Capítulo 06.

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—¿De verdad te acercaste a mí por la misión? —preguntó el menor, con un nudo en la garganta.

—Sí —admitió—, pero eso fue al inicio… —agregó rápidamente—. SeHunnie, tienes que comprendernos.

—¿Comprender qué? ¿Qué me mintieron? —SeHun se sentía dolido—, ¡SuHo me mintió, tú me mentiste! ¿Quieren que los felicite? Si quieren les preparo una torta para celebrar —ofreció sarcásticamente.

—¡No! SeHun, de verdad, de esta manera estabas más protegido —JongIn se acercó al menor para abrazarlo, pero éste se movió bruscamente, rechazándolo.

—¡No me toques! —gritó.

El pelinegro se quedó congelado, era la primera vez que SeHun le había rechazado un abrazo. Le dolía. Le dolía que le rechazara. Sintió ganas de llorar.

—Te consideraba mi amigo, eras alguien importante para mí… te quería —declaró el pequeño.

JongIn sintió como si le hubieran tirado un balde de agua fría… ¿Quería? ¿Significaba que ya no sentía lo mismo? Entonces… ¿Lo odiaba?

No.

SeHun no podía odiarlo… no podía. No lo aceptaba.

—¡No! SeHun, SeHunnie… Hunnie, tú no puedes odiarme —JongIn sintió que empezaba a derramar lágrimas—, dime que no me odias… por favor —rogó.

—No puedo odiar a alguien que no conozco, JongIn —respondió el menor.

El mayor sintió que una corriente pasaba por todo su cuerpo cuando escuchó su nombre. Si no fuera por la situación estaría celebrando el hecho.

—Quiero que sepas… que esto fue la única mentira —declaró el mayor—, y que, sin querer, pasaste a ser importante, tanto para Kim JongIn como JongIn.

—Vete —pidió, no quería seguir escuchando. Sabía que si seguía conversando con el mayor terminaría perdonándolo.

—¿Qué?

—Vete… quiero estar solo… necesito procesar esto —explicó el pequeño.

—Yo… —JongIn no quería irse, pero tenía miedo de seguir insistiendo y que el menor le odiara—, está bien… si tú lo quieres —aceptó a regañadientes—, dile a tu hermano que me llevé el auto —dicho esto se dirigió a la puerta, donde se detuvo un momento—. SeHun —llamó—, quiero que sepas que, aunque no quieras, te seguiré cuidando, porque eres mi protegido y, sobretodo, porque eres mi SeHun —dicho esto se retiró.

El menor observó al pelinegro irse, cuando sintió que el auto se alejaba empezó a botar todas las lágrimas que había aguantado. Se sentía mal al mentirle: Todavía lo quería, todavía lo amaba… pero aún no podía perdonarlo.

**
Dio otra bocanada a su cigarro, hace poco había enviado a un subordinado a darle la información al muchacho. Sonrío cruelmente; a estas alturas SeHun debe estar destrozado.

Era un plan básico, pero daba buenos resultados. Lograr que el propio chico alejara a los demás, haciendo que quede vulnerable, y así dar el golpe final. Escuchó que alguien tocaba la puerta de su despacho.

—Adelante —dijo mientras apagaba el cigarro.

—Señor, la información ya ha sido recibida por el chico —informó el muchacho.

—Perfecto, mañana daremos el siguiente paso.

—¿Mañana? ¿No es muy pronto?

—No podemos correr el riesgo de que el chico perdone a su hermano y al otro muchacho.

—Tiene razón.

—Ve a prepararle la “habitación”, mañana tendremos visita —ordenó.

—Como usted diga —el muchacho se retiró.

Buscó otro cigarro para prenderlo y empezar a fumar. Sonrió.

Mañana era el día.

**
SuHo estaba apoyado en la puerta que daba a la habitación de su hermano menor, estaba preocupado, no sabía qué era lo que hablaban aquél par. Decidió llamar a Xiumin, debía informarle lo que pasaba y, de paso, aprovechaba matar el tiempo. Sacó su celular y marcó.

—SuHo, ¿Qué pasó? —escuchó desde la otra línea.

—SeHun se enteró de todo —dijo seriamente.

—¿Todo? ¿A qué te refieres con todo?

—Bueno, no todo… pero sabe que JongIn y yo somos espías y sobre que mentimos respecto a la muerte de mi papá y mamá.

—¿Cómo es que lo supo?

—¿Recuerdas el sobre? Traía información de nosotros.

—Comprendo… SuHo, debes hablar con él y decirle lo que pasa.

—Intentaré, pero no prometo nada —informó.

—Hablaré con los demás para saber qué hacer ¿Está bien?

—Está bien.

—Me tengo que ir, te llamaré más tarde. Te amo —se despidió.

—También te amo —respondió para luego cortar la llamada.

SuHo se quedó mirando el teléfono. Xiumin tenía razón, debía hablar con su hermano. Luego de unos minutos apareció SeHun, se veía triste, con los ojos hinchados.

—Lo siento, SuHo —dijo el pequeño—, no me siento bien para hablar ahora.

—Está bien —Se rindió, al fin y al cabo, su hermano no se veía bien y hablar sobre lo demás le haría peor.

SeHun entró a su habitación, dejando a SuHo solo. Después de unos minutos, el mayor decidió imitar a su hermano y entró a su habitación.

**

Otro día había comenzado y JongIn no había logrado dormir, nada. Aún así se había levantado con la intención de ir a vigilar a SeHun, pero, cuando ya estaba casi listo, recibió una llamada de Xiumin diciendo que descansara y que Luhan iba a proteger al menor, además de que necesitaba hablar con él más tarde, JongIn aceptó a regañadientes.

Por otro lado, SuHo había tenido una emergencia y tenía que ir a la agencia. Cuando SeHun se despertó se encontraba solo en su casa, aprovechando el tiempo, decidió dirigirse al parque.

Iba caminando perdido en sus pensamientos, sin sentir que alguien se acercaba lentamente a él, hasta que sintió que alguien le atrapó por la espalda.

—Lo siento —escuchó antes de que todo se volviera negro.

**
Abrió los ojos lentamente, sentía su cabeza adolorida. Observó alrededor, se encontraba tendido en una cama, y estaba en una pequeña habitación. Se incorporó lentamente, sentía su cuerpo débil. Se fijó en sus manos, las cuales estaban atadas. Recorrió minuciosamente la habitación con la mirada, buscando una manera de escapar de ahí. Mientras trataba de idear una manera de escapar sintió que alguien abría la puerta, desvió la mirada a su visitante.

—Buenos días —saludó—, ya nos hemos visto antes, pero me presento nuevamente. Me llamo Kim MinSeok, pero me puedes decir Xiumin.

My Mission Is To Protect [KAIHUN ].Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu