—¡Ah, hah, ah! Tom, ¡ngh! ¡E-estoy-!

Tom alzó su mirar hacia el rostro de Harry, que brillaba por el sudor y mostraba un gran placer. Liberó aquel miembro de su boca e hizo el mismo camino de regreso por su cuerpo, repartiendo besos por doquier.

—¡No! —Harry se quejó—. ¡Más!

—No quiero que te corras tan pronto —Tom le susurró—. Apenas estoy empezando.

Harry gimió y tiró de sus brazos desesperadamente. —Déjame ir.

—Aun no, gatito —respondió Tom.

—No es justo.

—Ya te lo dije. Yo —un beso— no —otro beso— soy —otro más— justo —Tom susurró, y mordió burlonamente la oreja gatuna de Harry.

Harry se levantó un poco y lamió la barbilla de Tom, era lo único que podía hacer en su situación. Tom se inclinó y tomó esa boca, enredó sus lenguas y provocó que Harry ronronee de placer y arrastre su cola por la espalda desnuda de Tom para luego dejarla envuelta en su pierna. Aquel movimiento terminó provocando un estremecimiento en el Señor Oscuro cuando sintió aquella extensión frotarse en su espalda. Gentil, extendió las piernas de Harry y se colocó entre ellas. Lubricando sus dedos, deslizó dos de ellos en el agujero de Harry y comenzó a prepararlo.

Harry formó una mueca. «Ok, eso duele» pensó, mordiendo su labio para intentar ignorar el dolor. Tom deslizó otro dedo y los movió para preparar ese agujero para su intrusión, luego metió un tercero. Harry gimió por lo bajo antes de cerrar su boca rápidamente, esperando que Tom no lo haya escuchado; no quería que se detuviera.

Tom alzó su vista y detuvo sus dedos cuando vio dolor en el rostro del menor. —¿Te duele?

—No —Harry mintió, aun sin mirarlo.

—Harry... —Tom inclinó su cabeza hacia un lado para que sus miradas se encuentren —No tengas miedo de decírmelo. Pararé si te duele, ¿está bien? —Harry asintió—. Bien, ¿te duele?

—U-un poco —Harry admitió en un susurro.

Tom asintió y continuó moviendo sus dedos, mucho más lento en esta ocasión. —¿Fue tan difícil decirlo?

Harry se sonrojó. —No. P-pero pensé que te detendrías.

No puedo parar‒ Tom murmuró. Y eso era cierto; no había forma de que pudiese parar ahora. No después de ver a Harry frente a él, desnudo y temblando de placer.

Una vez que Harry estuvo dilatado lo suficiente, sacó sus dedos y retiró el hechizo que mantenía preso los brazos del menor. Tan pronto el hechizo desapareció, Harry envolvió sus brazos alrededor del cuello de Tom y lo acercó a sí para darle un beso. Fue rudo, lleno de lujuria y pasión. Sus lenguas chocaron con violencia, luchando por el dominio. Después de un tiempo, Harry finalmente se dejó llevar, permitiendo que Tom devore su boca mientras sus manos recorrían la espalda y pantalones del mayor. Tom agarró su muñeca y le dio un pequeño apretón para recordarle que aún estaba al mando y, como respuesta, Harry dejó que su cuerpo se relaje, dándole a Tom su total sumisión. El señor oscuro sonrió en el beso, y soltó la muñeca del otro.

El ojiverde ansiosamente desabrochó los pantalones de Tom y los bajó junto a su ropa interior. Entonces, el menor rompió el beso para poder respirar, aprovechando para bajar su mirada al cuerpo del más alto.

Tom observó como los ojos de Harry se ampliaron y se sonrojó. —¿Pasa algo, Harry? —preguntó suavemente, besando su cuello.

—N-no —Harry tragó. «¿No? ¿Estás jugando? ¡Es enorme!» Y ciertamente lo era. El miembro de Tom se alzaba tan orgulloso y alto como el hombre mismo; era largo y grueso, pero lo era aún más con su excitación, y Harry sabía dónde iba a ir. Se estremeció de la anticipación y levantó su mirada hacia Tom con timidez, notando que lo observaba de vuelta. Harry levantó sus brazos y atrajo la cabeza de Tom para otro beso mientras su cola se arrastró sobre la cadera de este y la envolvió alrededor de su pene. Harry escuchó el aliento de Tom quebrarse, y lo tomó como una buena señal mientras continuaba sus caricias con la punta de su cola.

Kitty Love (Tomarry) [KLS #1)Where stories live. Discover now