Capítulo 15. Perdida.

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-Matt, ¿estás aquí?, ¿eres tú? -pregunté, concentrada en la oscuridad, con la esperanza de que él estuviese allí.

Una vez más, no obtuve respuesta.

Algo crujió entre los árboles y un mosquito zumbó cerca de mi oído, por milésima vez.

Lágrimas empezaban a correr por mis mejillas, me siento tan decepcionada de mí misma, estaba perdida en medio del bosque. Me senté bajo un árbol gigantesco y me abracé a mis rodillas. En cuanto amanezca me iré a la casa de mis padres y trataría de borrar este acontecimiento de mi cabeza.

Una ardilla salió de entre los árboles y pasó corriendo por mi lado.

"Bájate del auto

escabúllete en los árboles

espéralo allí y pase lo que pase, no huyas".

Esos fueron los últimos mensajes que recibí, antes de perder la señal por completo.

Confío en que está vivo y confío en que no me dejaría aquí sola.

Deseo con todas mis fuerzas encontrarlo, necesito escucharlo de nuevo y que todos estos años no hayan sido más que una horrible pesadilla.

De pronto lo recordé, Matt estuvo allí, había estado en la boda de Hillary, ella lo ha sabido todo este tiempo y me ha engañado..., mi mejor amiga me engañó. Todos me engañaron, él volvió y nunca me buscó, ¿por qué venía ahora cuando tuvo mucho tiempo para hacerlo?

Con lágrimas en los ojos, levanté mi muñeca y pude ver que ya había pasado mucho tiempo y no, él nunca había llegado.

Estaba asustada, todo a mi alrededor era realmente espeluznante, las ramas de los árboles forman sombras realmente tenebrosas y ni hablar de los extraños ruidos del viento.

Quería irme, él no vendría y yo soy una tonta, me dejó una vez, lo hará muchas otras veces.

Me deslicé por el abullonado colchón de hojas que había en el piso, ya que mis piernas temblaban tanto que no podía caminar, froté mis brazos con mis manos buscando calor y protección, pues tenía los pelos de punta.

Otro mosquito zumbó en mi oído al tratar de levantarme, por tratar de esquivarlo, me di una fuerte bofetada en mi mejilla. Chillé de dolor.

Escuché una rama crujiendo y por un momento la esperanza volvió, no me iba a dejar sola, pero la esperanza se desvaneció al ver una enorme rata pasar a un lado de mis pies.

El bosque a la luz del día era un lugar bastante agradable, los enormes árboles daban paz y tranquilidad. Todo lo contrario en la noche. Nunca había estado en un lugar tan terrorífico como ese, las sombras de los alrededores hacían parecer que estaba rodeada de monstruos.

Miré de nuevo el reloj, habían pasado cincuenta y dos minutos y aún no había rastros de él, ahora sí estaba decidida. Me iré, le di mucho tiempo para que hablara y me explicara todo lo que había ocurrido pero, de nuevo me ha engañado, me ha fallado.

Con las piernas como gelatina, me levanté y empecé a caminar sin ningún rumbo. Me detuve y saqué mi teléfono del bolsillo de la chaqueta con la esperanza de encender el GPS y no aún no hay señal.

Tragué saliva e intenté caminar decidida con la esperanza de haber tomado el camino correcto.

Ya estaba un poco más tranquila y sentía que estaba tomando el camino correcto.

Mi zapato pisó algo y de inmediato sentí un chillido. Acababa de pisar algo, un animal, sería otra rata, o peor aún, una serpiente. Di un paso hacia atrás y me choqué con algo grande, tal vez un oso, pero no podía mirar, tenía miedo.

Lo que queda de él ©.  DP#2Where stories live. Discover now