— Me gusta que sonrías tan cerca de mi.—dijo alejándose milímetros de mis labios y acto seguido me mordió el inferior causando en mi una sensación muy placentera.  

Cuando nos separamos me cogió de la mano y nos dirigimos andando bajo el pleno frío de noviembre hasta mi casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando nos separamos me cogió de la mano y nos dirigimos andando bajo el pleno frío de noviembre hasta mi casa. Damon vio que yo estaba temblando debido al frío y me acercó a su cuerpo colocando su brazo derecho en mis hombros. Yo me puse mi gorro blanco de lana y miré el paisaje que el desolador invierno causaba en los árboles. 

Cuando llegamos, pude notar como el calor nos envolvía e iba deshaciendo el frío de nuestros cuerpos poco a poco. Me fui desabrochando el cierre de botones de mi abrigo y alguien por detrás tiró de mi gorro. Me giré y vi  a Damon con cara angelical y mi gorro puesto es su perfecta cabeza. Comencé a reír y él me dedicó un puchero.

— ¡No tienes ni idea de cuánto te quiero! Nunca me vuelvas a dejar, ¿de acuerdo? —le señalé con el dedo intimidándole mientras que me acercaba para darle un corto beso en los labios— Voy a cambiarme, ahora vuelvo.

Mi chico se dirigió al salón mientras que yo subía descalza las escaleras que llevaban a mi habitación. Cuando terminé de subir el último peldaño me dirigí a la puerta de mi estancia y me adentré en sus profundidades.

Una mano me tocó el hombro cuando cerré la puerta, rápidamente me giré y le pegué un puñetazo en la nariz. Bajé la vista al suelo y allí se encontraba Mike con sus manos en alto.

— Tranquila, no vengo a hacerte daño. Necesito tu ayuda.

— ¿Crees que te voy a ayudar después de todo lo que me has hecho? Estás loco. Dam...—no pude terminar de llamar a mi novio ya que su mano silenció mi voz.

— Escúchame, por favor. Necesito que me ayudes y es algo que sólo puedes hacer tú.—mi corazón empezó a latir fuerte. Hasta Mike podría sentirlo ya que se encontraba pegado a mi con su mano, todavía, en mi boca— Necesito que me quieras como yo te quiero, necesito que pases tu vida junto a mi.

— ¡¿Qué?! ¡Estás loco de remate! Casi me matas, ayudaste a mis secuestradores y, ¿quieres que te quiera? Ni lo sueñes, mi corazón pertenece a alguien que me sepa tratar.

— ¿Cómo? ¿Abandonándote durante tres meses?

— Él sabe hacer lo que tu no pudiste. Me salvo de ti. Eres un monstruo.—dije yo alejándome de él que empezaba a encoger sus puños y tensar sus músculos.

— ¡Inténtalo por mí! Además yo te conté la verdad sobre la hija de los Banks, Eli.—me gritó.

— Si tu familia no te supo dar cariño cuando eras pequeño yo no me siento obligada a dártelo y menos por la fuerza. Mike, no me gustas. Eres un psicópata y la única persona que mereces tú es un psiquiatra. ¿Fuiste tú? Bonito detalle, pero ¿no te parece que la enviaste demasiado tarde?

Gruñó y lanzó un golpe fuerte contra la pared provocando un enorme agujero en ésta. Yo me eché para atrás corriendo hacia la ventana de mi habitación pero me caí al suelo justo al lado de mi cama. Mike se colocó encima mía levantando su puño para coger fuerza y golpearme pero eso nunca pasó.

Secrets #Wattys2016 #WEAwards2º #PremiosMusaRomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora