Algo amargo

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22 de Febrero del 2012.

Este era por mucho el mejor día de toda mi vida, aunque pasé demasiado rápido, trataba de gozar de cada segundo que pasaba. Mejor dicho, está era la mejor época de toda mi vida.
Tenía una reputación excelente, a mi corta edad ya había sorprendido a los jueces más exigentes, tenía la repostería más exitosa de la ciudad, unos grandiosos amigos, y un hombre que, era la envidia de muchas. Morgan. Mi gran amor, el chico de los ojos chocolate y los postres empalagosos. Había conocido a Morgan al inicio de curso de alta repostería y desde el primer momento habíamos hecho la combinación perfecta. Y hoy finalmente, después de 3 años de noviazgo, se casaría conmigo. No lo puedo creer, dentro de unas horas mi concepto de "vida perfecta" se hará realidad. Aquí estoy frente al espejo, sientiendome gorda con este vestido blanco, me veo estúpida usando está reliquia familiar, que se hereda cada que una Dong se casa, me veo horrible con aquel peinado que mi madre eligió para mi, y este maquillaje me hace ver el reflejo de alguien que no soy, ya todo está listo, ya sólo falta que sonría, y realmente no puedo evitarlo, no fue mi elección hacer esta fiesta, fue idea de Morgan, pero el está feliz y yo estoy feliz por eso.

El viejo reloj que cuelga de la pared, y que horas antes le había rogado que se avanzara con rapidez, ahora le pido paciencia. Digamos que el tiempo y yo nunca hemos tenido una buena relación, el me odia y yo lo detesto con toda el alma, quizá sea por eso que nunca me favorece. ¡Odio al padre tiempo! Bueno, el concepto de "padre tiempo" lo saque de la caricatura de "Los pitufos" ni siquiera se si realmente el padre tiempo sea hombre y no mujer, bien le puedo estar cambiando el sexo, quizá de ahí el conflicto entre ambos. Morgan lleva ya 15 minutos de retraso, no me preocupa realmente que me deje plantada pues el una noche antes me juro que así un huracán invadiera la ciudad, nada le impediría venir y estas a mi lado. El problema es que allá afuera hay 100 invitados que esperan la boda del año, hay fotógrafos, todos esperan que esta fiesta sea la mejor de toda la existencia de la bodas, la hija del famoso Richard Dong, magnate, presidente y fundador de las industrias "Fish Dong" mi madre, heredera de la corona de Inglaterra, mi hermano el gran concertista y finalmente yo, la niña del rostro bonito y la sonrisa perfecta, la que dejó la carrera de medicina a la mitad por ingresar al curso de repostería, la oveja negra de la familia.

Ya habían pasado 45 minutos y francamente ya daba por pérdida la idea de una ceremonia decente, quizá Morgan se dio cuenta que soy un horroroso desastre, uno que prefiere evitar, ya estoy guardando mis cosas en una pequeña mochila, mi cartera, mi móvil y unos tennis Converse que guarde para cuando mis pies ya no soportaran los pesados y molestos tacones, debo admitir que algunas lágrimas corren por mis mejillas, no puedo evitarlo, espere tanto este momento, este día, estos minutos para nada. Suelto un suspiro agotador y con el último aliento que me queda, me cruzo la mochila a los hombros y dijo el rumbo hacia la salida de la capilla por la parte trasera para que nadie pueda burlarse de mi, ya se burlaran en los periódicos e incluso en el televisor, pero por hoy no quiero escuchar absolutamente a nadie.
La puerta del fondo se abre de golpe y aparece mi madre, vestida con un glamuroso vestido rojo y un collar de perlas precioso, lleva una enorme sonrisa en el rostro.

—Emma, ya está aquí, habia un tráfico horrible y un neumático se había quedado sin aire, pero ya está aquí— Una enorme sonrisa se dibujó en en mi rostro. Solté la mochila y corrí a los brazos de mi madre

                           (..............)

La marcha nupcial suena por lo alto y los invitados se ponen de pie alegres, me regalan sonrisas de lástima y una que otra lágrima sale por los ojos de alguien. Camino hacia el altar, del brazo de mi padre, todo está como de cuento, faltan ya varios pasos y finalmente cuando llegamos me da un abrazo y me susurra lo mucho que me quiere. Me giró hacia Morgan quien me mira con adoración, me toma de la mano, e ignorando al padre que tenía frente, hablo alto.

—Amor, te ves hermosa, eres la novia más bella que jamás haya visto, te ves espectacular— Me sonroje y por toda respuesta le regale una sonrisa, Morgan se inclinó un poco hacia mi y basó mis labios con pasión, acto seguido la dimos la espalda a los invitados.

—Hermanos y hermanas, nos hemos reunido aquí hoy para celebrar la Unión de estas dos almas en Santo matrimonio—Comenzó el discurso, pero yo estaba sumida en una burbuja de fantasía, todo era tan mágico, tan bello y tan perfecto que resultaba imposible de creer.

No note cuando llego el momento de dar los votos matrimoniales, lo supe cuando Shalma me dio un codazo y me ofreció los anillos, me gira hacia Morgan quien tenía ese brillo peculiar que me hipnotiza.

—Morgan Black, desde que te vi y hasta esta momento supe que eras un desastre total, el simple hecho de querer presentar un pastel de chocolate en un molde con forma de zanahoria me dio a entender que eras un caso perdido y te ignore la mayor parte del tiempo, y finalmente sucedió, un postre por vinas y para mi suerte tu eras mi acompañante. No se que fue lo que pasó, no me pidas explicación, sencillamente pasó, un día al mirarte ya no era lo mismo, quizá fue tu forma de batir la harina, que ¡Por Dios! Es tan sensual, o lo torpe que te vas cuando estas frustrado, no lo se pero lo que sea fue fantástico, y ahora amo cada parte de ti, va da fibra que cubra tu cuerpo, cada pestaña, cada peca y cada lunar para mi son únicos. Lo supe Morgan, un día al mirarte supe que ahora todas mis canciones serían para ti, supe que tu eras esa persona especial, supe que tu eras la persona con la que quería comenzar al día y terminarlo. Te amo Morgan, como no es posible amar algo. No me importa cuanto dura esto, si dura un suspiro toda la eternidad o un simple minuto, lo que dure me dedicaré en cuerpo y alma a hacerte feliz a robarte sonrisas. Esto es hasta que el sol debe de brillar, hasta que el aire deje de dar vida y hasta que el tiempo sea infinito, hasta ese momento te voy a amar—Termine con la voz rota, Morgan tenía una sonrisa gigante en el rostro. Soltó un gran suspiro.

—Emma, tu llegaste cuando yo estaba por desaparecer, me salvaste  de algo que no era posible salvarme. Me has acompañado en las buenas y en las malas. Estamos conectados. Y te pido mil perdones por lo que pueda pasar. Te amo, pero no puedo.— Estaba a punto de responder algo, cuando algo explotó tras de mi, me sacó volando y caí en un lugar que desconozco.
Fuego. Gritos. Sangre. Muertes. Morgan corriendo con una mujer. Y vestido desgarrado, la luz se vuelve muy pesada, mis párpados se cierran por si solos, y de pronto ya todo deja de tener sentido, la oscuridad gana la batalla, y ya no puedo ver nada.

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⏰ Poslední aktualizace: Jun 29, 2017 ⏰

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