20. Sucesos inesperados.

Comenzar desde el principio
                                    

¿Quién quita y Nathan se enamora de mí? ¿O yo de él?

Prefiero vivir el amor, la pasión, la entrega con todo y su dolor a jamás haber sentido.

Es decir... si alguien tiene la posibilidad de vivir su pequeña historia de amor o de aventura, ¿Por qué evitarlo? ¿Quién lo haría? ¿Quién no quiere ser la protagonista de su propia historia?

— Estas muy callada—comenta, masajeando mis brazos—. ¿Te arrepientes de haber estado conmigo?

¿Qué?

— No, claro que no—me apresuro a decir—. Solo, pienso... en cosas.

Nos mantenemos callados unos largos minutos, relajándonos en el agua, Nathan una que otra vez toca mis pechos pero no con la misma lujuria de antes, no, ahora de manera común.

— Quiero que me platiques...—dice, pero no entiendo a que se refiere por lo que espero vuelva hablar—. Lo que no me contaste la vez pasada que viniste aquí, cuando estamos en el techo del edificio.

Oh, ahora recuerdo. Ese día le iba a platicar sobre mi accidente pero la maldita nostalgia me ganó lo cual es raro usualmente uso la burla hacia eso para que no me duela.

— ¿Quieres contármelo ahora?

Suspiro y asiento.

Tenemos ya nuestros cuerpo arrugados por el agua, en forma de pasita, pero no me importa quiero seguir en esta total relajación y para ser que a Nathan le importa menos.

— Sí, quiero contarte.

— Sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto?—dijo abrazándome y dejando un beso en mi nuca—. Estoy aquí para ti.

Muchas veces escuche esa misma frase de la boca de mis padres, Heissen, Bambi y aunque ellos son las personas más importantes en mi vida, nunca pude abrirme porque de alguna manera sentía que les fallaba y no quería que me vieran débil y que no podía enfrentar la vida.

— De alguna manera tú también me inspiras esa confianza Nathan—le digo, recordando lo que me dijo él cuando me contó sobre su familia.

"Supongo que me inspirase confianza y no, no nos conocemos bien y por eso mismo te lo dije, necesitaba sacar esto de mi, hablar con alguien... A veces solo quieres que alguien te escuche."

— Te lo voy a contar pero por favor no te burles de mi ¿está bien? —pido cerrando mis ojos.

No dijo nada pero no fue necesario porque me dio un escaso beso en mi sien que me hizo saber que no lo haría.

Nathan pega mas mi cuerpo al suyo haciendo que recueste mi cabeza en su pecho.

Suspiro con pesar, y doy una pequeña vuelta al pasado.

— Tuve un accidente automovilístico hace un tiempo—empiezo, llevo mis manos a mi rostro porque hablar sobre ese tema me frustraba de alguna manera con Nath—. No recuerdo nada antes de dicho accidente, absolutamente nada.

— Lo sé, buen no todo, solo que tuviste un accidente y que perdiste gran parte de tu memoria. —musita. Lo que hizo, que sin pensar me incorporara y girara mi cabeza para verlo a los ojos exigiendo una explicación ya que yo jamás le había comentado nada, no sé dónde sacó la información—. Te explico... el día del boliche, el mismo día que te deje botada, un mensaje de un amigo muy celoso por cierto, tuyo, me mandó un mensaje diciendo que me alejara de ti, que eras una chica muy valiosa y que no que nada te dañará emocionalmente porque ya tenías un problema así debió a una accidente en el cual perdiste la memoria.

Me explica, no tuvo que decir más para saber que ese "amigo" era Heissen. Algo se revuelve en mi estómago, porque no es algo que me guste andar divulgando pero por otra parte que me haya querido cuidar de esa manera se me hizo lindo. Aun así tengo algunas incógnitas, como por ejemplo de donde saco el número de Nathan. ¿Lo habrá tomado de mi celular?, creo que es tal mi confusión que Nathan tiene que añadir algo más.

Medio kilómetro de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora