Capítulo 5.

11 4 0
                                    

La oscuridad cayo sobre mi sin previo aviso y me llevo a un lugar desconocido, rodeado de oscuridad y una extraña sensación de paz que se poso en mi pecho y me dejo sin aire por varios segundos.

Voces sin sentido, mas bien susurros, se agolpaban en mis oídos y decían cosas. Cosas que yo no podía entender, hasta que cerre los ojos y me concentre en lo que decía.

Alejete de aquí...

Él ya viene...

Ya esta aquí...

Susurraban todas juntas. Y así como llegue a aquel lugar me fui.

Los rayos del sol me golpeaban el rostro, el leve fuego en la cara me hizo moverme. Abrí los ojos lentamente y si hubiera estado a la orilla de la cama ya estuviera en el piso.

Ya no estaba en el bosque, ahora estoy en mi habitación; acostada en mi cama, arropada con mi sabana y durmiendo con mi pijama. Que por cierto no recuerdo haberme puesto.

Ni siquiera recuerdo haber llegado aquí.

¿Noelle?, ¿Octavius?...

Muevo mis manos y trato de buscar mi teléfono. El cuerpo no me reacciona y por un momento temo que sea otro de mis sueños. Pero los pajaritos cantan fuera y el sol en mi cara me esta quemando.

Fuerzo mi voz y está tampoco me sale, mi cuerpo no quiere responder para nada. Cierro los ojos y los aprieto fuerte.

¡Esto solo me pasa a mí!...

Descendiant in potentia.

Susurra una voz en mi cabeza y como por arte de magia mi cuerpo recobra el movimiento y yo vuelvo a tener el control de nuevo.

La puerta de la habitación se precipita de repente y aparece mi abuela con cara de preocupación.

—¿Estas bien?.—pregunta acercándose a mí.

La pregunta me desconcierta por varios segundos, luego asiento con la cabeza.

La abuela se acerca a mi y me abraza, mis brazos parecen tener vida propia y también la Abrazó, depósito la barbilla en su hombro y me relajo.

Definitivamente mi vida cambio y pueda que para bien o pueda que para mal, pero cambio y ahora enfrentarme a este cambio es mi única opción.

—Disculpa a esta vieja, a veces es muy sentimental.—dice luego de un rato.

—Yo te amo abuela.—La aprieto contra mi cuerpo.

Me dedica una mirada de amor, que me enartece el alma y una que nadie más me habia dedicado en mi vida.

Mis padres nunca estaban conmigo, su dinero lo recompensaba todo, según ellos. Yo por mi parte me dedique a ser la niña perfecta hasta que entre en la universidad y descrubri lo que es la vida.

Divertirse sin control, beber alcohol sin temer que tus padres te reprenda, porque andas con tu perfecto novio. Que al final resulta ser un hijo de puta que solo te utiliza.

Sacudo la cabeza y dejo de pensar en esos momentos no tan agradables de mi vida.

Miro el reloj sobre mi mesita de noche y salto de la cama a toda prisa.

-Llegare tarde.-canturreo mientras me meto al baño.

Me baño a toda velocidad, cepillo mi pelo y lavo mis dientes.

-Jod...-Paro de golpe de hacer lo que estoy haciendo. Reviso mi teléfono y me doy cuenta que es domingo y que tengo el día libre.

¡Genial!, pongo los ojos en blanco y me golpeo mentalmente. Solo a mi me pasa este tipo de cosas.

The Darkness Of the Forest.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora