮╰╮

"Los declaro, marido y mujer. Puede el novio besar a la novia."

Miles de sensaciones se hacían presentes en el cuerpo de Changhyun menos la de amor. Todo lo contrario, repulsión, odio, rencor, dolor... Y entonces sucedió, tomó aquella sortija que ya se encontraba en su dedo, la arrancó dejándola caer un tintineo suave se dejó sonar en el silencioso espacio, la joya rodó por la impecable alfombra roja. Las miradas de los espectadores penetrantes sobre el joven y luego estaba ella, con las mejillas rojas, los ojos llorosos y el labio inferior temblando, 'No me pueden obligar a estar el resto de mi vida con alguien a quien no amo'. Susurró.

Comenzó a correr, las grandes y pesadas puertas se abrieron de golpe. El corazón de Changhyun palpitaba veloz, como si amenazara con salirse de su pecho en búsqueda de su verdadero amor.

"Por fin libre."

╰╮╰╮╰╮╰╮

Tendido en su cama, sabiendo que estaba perdiendo el chico quien había sido capaz de aceptar cada uno de sus defectos, la botella de alcohol casi vacía y unas pastillas en el pequeño mueble junto a él, las observaba como si fueran la mejor maravilla existente, aunque  en su cabeza solo persistía la imagen de su chico.

Él llegó, estaba allí con una sonrisa incomparable, brillante, perfecta.

Las miradas de ambos chicos se encontraron tras solo unos segundos.

Sentirlo de nuevo entre sus brazos fue la sensación más hermosa que pudo haber sentido. ¿Él de verdad estaba ahí? ¿O acaso su nivel de alcohol le estaba haciendo alucinar?

"Han Gyujin, ¿Me darías el honor de huir muy lejos de toda esta estupidez?"

"Largémonos de aquí, Lee Changhyun."

Un beso más, y no el último, el primero para más en una vida libre, se sellaron sus palabras.

Juntos por siempre...

 ❴ยק10ti๏ภ ⇒ ๏ภє รђ๏t'ร.❵Where stories live. Discover now