Usted Me Gusta

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Este sería el peor día de mi vida, aparecí en casa antes de lo pensado y empecé a correr dejando maleta y todo en el suelo, temía por mi vida y necesitaba un refugio; me reprendía por haberlo hecho, pero lo hice... había valido la pena pero sabía que no viviría para contarlo, en cualquier momento iba a llegar a mi casa furioso a quererme matar, subí con rapidez a mi habitación y me encerré queriendo olvidarme de todo, ¿que había hecho? Eso no debía pasar me repetía caminando de un lado a otro y viendo varias veces por la ventana con el temor de verlo llegar, ese tipo me iba a matar, pero los minutos pasaron y nadie llegaba, al parecer ni siquiera mis padres habían escuchado mi regreso, me calme lentamente y al cabo de una hora ya me había hecho a la idea de estar a salvo, abrí la puerta y salí despacio encontrándome con mi padre

-Hola- saludé y su rostro de sorpresa lo decía todo

-¿Qué haces aquí? Debías llegar después de las ocho- se limitó a decir y únicamente sonreí haciéndome a un lado para dejarlo pasar, él siguió su camino y yo bajé a buscar mis cosas

Al salir no las encontré y supuse que ya estarían en mi habitación así que volví adentro viendo a mis padres en el segundo piso con la mirada fija en mí, tragué lento temiendo que ya lo supieran pero no se veían molestos, más bien... preocupados, subí en silencio y abracé a mamá como saludo mientras veía a papá, siempre es bueno escuchar malas noticias protegido por ella y no pensaba soltarla hasta saber que veían, mamá acarició mi cabello con calma y me separó de ella poniéndose a mi altura para preguntar con calma si algo había pasado para que regresara a casa antes de lo hablado, quedé paralizado, frio y con ganas de salir corriendo pero no podía moverme, mi padre frunció el ceño entendiendo que si había pasado algo y únicamente miró a mamá molesto

-Te dije que no era buena idea dejarlo ir, ahí tienes- le alterco y ella únicamente bajó la mirada dándole la razón- ¿Qué te hizo esa miserable comadreja y sus pestes?- preguntó con brusquedad apartándome de mamá para que le hablara a él

-Nada- susurré pero papá exigía una respuesta- no me hicieron nada, fueron... amables, raros y no falto comida pero quise venir antes- mentí esperando que con eso fuera suficiente

-Hyperion- habló mamá solemne e intimidante poniéndose a un lado de papá y con su mirada fija en mi- si te hicieron algo no tienes porqué defenderlos y si no hicieron nada quiero saber ¿Por qué regresaste y te encerraste en tu habitación?- pronunció como si siseara las palabras, yo solo trague lento intercalando mirada entre ambos

-No fue por nada, venía cansado pero no pude dormir- admití sonriendo con toda la honestidad posible

-Te dije que nada bueno viene de esa familia, no hacia nosotros, nos odi...¿Qué fue eso?- preguntó dirigiendo su mirada hacia mi habitación donde parecía haberse quebrado algo, me hizo a un lado y paso a ver que había sido el ruido y al abrir mi hurón blanco salió corriendo de la habitación hacia las escaleras- ¡te he dicho que lo mantengas en su jaula!- me reprendió y bajó las escaleras viendo su reloj, iba tarde al parecer, pero ni así dejó de ordenarme retener ese "bicho" y ponerlo en su jaula

Exhalé con lentitud y alivio, ¡salvado por el hurón! Pero me había olvidado de mamá que únicamente me miró, susurró <<ya hablaremos de esto, por ahora ve por el animal>> y pasando por mi lado como un tempano de hielo sentí que un frio me recorría y únicamente pude decir "si señora". Llamé a Yarkle y lo encontré bajo la mesa del comedor oliendo la madera, lo cargué y subimos a mi habitación, le debía una y solo por eso podría quedarse fuera de su jaula un rato más, lo dejé en la cama y me senté en el asiento del escritorio mientras lo veía correr toda mi cama

-Si la bese- le conté, necesitaba decírselo a alguien y si no era él la otra opción serían mis padres quienes sin duda se disgustarían- y también pude decirle todo lo que... bueno, sentía- él me miró esperando que dijera algo más, ¡era tan exigente que me disgustó esa actitud suya!- luego huí ¿sí? No me mires así, tú habrías hecho lo mismo si no fueras un hurón- pero él solo saco la lengua- ah claro, intenta ser yo por un día, no podrías- le aseguré y él siguió explorando mi cama- ser hurón es tan fácil, solo debes jugar, correr, dormir, comer, estar peinado y oler bien o te bañan, sería un hurón con gusto, pero tú, oh... no, tú no podrías ser mago ni aunque lo intentaras- le presumí y ni siquiera le importó- enloquecí- me dije al recordar que le hablaba a un hurón como si tuviera 4 o 5 años, me apoyé en el escritorio desanimado, no sabía que era más humillante si discutir con el hurón o haberle dicho, besado y huido antes que ella pudiera hacer algo, pero definitivamente era el día más vergonzoso de mi vida, lo escuche dar un chillido como si me llamara y con desanimó volví la vista hacia él- ¿tú que habrías hecho?- le pregunté al verlo erguido y con sus ojos azules fijos en mí como si se hubiese preocupado

Usted Me Gusta [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora