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Tomó un vaso de agua pasando una toalla por su cara secando el sudor del arduo ejercicio que hizo toda la tarde. Había corrido sus 6 kilómetros de ida y vuelta de un extremo de la calle hasta el otro. Ahora mismo estaba en la cocina de su casa mirando su reflejo en la puerta del microondas que servía de espejo. Nada. No veía diferencia, iban a pasar seis mese desde que comenzó a tener un plan de ejercicios, su dieta, su cuidado de salud, todo y seguía igual. No sabia por qué, no sabía y eso lo tenia desesperado desde hace mucho. Sus 16 años estaban a la vuelta de la esquina y el se propuso sacar por lo menos algo de masa muscular. Pero no, lo único que consiguió fue un abdomen plano y duro. No era que le molestaba tener un abdomen plano, pero había pasado demasiado para solo obtener ese resultado. Ni siquiera para los cuadros. Taylor estaba enojado.

-¿Ya terminaste tu rutina de ejercicios?-su madre entró con un dulce de chocolate en la mano que simplemente verlo Taylor se le hizo agua la boca.

-Em... Sí, estaba por ir a bañarme -respondió apartando la mirada del hermoso dulce que su madre puso en la isla que estaba en todo el centro de la cocina.

-Me alegro mucho que cuides tu cuerpo, Taylor, eso es algo que tu padre y yo no pudimos hacer... Ya sabes, la pereza pudo con nosotros- la risa de la señora se esparció por el lugar contagiando a Taylor. Miró su madre quien estaba sacando el dulce y sonrió. Su madre era hermosa sin dudarlo, su cabello negro llegaba a sus hombros, sus ojos grises y su piel pálida le daban un aire de finura, claro, su mamá tenía caderas anchas y siempre decía que su sujetador algún día se iban a reventar. Pero para Taylor ella era la mujer más hermosa de este planeta.

-Olí ese dulce desde que salí del trabajo.- el padre de Taylor se hizo notar con ese comentario haciendo reír a su esposa e hijo.

Estaba su padre, un hombre trabajador que hacia todo por su pequeña familia. Taylor admiraba demasiado a su padre ya que el señor siempre sabia que hacer en las adversidades que las vida les daba, su mostacho le daba un toque simpático y su pelo castaño con ojos verdes como las hojas de un roble. Sin duda su padre era el mejor hombre del mundo a los ojos de Taylor. Mejor dicho, sus padres eran las mejores personas que podían existirá en su vida y por nada del mundo los cambiaría.

-¡No toques el pastel Gerald! Estoy cortando pedazos y cuando termine te tocará tu parte.-la mujer lo regañó y Gerald hizo un puchero.-¿No quieres un poco, Taylor? Hace meses que no te veo comer un pedazo de dulce... O de azúcar en sí. Sabes que necesitas subir tus niveles de glucosa porque últimamente las tienes por el suelo, jovencito.-la mujer apuntó con el cuchillo empatado en dulce a Taylor y este hizo una mueca.

-No tengo ganas, mamá, guarda el pedazo qué después me lo como ¿sí?

-Mjm... Como vea ese pedazo en el refrigerador después de 3 días te lo haré tragar. Oye lo que te digo. Bueno-la mujer siguió cortando el dulce y el hombre miro a Taylor haciendo gestos de "si quieres yo me lo como". Taylor no pudo evitar reír. En verdad amaba a sus padres.

Después de la plática sobre dulces, Taylor subió a su habitación y abrió su laptop mientras su pantalla de inicio le salia un chat de Gregory por Skype.

«Ey, videollamada ya.»

Taylor noto que no fue hace mucho y apretó el botón de llamar pcon vídeo. No a lo mucho salio la cara de Gregory acostado en su cama.

-¿Que pasó, Greg?-Preguntó Taylor sin sentarse mientras se quitaba la camisa.

-Taylor ¿que te hable de desnudarte en frente mio? Me bajas la autoestima- Greg fingió un tono enojado pero no puedo aguantar la risa contagiando a Taylor.

-¿Con qué te la bajo? Amigo, yo deseo tener la fuerza que tu tienes, eres como Hulk. Que mal que te de pena usar esa fuerza. Yo solo soy un palo con carne andante. Y...

-¡¿Estas hablando con Taylor?!-la voz de una chica se oyó en la pantalla de Gregory

-Oh Dios no...

-¡Ah! ¡Mi bebé! ¡Mi adorable Taylor!-se oyó después algo cayéndose y la pantalla de Gregory se empezó a mover.

-¡Camil! ¡Quítate!

-¡Déjame ver a mi pasiva, coño!- Taylor vio como la hermana de Gregory le quitaba la tablet y ponía su cara en ella.

-Hola, Camil.-saludo Taylor con un gesto y Camil pegó un grito.

-Taylor, regalarme tus curvas, las necesito en mi vida, soy un tablón.

-¡Claro que no estúpida! ¡Dame mi tablet! -otra vez hubo un forcejeo.

-¡No, idiota, tengo que tomarle foto para buscarle un hermoso hombre! ¡Quita!

Taylor estaba aguantando la risa mientras miraba la pantalla moviéndose con fiereza.

-¡Camil! ¡Dame mi estúpida Tablet, idiota!

-¡Vete a comer pizza con cerdo maldito carnívoro!

-¡Tu vete a comer espárragos vegetariana de mier.....!-...y ahí se quedó la llamada.

Taylor negó con la cabeza riéndose y bajó la pantalla de su computadora. Le divertía tanto las peleas de los hermanos Dellers, era como una comedia en vivo.

Agarró una toalla de su anaquel y se metió al baño dispuesto a darse una refrescante ducha.

Recordó que el día de mañana había clases y miró el techo mientras se lamentaba. No había hecho ninguna tarea por estar ejercitándose, tenía un ejercicio que no había estudiado y tres talleres que no había hecho. Que Bonito...

Dio un suspiro y se metió a su tina llena de agua fría como a él le gustaba, hizo espuma con su jabón y empezó a jugar como un niño con las burbujas que se creaban. Se hizo una barba y empezó a hablar sólo.

-¡Oh, Taylor, que grandes músculos tienes!-puso una voz aguada- ¡Me encantan, eres un Adonis!... Si chiquita, soy un Adonis y mis músculos son grandes- puso esta vez una voz grave.- tuve mis músculos en 6 meses, y mi barba creció... Si...-se quedó mirando a la nada y suspiró -¿A quien engaño? Jamas conseguiré tener ese cuerpo que deseo, jamas tendré novia, jamas sabré que se siente tener barba por que soy un maldito lampiño y jamas sabré que se siente tener músculos porque no puedo generar más masa muscular de la que ya tengo... Soy un fracasado...-se abrazó a si mismo queriendo llorar. Y la verdad no tenía la culpa, muchos chicos tenían ese mismo pensar que él, ese sentimiento de fracaso que tenían en su mente.

Taylor solo quería tener un cuerpo hermoso. Su definición de hermoso. Pero al pasar de los días se le volvía simplemente algo que no obtendría jamás.

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Beautiful Body (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora