A su al rededor encontraras los planetas, que necesitan de su luz para subsistir. Son incapaces de generarla por si mismos. Así que se aferran a la primera que les de algo de esa luz tan única.

Luego están los satélites, desechos de lo que algún día fueron, tan pequeños y desesperados que se llegan a aferrar a cuerpos sin luz. Y ahí se quedan atrapados en un ciclo creciente y menguante, condenados a que lo más memorable que les pueda ocurrir sea un eclipse.

Por último, se encuentran los agujeros negros, elementos peligrosos, que se alimentan de materia ajena. Cualquier materia les va bien, si alguna vez estás atrapado en uno de ellos puede ser tú final.

Sea como sea, yo no sé si soy estrella, planeta o agujero negro.

-Dulce, no seas grosera con Ruben- Maite me regañó negando con la cabeza.

No respondí a esto, sólo le sonreí y decidí alegrar mi día. Corrí hasta dónde estaba Chris y me le coloqué en la espalda para que me cargara.

Una vez nos instalamos en la enorme casa, nos vestimos con nuestra ropa de playa y nos fuimos a disfrutar del día.

Había un pequeño mini bar al aire libre, dónde nos servíamos cervezas cada tanto. Chris y May estaban en el mar. Poncho, estaba con su nuevo amor conversando, Rubén, mientras Anahí acomodaba las sillas plegables que se encontraban de bajo de una palmera gigante.

-¡Ruben, Poncho, están listas!- les grita ella, extendiendo una manta frente a las sillas, dónde tomó asiento sirviendo vino en una copa.

Me acerqué a pasos lentos y me senté en una de las sillas comenzando a beber mi cerveza.

-Dulce, ¿quieres platicar?- me pregunta Poncho ya que no lo habíamos hecho desde que terminamos.

-No- respondí completamente indiferente observando como Anahí y Ruben se miraban con complicidad, más las malditas sonrisas coquetas por parte de Anahí.

-No- respondí completamente indiferente observando como Anahí y Ruben se miraban con complicidad, más las malditas sonrisas coquetas por parte de Anahí

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Ellos reían, sonreían, se acariciaban y todo frente a mis narices, ¿tan fácil se está olvidando de mi?. Una vez más me puse de pie molesta, me dirigí al mini bar y esta vez me serví vodka, llevé la bebida a mi boca y la trague de inmediato, fruncí el ceño por el sabor, pero me serví otro.

-Dulce, no vayas a quedar ebria- Ucker se acercó con una cerveza en su mano- Si quieres yo te puedo ayudar a que ella se ponga celosa, ya sabes tú y yo...

-¡No, Ucker!- le grité sintiendo un hueco en el corazón cuándo a lo lejos observe como se besaban como si fueran una pareja real- Sácame de aquí- le dije comenzando a llorar sin darme cuenta- No puedo verla con él, no lo soporto... me duele, Ucker.

-Y a mi me duele verte así por ella, si tú la hubieras elegido... no estaría en esté momento con él, si no contigo y Poncho y yo estaríamos maldiciendo en silencio.

-Tú razonamiento no me ayuda- le dije colocando mis manos en la cabeza, sin quitar mis ojos de ellos quienes no dejaban de besarse- Por favor, Ucker, sácame de aquí...

RBD... Una nueva historia de amor.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora