•15•

97 13 0
                                    

Sentado a la orilla de la cama contemplando la ventana, o más bien contemplando el cielo oscuro, la nada, el todo.

Detrás mío, un quién que pertenece a mi pasado. Desde hace un tanto en un abismo, escapó jugando al erotismo.
Ante sus encantos, opuse resistencia, pero en la lucha encontré tu ausencia.
Lo juro.
Cariño, solo te ibas pocos días, y yo sabía que regresarías. Pero tú y yo nunca fuimos; ni somos... ni seremos.
¿Qué hacía yo ante eso? Solo yo sentía amor, pero te faltaba a ti el valor. Obnubilado: así me describían todos. Obnubilado ante tu esencia. Y eso cariño, eso no sonaba nada bien.

Pero llegó quién.
¿Por quién deje de ser tu obnubilado?

Una noche bastó, solo eso. Y la pasión se impuso ante la razón. ¿Pero qué cosas digo? La razón no me gobernaba cuando yo por ti mataba.
¿Quién me había despojado de este hermoso velo?

Te perdí
Me perdiste. Soy libre.

Una noche bastó.

Porque tú eras mi todo.

El Vuelo de una PlumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora