Camino hacia el pasado

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Apagué las luces, agarré mis maletas y bajé para tomar el taxi, que me llevaría de vuelta a donde pasé muy lindos momentos con personas que amé, pero que ya no están conmigo. Entré al taxi y ahí comenzó mi viaje, en donde me despedí de mi vida actual, para comenzar de cero, solo que en un lugar no tan nuevo. Coloqué mis audífonos en cada una de mis orejas y me arrinconé de la puerta, haciendo que mi hombro derecho tocase la misma. Me puse a pensar en cuanto extrañaba mi pasado, que a diferencia de muchos, es mucho más bello que mi presente. "Si solo hubiera evitado entrar a mi casa, nada de esto hubiera pasado", pensé. Varios minutos después se detuvo la música al entrar una llamada desconocida. No reconocía el número telefónico, así que decidí colgar, pero al cabo de dos minutos volvió a llamar el mismo número, sin embargo esta vez reaccioné atemorizado y con escalofríos por detrás de mi espalda. Al parecer la persona la que estaba marcando mi número era muy persistente, así que accedí y contesté:

- ¿Hola?- dije esperando a suplicas a que me conteste. - ¿Hola?- Volví a hablar esperando otra vez alguna respuesta de la persona. A partir de ese momento, se empezaron a escuchar sonidos extraños en el otro lado, después de ahí se cortó la llamada.

Supuse que era alguna broma telefónica de alguien que no tiene nada más que hacer.

Varios momentos después, llegué a mi antiguo hogar. Me percaté de que era muy silencioso y callado, al contrario de los viejos tiempos. Pagué el viaje en el taxi y caminé hasta la puerta recordando todos esos momentos hermosísimos e incomparables que pasé con mi familia en el patio. Esto me provocaba una sensación muy extraña, la cual se hace llamar "Nostalgia".

Ya en la entrada, había olvidado donde había dejado las llaves. Revisé las ventanas, pero allí no se encontraban. De pronto, me acordé donde las había dejado, revisé bajo la alfombra y allí las conseguí. Al abrir la puerta, se escuchó el rechinar de lo tan antigua que es la misma. Caminé por toda la casa, pasillo por pasillo, piso por piso, cuarto por cuarto. Al haber tanto polvo decidí limpiar un poco. Toda la tarde no pude despejar mi mente de todos esos preciados recuerdos.

Llegó la noche y yo me encontraba solo, habia un profundo silencio, el cual antes no existía por las palabras y risas de mis hermanos y mi familia.
Cada paso me acordaba todos los momentos que tuvimos todos te nosotros. Ya me encontraba sumanente cansado, asi que tomé el control remoto del televisor y me quedé mirando mis series favoritas de mis tiempos, pero ya se había acabada todo lo de color de rosa.

Sentí un comezón por mi parte derecha, la verdad no sé por qué, pero me dio por mirar hacia mi costado derecho. Me paralicé de inmediato al ver esa persona . . . o . . . cosa. Me quedé en estado de "shock" mitandola. Así pude entender que era una demonio o eso creía. En un momento a otro reaccioné corriendo; tan pronto lo hice ella se tiró encima de mí a destriparme. Me la pude sacar rápido y corrí hacía el sótano y a allí me escondí en los más recondito del lugar. Allí permanecí por varios minutos que parecían horas. En ese sótano sentía escalofríos, la mujer no se iba de mi casa o al menos eso esperaba. Ella continuaba derramando sus lágrimas, estaba obscuro, pero aún así un destello de luz se reflejaba en sus lágrimas, no, . . . no eran lágrimas, era . . . sangre.

La luminosidad cada vez se hacía más colosal y tarde o temprano, ella se daría de cuenta de mi presencia. La seguí mirando y noté un detalle, quize decir, varios detalles, no tenía ojos. En los agujeros en donde se supone que debían estar sus ojos ya eran un torente de sangre, la quijada estaba partida en dos, su ropa estaba rasgada de hombros a pies. Su mirada hacia mí me perturbaba, pero luego me tranquilizaba al reconocer que no podía verme, sino oirme, oler mi sangre y escuchar mi espíritu.

Nunca me imaginé en mi vida tener que esconderme de un demonio o al menos eso yo pensaba. ¿Qué era?

Se acabó el tiempo, tropecé con unos pedazos de cerámica que se habían quedado rotos. Su cabeza, sí, solo su cabeza se volteó velozmente y al son de segundos, aceleró el paso dejando un rastro de sangre por los escombros del lugar. Ya no tenía ninguna otra opción, también aceleré el paso, fue ahí que un intenso dolor corrió por todo mi cuerpo y me di cuenta que en ese preciso momento me había miedoso por la clavícula por la herida brotada de sangre. Salí corriendo, me escondí en un armario, eso fue lo primero que vi. Tampoco estuve ahí por mucho tiempo, porque mi sangre salía por una ranura del armario. De pronto, las puertas se empezaron a abrir poco a poco. Su cara cada vez se hacía más visible. Abrí las puertas de cantazo, ella cayó contra el piso y yo aproveché la oportunidad para escaparme. No miré hacia atrás, sabía que al hacerlo su mirada me paralizaría y me masacraría. Salí de la casa cerrando detras de mí la puerta. Me dirigí hacia el lugar más cercano. El cementerio abandonado. Y me escondí en una cripta. Desde allí podría escuchar los gritos, sus llantos, su angustia, su dolor, su depresión . . .

Noté más tardé que un silencio se apoderó del lugar, no lograba entender lo que ocurría.  Me acerqué a la puerta, pero me percaté que ya era demaciado tarde. Se encontraba detrás mio, respirando cerca de mis oídos ya me había . . .

-"Eso fue todo señor, o al menos lo que recuerdo" - dije con una voz temblorosa mirando al doctor.

-"Hijo, lo lamento - dijo pausadamente mostrando su pena hacía mí. - mi diagnóstico dice que tienes esquizofrenia."

-"¡No! No puede ser. Lo que vi fue real."- dije casi gritando al escuchar esas palabras.

-"Lo siento señor, pero no puedo hacer nada."

-"¡Es real! Puedo demostrarlo. - dije esta vez gritando y parandome de la camilla con furia.

El doctor intentó decir algo pero . . . esa cosa . . . esa mujer . . . ese demonio . . . eso . . . se apareció detrás de él . . . y . . .

Camino hacia el pasadoWhere stories live. Discover now