Porque el fuego es poder, es luz, es fuerza y calor...pero también es destrucción.
⚠️Advertencia⚠️
Historia con contenido homosexual, si no es de tu agrado, mejor no leer.
Menciones de incesto
El presente capitulo mostrara escenas para mayores de 18 años, se recomienda discreción.
Sé que aunque tengan 8 años lo van a leer pero yo quiero ser buena persona y proteger su inocencia :v
Aunque deben preocuparse más porque hace años que no escribo nada erótico y esto puede resultar decepcionante :'v
Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.
Una joven mucama miraba con gran envidia al mayor tesoro del príncipe de Unterwelt ¡Tantas mujeres ansiando la compañía del joven príncipe y él ofreciendo toda su atención a esa criatura!
Mandu se retorcía con placer entre monedas de oro y algunas joyas que se hallaban en el suelo de la habitación principal del palacio. El imponente animal parecía apenas un cachorro divirtiéndose mientras esperaba el regreso de su amo.
La muchacha rodeo el lugar donde la leona jugaba, después de todo Leo siempre decía que dejaran a su niña hacer y deshacer a voluntad, y vaya que al decir que las cosas se parecían a su dueño aplicaba muy bien para aquellos dos.
Mandu gozaba de que la mimaran y le dijeran cuan hermosa y feroz era, además de que parecía muy consciente de que aquellos artilugios que Leo usaba para adornarla eran de gran valor, pues la felina se paseaba de aquí a allá con gran orgullo mostrando sus joyas o incluso como ahora que rebozaba entre oro y las finas telas de la alfombra.
- ¿Te diviertes?- La joven se acercó un poco, soló para levantar unabrigo que se hallaba tirado, a lo que la felina ronroneo un poco.
Y entonces la chica pudo ver en el cuello de Mandu, ahí colgando del collar dorado del animal una pequeña llave, la chica se vio tentada a tomarla y descubrir que era lo que abría, ¿Tan importante era para Leo que decidió colocar la llave en el cuello de la fiera que tenía por mascota? Sin embargo, la mujer salió corriendo de la habitación cuando Mandu comenzó a gruñir. Si, a la pequeña princesa no le gustaban los ojos codiciosos.
Mandu se levantó de su lecho y asomo la cabeza por la puerta que había usado la muchacha como escapatoria, no había nadie más en el pasillo así que decidió regresar a la habitación, pero esta vez brinco sobre la cama de Leo y se acomodó dispuesta a dormir un rato. No había mucho que hacer en ese lugar, pero Leo le había pedido quedarse y vigilar a que nadie se acercara a la puerta que llevaba al despacho de Leo, en esa misma habitación.
Si tan solo Mandu fuera humana y se dejara llevar por su curiosidad, abriendo aquella puerta, podría ver el rostro furioso y sonrojado del taurino, y la sonrisa pícara del signo de viento.
- Todo es tu culpa-Mascullaba el más joven en la habitación.
- ¿Perdón?- Géminis fingió estar ofendido, se incorporó un poco, soló para poder ver el rostro de Tauro- ¿Yo fui quien le dijo a Leo que nos aburriríamos sin Piscis?- y se dejó caer al suelo nuevamente.
