¿Podré con tanta sobreprotección?

Capitulo 40.

Si, dentro de unos minutos nos darían los resultados de mi hermana. Los resultados médicos y los psicológicos, ya que le habían hecho pruebas de ambas cosas. Ella está deseando salir de este hospital, ya que prácticamente no ha salido de esta habitación en días, solo para ir a la sala del doctor Paul. Harper y yo también tenemos muchas ganas de volver a la civilización y poder respirar aire fresco, no un olor intenso a hospital. Parece una tontería, pero huele a hospital, y no es muy agradable...

– Lo sé, enana, yo también lo estoy deseando – respondí acercándome a ella y dándole un suave beso en la frente, aunque lamentablemente no recibí ni una sonrisa por su parte – Prométeme que cuando estemos de nuevo en casa, vas a intentar dejar atrás todo lo malo que te ha pasado, Sky, fuera problemas, fuera depresión y fuera todo lo malo, ¿sí? – hablé tratando de sonreír, pero ella me miró y negó con la cabeza bajando la mirada – Vamos, princesa yo sé que puedes hacerlo. Sabes que te voy a ayudar, tú mejor amiga te va a ayudar, Jackson y Harry también lo harán, tus tíos... Ahora nos tienes a todos para ti, enana, y vamos a hacer que escapes de esto.

– ¿Y qué pasa si no quiero escapar? – preguntó dejando caer una lágrima. Ay no, de nuevo no, por favor – ¿Qué pasa si este es mi destino, Dallas? Nunca he sido una persona que crea demasiado en el destino, pero esta es la vida que me ha tocado llevar... Si las cosas pasan, es porque tienen que pasar, y todo lo que me ha ocurrido a mí no ha sido por casualidad, es porque me lo merecía. Si mi vida tiene que acabar mal, lo hará, y nadie podrá evitarlo, ya que el destino es el destino y eso nadie lo puede cambiar. Si tengo que mejorar lo tendré que hacer yo sola, y si no lo hago es porque la vida lo ha querido así – finalizó secando rápidamente las lágrimas que se le habían escapado a lo largo de su discurso.

– Entonces, si tú dices eso, yo puedo decir que mi destino es ayudarte a ti – le respondí utilizando, creo, que las palabras adecuadas. Ella me observó sin expresión alguna, pero se notaba que estaba bastante deprimida – Skyler, eres mi hermana y quiero que salgas de todo esto cueste lo que cueste. Créeme que aunque en estos momentos digas que no te importa nada, que prefieres morirte... Eso no es cierto, enana, es la enfermedad que tienes la que te hace pensar de esa forma... Piensa en todas las cosas que podrás hacer cuando desaparezca... Podremos ir a la playa, viajar mucho más de lo que lo hemos hecho, ir al cine, ir de compras... Todo lo que tú quieras lo podrás hacer, y yo te voy a acompañar siempre, Sky, pero para conseguir eso tienes que luchar contra ti misma para poder dejar todo lo malo de lado. El proceso será largo, lo sé, pero hay que intentarlo.

Mi hermana tenía los ojos de nuevo cristalizados, pero yo no pretendía hacerla llorar. Al contrario, quería hacerla feliz con mis palabras. Harper sujetaba su mano y asentía con su cabeza a cada cosa que yo decía.

Finalmente mi hermana se incorporó en la camilla y me abrazó. Como me gustaba que hiciera esto... Me sentía útil para ella, porque a veces lo único que necesita es un simple abrazo que haga que todos los males desaparezcan en esos instantes. Es muy bonito esa sensación, pero cuando vuelves a la realidad todo vuelve a ser una mierda.

– Gracias por estar aquí – susurró en mi oído – Ahora eres prácticamente lo único bueno que tengo en mi vida, Dallas, siempre me consuelas cuando estoy triste y créeme que eres el único capaz de conseguir eso. Es como si todo el pasado se hubiera esfumado, ahora no sabes cuánto te quiero, Dallas, no te lo puedes ni imaginar. Gracias por estar aquí para mí, gracias, gracias, gracias – finalizó haciendo que mi corazón se estrujara aún más.

Pudimos pasar un tiempo juntos, hablando de temas sin sentido pero sobre cosas que a ella le gusta. Como por ejemplo la música. Eso a ella le relaja un montón, y con solo nombrar la palabra "música", su cara cambia completamente, aunque ahora menos, pero lo hace.