Confusión.
Era lo único que Louis podía sentir en esos momentos, y los recuerdos eran borrosos. ¿Cómo había llegado a ese punto de quiebre sin darse cuenta si quiera?
Tenía al alfa, a su captor, de frente, con gesto calmado y respiración pesada por el sueño que experimentaba, la mano pequeña del omega acariciando entre los rizos del ya mencionado, buscando calmarle luego de aquel terrible episodio que había sufrido.
Sólo puede recordar a Harry llorando luego de una llamada con quién sabe qué persona, pero debía ser importante para provocar aquella reacción anormal en su persona. También recuerda que tuvo que acariciar los rizos y mejillas de Harry mientras rogaba que se calmara, le dejó incluso inhalar contra su cuello y fuente de aroma, hasta que cayó dormido.
La curiosidad invadió a Louis y tomó el celular del dominante, abriéndolo con facilidad, utilizando el digito del dormido hombre, leyó sus registros de llamadas y posteriormente los mensajes con ese mismo contacto. Era una omega podía ver, sin embargo no leyó más que una mínima parte cuando el alfa se removió despertando.
— Louis... –Murmuró con la voz ronca entrecortada, su garganta estaba seca y su alfa rogaba por consuelo aún.
— Aquí estoy... ¿Necesitas algo?
Pasaron varios segundos antes de que una negativa llegara a sus oídos sensibles, quedando la respuesta en un par de fuertes brazos sujetándolo contra su cuerpo, deducía equívocamente que era Harry actuando y no su agresivo alfa.
— Lamento tanto... Todo.
Dijo simple aunque el arrepentimiento se notaba en su voz, más ronca de lo usual, pero no dañina, no mortífera, sino que era tranquilizadora al omega de Louis, mismo que no supo qué decir o cómo reaccionar sin hacer enfadar al alfa.
— No sé cómo puedes ayudarme ahora... Mira tu rostro, tu cuerpo, te he destrozado y aún así... Sanaste mis heridas, estúpido omega.
¿Había olvidado decirlo? Harry había herido y hecho incontables cortes en su propia piel, Louis pensó que quizá necesitaría ir al hospital luego de propinarle un golpe al espejo que lo rompió en varios pedazon pequeños que lo hirieron. No hubo una respuestaen concreta luego de aquello dicho por el alfa. Sólo un dulce siseo y más caricias en los rizos.
— Louis, por favor... Dime que me perdonas... He sido una bestia... Nunca habia tratado a nadie de ésta forma.
Vaya reconfortante comentario.
—No importa, por favor... Duerme. –Rogó al punto del colapso, ¿A qué se refería? ¿era eso bueno o malo?
El omega no sabía si ser un egoísta y reprocharle aquello (aunque claro no lo haría) o sentirse altruista, pues el resto jamás había sufrido de esa forma tan hostil.
No hubo más, el alfa cayó dormido, Louis esperaba que no dejase salir a su alfa de nuevo. Aunque ese mismo era quien le salvaba de la humanidad osca de Harry.
Volví.
