-Todos recogimos nuestras cosas para esperar a que vinieras por nosotros -le siguió Javier.

-Pero tu no aparecías, así que mi papá habló con mi abuelo y nos trajeron al salón -habló el rubio.

-No había nadie en el salón, así que el papá de Yurio fue en tu búsqueda -habló Mila.

-Nosotros nos quedamos esperando, porque nadie llegaba, se estaban tardando mucho -habló Sara.

-Entonces el señor Viktor regresó, dijo que no tardarían en mandar a alguien -continuó Seung.

-Pero entonces el director entró con Yuko-sensei diciendo que ésta se había retrasado por eso aún no empezábamos la clase de hoy -esta vez habló Phichit.

-Yo le pregunté al director si por qué usted no había llegado -habló Otabek, con algo de nerviosismo, Jean tomó su mano para tranquilizarlo.

-Nos explicó que usted nos habías dado clases porque Yuko-sensei no podía ese día, pero que a partir de ese día Yuko no volvería a faltar -fue el turno de Jean.

-Entonces los niños protestaron sobre querer que tú les dieras las clases y como mi padre les dio un negativa, a Yurio se le ocurrió la idea de hacer huelga, entonces comenzaron con su desorden- terminó de contar Viktor.

Yuuri vio a cada uno de sus alumnos, Javi le decía a Yuzu que no se preocupara, que todo iba a estar bien. Mila y Sala hablaban con Seung y Phichit sobre como podría reaccionar su maestro. Yurio se acercó a su padre, quien lo abrazó, diciéndole que seguramente Yuuri no estaba enojado con él. Jean trataba de tranquilizar a Beka, pues éste se encontraba nervioso, nunca había hecho algo que se consideraba malo, pero Jean decía que esto había merecido la pena, porque ahora Yuuri estaba con ellos.

Entonces Yuuri sonrió ante las preocupaciones de sus alumnos, no estaban preocupados por el castigo, si no porque a lo mejor su maestro estaba molestos con ellos. Yuuri observó a Viktor, quien le devolvió una sonrisa, no puedo evitar sonrojarse.

-No estoy molesto con ustedes -aseguró Yuuri, llamando la atención de los pequeños -Pero sus acciones no debieron ser esas, podían pedirle a Viktor que intercediera por ustedes para que viniera. La próxima vez piensen bien de que manera deben actuar. JJ, debiste tomar el control y tomar una decisión, Ota debiste ayudarlo a encontrar la mejor manera, Yurio si tu abuelo no te hacía caso debiste hablar con tu padre, Seung debiste controlar a Phichit no seguir el ejemplo, va para ti también Mila, no debiste dejar que Sara actuara así. Yuzu, tenías que convencer a Javi de no hacer las cosas mal, Viktor debiste ayudar a que esto no pasara -terminó de hablar y todos tenían el rostro bajo, observando el piso.

-Lo siento-dijo Otabek, abrazando a Jean, pensando que había decepcionado a su profesor.

-Es mi culpa -susurró Yurio abrazando fuertemente a su padre.

-Debí haber tomado una decisión antes de actuar -habló Jean, abrazando a Beka, sintiéndose culpable.

Todos los demás también reconocieron sus errores, entonces Yuuri suspiró.

-Que esto sirva de experiencia, me alegro que hayan aceptado sus errores y hayan pedido disculpas -Yuuri sonrió -Vengan acá-.

Dicho esto estiró sus brazos y los niños corrieron a abrazarlo, entre lágrimas y risas. Yuuri abrazó a cada uno y depositó un beso en sus frentes. Quería tanto a esos niños y apenas los conocía.

Entonces tocaron el timbre del receso y todos salieron al patio a jugar.

-Lo siento, creo que debí ayudarlos -se acercó Viktor al profesor.

-Debiste hacerlo -reprochó el peli negro.

-En verdad lo siento, pero quería ver que reacción tendrían, no todos los días ves a un grupo de niños luchar por lo que quieren -dijo Viktor saliendo del salón, Yuuri lo siguió.

-¿A qué te refieres? -preguntó el de cabello azabache.

-Todos los niños siguen órdenes, si las cuestionan, son regañados y se calman, aguantando su verdadero deseo, ellos no son así -Viktor observó a todos los niños jugar en el patio de la escuela -Ellos serán grandes, luchando por sus sueños e ideales, sabiendo como actuar ante los problemas y aunque en esta ocasión no lo hicieron de la mejor manera, aprenderán de esto -terminó de decir sonriendo al ver a su pequeño con su grupo de amigos.

Yuuri sonrió ante las palabras del peli gris, sabiendo que tenía razón, él pondría todo su esfuerzo para que sus alumnos no solo adquirieran conocimientos, si no también fuerza y convicción para todo lo que se venía, porque en este mundo solo te queda luchar por lo que más quieres.

-Yurio será una gran persona, porque tiene a un gran padre -se sonrojó ante sus propias palabras y Viktor también lo hizo.

-Sabes, cuando Yurio llegó a mi vida, era un niño de 3 años -empezó a relatar -Lo conocí en un evento de caridad, habíamos llevado juguetes para todos los niños del orfanato, él había perdido a sus padres en un accidente. Yuri era un niño orgulloso, huraño, molesto, pero era una barrera porque dentro de él había un niño asustado, triste, esperando recibir el amor incondicional, por eso lo adopté...

... Fue difícil al principio, ya que no cumplía con todos los requisitos al no tener una pareja, pero mi padre se encariñó con él y me ayudó a que pudiera adoptarlo. Fue difícil para él adaptarse, llevó tiempo para que me tuviera confianza, lloré de felicidad cuando me llamó papá por primera vez -embozó una sonrisa ante el recuerdo- Le tomó cariño a mis padres y los llamó abuelos, pero solo nosotros eramos los que se podían acercar a él. Entonces llegamos aquí y estos niños le dijeron que serían amigos, nunca lo vi tan feliz como estos últimos días. Pero hoy fue diferente, quería verte, no quería a nadie más. Él te quiere mucho, con un solo día te ganaste su cariño, Yurio dice que se siente cálido al estar contigo-.

Terminó de hablar y observó a Yuuri, quien se encontraba sonrojado, nunca se esperó esto. Esto lo hacía muy feliz.

-Yurio es un gran niño, será alguien grande, pero eso será gracias a que tu le diste un hogar, le diste el amor que necesitaba y él te ama, eres una gran persona Viktor -sonrió enormemente.

-¿Sabes de que más me di cuenta? -Viktor volteó a ver a los niños, intentando esconder el sonrojo que se había formado en su rostro.

-¿De qué te diste cuenta? -preguntó curioso.

-De que yo también siento calidez al estar a tu lado -susurró, pero Yuuri lo escuchó perfectamente.

Escucharon el timbre de la campana y llegó la hora de irse al salón.

-Yo también siento esa calidez -habló Yuuri antes de ir con sus alumnos.

Viktor sonrió y, al ver a Yuuri tomar la mano de Yurio, supo que necesitaba a ese lindo profesor en su vida. 



Yo también necesito a ese profesor en mi vida, ya quisiera tener a un profesor tan lindo y comprensivo como Yuuri. 

¿Algo que quieran saber? Se aceptan sugerencias, aunque el siguiente capítulo ya está escrito, me interesa saber que cosas quisieran saber para integrarlas en los siguientes capítulos. 

Los quiero mucho, gracias por el apoyo, ByeBye 💖

Yuuri-sensei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora