Capítulo 18

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"Malentendido"

Luego de la conversación que tuvimos en la pequeña casa, note que Samuel estaba un tanto perdido, su madre le tuvo que pedir tres veces que le pasara una bolsa, ni siquiera nos escuchaba, sin embargo, no parecía molesto, era como si algo lo estuviera preocupando. Me dedique a mirarlo durante largo tiempo durante el desayuno, no lograba descubrir algo, en la mañana él había estado muy bien, pero luego de hablar con Frank, algo le había pasado. Vi que se levantó y lo seguí deprisa, iba camino a la cocina, quería hablar con él, pero contesto una llamada y salió a la parte de atrás de la casa. Me detuve y lo miré caminar hasta el lago.

No me sentí nada bien con ese repentino cambio.

--¿Qué paso? –me preguntó Carol, se paró a mi lado y se quedó mirando hacia el frente.

--Nada, tenía que responder una llamada.

--No parece que sea solo eso, ¿Qué es lo que está pasando con ustedes? –cerré los ojos, no quería tener que explicarle a mi hermana sobre eso, eso que le había pedido a Samuel. Eso que nada más no lograba definir.

--Nada, nada –me di la vuelta y me dirigí al segundo piso.

No me sentía enojado, solo sumamente confundido, comencé a entender que quizá Samuel no quería algo así, quizá no buscaba algo casual. Pero no, él nunca pidió algo, él solo daba pasos lentos, como si le costara. Y eso debía significar que quería ir con calma.

Calma que yo ya parecía no tener.

...

Fuimos a dar una vuelta simple por el pueblo, tampoco era el lugar más extenso, pero la tranquilidad y el silencio solo me estaban destrozando más. Todos sonreían y compraban cosas de recuerdos, yo quería desaparecer y pronto. Samuel me evitaba a cada momento, no podíamos estar solos, pero mientras todos caminaban intente quedarme hasta atrás con él, para solo ser dejado allí.

Pensé una y otra vez en todas las cosas que pude haber hecho mal, o dicho. Sin embargo, lo único que llegaba a mi mente era el tema de Santiago, tal vez eso seguía molestándolo. Suspire pesadamente y me quede sentado en la orilla de una fuente, mientras los demás revisaban los puestos cercanos. Mire la fuente, donde las personas lanzaban monedas, supuse que pedían deseos, busque en mi pantalón, pero no encontré ninguna moneda.

Ni un deseo podía pedir, no estaba siendo el mejor día.

Escuché la voz de Carol llamarme, todos caminaban hacia la camioneta de regreso, asentí y los seguí en silencio. Dijeron que en una camioneta iríamos a la casa y en la otra irían a comprar todo lo necesario para la cena. De alguna forma termine en la misma camioneta que Samuel, y los demás jóvenes.

--Esto me recuerda a los viejos tiempos –comentó Frank mientras conducía, salvo porque Carol iba a su lado –bueno, más Carolina –dijo dándole una sonrisa.

--Tremendas fiestas nos pasábamos cuando sus padres no estaban –le explicaba Alex a Carolina –aunque solo éramos Frank y yo –se rio dándome un codazo que quería decir demasiado, tanto que mi hermana lo había entendido también –p-porque tu hermano y Samuel estudiaban mucho –añadió con torpeza, suspire y mire hacia el otro lado.

Frank soltó una carcajada al ver la expresión de Carolina --¡buena esa Alex! –se burló. Sin embargo, lo que más me inquietaba era el silencio de Samuel, iba en la parte de atrás, sumido en su propia burbuja, tal vez si no hubiese estado comportándose así, ya estaría yo sentado junto a él.

Pero no, una distancia nos tenía así.

Llegamos a casa y Frank se lanzó a un sofá gritando que estaba cansado, Alex hizo lo mismo luego de haber ido por una botella de agua a la cocina, me quede admirando la escena. Carolina bajó junto con su laptop y tomo otro asiento en el salón --¿no te dijeron mis padres que sin tecnología? –me quejé.

Tus Ojos Brillan DiferenteOn viuen les histories. Descobreix ara