(historia corta)

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Corría el año 1810 donde los sombreros volaban con el viento y las calles se apagaban en una total oscuridad infinita . Era un lugar tan lejano que había sido olvidado hasta por sus propios habitantes. En la quinta y la sexta calle de aquel lejano pueblo llamado Estonburgo vivíamos mi padre marcos un hombre solitario de 43 años y yo. Él único médico del pueblo, lo cual automáticamente lo hacia un hombre muy ocupado. Mi amado padre solia encerarce semanas completas en su consultorio penetrando en el estududio de el cuerpo humano. Ésa era una de las razón por la cual no nos frecuentábamos tan seguido como mi corazon lo anelaba.

Actualmente ni siquiera recordaba su sonrisa la cual me regalaba tan seguido cuando era niña, tal vez era a causa de mi madre que presente mente no se encontraba con nosotros.¿Quizás algo estaba atormentando su pobre corazón?, un suspiro salió de mis labios y un horizonte calmo mis pensamientos.

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La mañana del mes de septiembre lucia soñaba otra vez con su madre. Ella recordaba su largo cabellera negra, su bonita sonrisa y el vestido blanco con el solia salir a pasear. Siempre era el mismo sueño de
un recuerdo preciado de cuando jugaban en jardin tracero de la casa a las escondidas, En el sueño siempre era el mismo escondite un árbol con un gueco en su tronco junto al borde de la tapia. El gueco del árbol tenia rasnuras por el cual lucia podia ver a su madre acercandoce. Era su escondite favorito cuando tenia 5 años pero el tiempo habia pasado y esa mañana lucia cumplia su mayoria de edad. Mientras se alistaba para salir tambien, penso en su padre y como habia pasado sus dias lejos de el mientras estudiaba en el orfanatorio pero ahora todo seria diferente pensada lucia mientras arreglaba su larga melena negra frente al espejo para bajo a desayunar.

Esa misma mañana la puerta sono fuertemente en todo el comedor de la casa holsh mientras lucia y su padre terminaban de desayunar. Era muy temprano para visitas penso lucia pero cuando la mucama abrio la puerta de la recidencia y se escucho la voz del visitante inoportuno. Lucia y su padre Imeditamente supieron de quienes se trataba.
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Era un cadáver más para mi padre, cada vez era más frecuentes las visitas de aquellos oficiales que los traían como unos simples sacos de harina. Todo era culpa de aquel asesino "del clavo" lo llamaban así porque introducía un instrumento para picar piedras que tiene forma de un clavo grande en la nuca de sus víctimas una sola herida impide la llegada de sangre al cerebro lo cual produce la muerte imediata de la victima. El corte que produce el acesino es tan rápido como una ráfaga que mantiene a sus víctimas unos instantes en pie los cuales utiliza para huir. lo pocos que han visto su silueta rumorean que es un hombre de estatura media no párese demaciado fornido. Hoy es una joven de unos 18 ó 19 años de edad, piel pálida, ojos color zafiro y cabellos color rojo una rarezas en el pueblo. Evidentemente también ha sido atacado por la espalda lo más curioso es que no conforme con solo quitarle la vida a sus víctimas hay veces que roba sus cadaveres de la morgue de mi padre, del cementerio y hasta una de la casa de las mismas victima. Nadie a encontrado los cuerpos desaparecidos hasta ahora y tiene una preferencia por mujeres jovenes.

-hoy tu padre tendrá mucho trabajo así que no es necesario que te quedes esperándole exclamo el sargento don Diego que acababa de llegar con una sonrisa

- lo se, dijo lucia contemplando la palida muñeca balancenate en la espalda de aquel oficial. Hace mucho tiempo lucia no veia un cadaver porque hace mucho se habia alejado casa para dedicarse a sus estudios pero ese cuerpo fresco e inerte se quedo grabado en su mente Y desde ese dia los dias fueron noches, y las noches fueron pelumbras de miedo, un miedo que hacia que el más pequeño sonido la pusieran en alerta. Lucia se sentia abruptamente desprotegida en esa casa donde ella habia crecido.
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Habia pasado ya más de seis meses desde que lucia habia llegado a su hogar y durante todo ese tiempo habia evitado quedarse sola pero la soledad era inebitable y una noche de febrero lucia estaba sola. Su padre no llegaba de su consultorio, su mucama personal habia partido por asuntos personales y los otros empleados de la casa Holsh se habian retirado a sus hogares al terminar sus deberes.

Las horas pasaron y tocaron las doce de la noche en el reloj, la oscuridad había absorbido los cuartos y pasillos, el rechinido de los pisos se hacían eco entre las paredes, la soledad se hacía cada vez más pesada y las lágrimas salían sin razón aparente, la desesperación la consumio , así que decidio Salir en búsqueda de su padre. Mientras caminaba por las oscuras calles las advertencias que el sargento don Diego le recitaba a los aldeanos todos los días en la plaza principal legaban como gotera, una tras de otra a su mente atormentada y con un miedo insostenible llego al consultorio de su padre pero al llegar todo estaba herméticamente serado lo único que se encontraba abierto era una pequeña ventana por la cual entro sin pensarlo dos veces.
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En él Consultorio había solo una luz encendida al final del pasillo la cual era la única protagonista del lugar. al acercarse lentamente para observar lo que sucedía en el interior de aquella habitación encontro una sonrisa espeluznante-mente maquiavélica que cortaba, trozaba y rasgaba satisfactoriamente el cadáver desaparecido de una de las jovenes muchachas. En ese momento se dio cuenta que ese hombre no era su padre él había muerto en vida hace mucho tiempo junto a su madre y se había podrido como todo cadáver pero solo que por dentro.

De pronto el progenitor de lucia se detuvo tomo su abrigo y se aventuro en uma nueva travecia pero mientras salía a las oscuras calles que se habian tornado solitaria hace tiempo. Su hija tomo valor y sigio sus pasos como un fantasma. observando desde las sombras aprecio cada uno de su sus delicados movimientos hasta que un resplandor salio de entre su ropajes. Era el arma homisida que se introducia toscamente en el fragil y blanco cuello de una inocente criatura de tan solo 17 años. Exactamente margarita la chica de la panadería que esa mañana habia atendido a lucia con una alegre sonrisa.

Ese infame cadáver andante aceleraba la marcha alejandose de la esena criminal mientras era adsorbido por la oscuridad de algun callejon del pueblo dejando atras a una nueva victima.Las lágrimas se desbordaban, la brisa pegaba en el rostro de lucia sus piernas temblaban paralizadas mientras el espiritu de la vida abandonaba el cuerpo de la muchacha era tarde, ella no podia hacer nada y lucia se desplomo ahora eran dos cuerpos tendidos en el suelo uno con vida y otro sin ella.
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La mañana siguiente los oficiales se encargaron de invadir los pasillos y habitaciones de mi hogar en espera de alguien que no aparecería por esos rumbos. Ya estaba todo decidido para la noche de la redención por los pecados cometidos. Un encuentro que daría que hablar a todo el pueblo. Como anfitrión de dicho encuentro mi padre. Y como invitados especiales el sargento don Diego. El dichoso evento se realizaría junto a la fuente de la plaza principal a las 22:00 horas de la noche.

Al caer la noche una niebla espesa adornaba la plaza principal dandole un toque escalofriante. Parada junto a la fuente sin siquiera saber ni como había llegado hasta allí, mis piernas temblaban y el corazón bombeaba más sangre que naturalmente un deseo de huir era costante y penetrante en cada rincon de mi piel. Hasta que todo se paro, el tiempo, el aire, el miedo y los mobimientos se pararon con una sola presencia que se sintió en el ambiente.

Era mis padre que salía de entre las sombras de los arboles, las lágrimas volvían a brotar de entre mis ojos sin razón aparente y en ese momento fue donde caí de rodillas rogando su perdón, yo era su judas, su juez yo era su muerte.
Él rapidamente deseo desaparecer de aquella trampa pero no pudo. Intento desesperadamente defenderse con su arma, tristemente su sentencia de muerte ya habia sido desidida, don Diego el cual era muy osado y prudente hiso destellar balas que parecían de oro y plata sin darle tiempo de hacer mas de tres pasos para escapar. Cundo una de las balas toco su frágil corazón humano que lo mantenía en pie, corrí hacia él lo abrase fuertemente, mas fuerte que nunca y rogue su perdón.

La noche brillaba mientras el agonizaba, en su rostro se formaba una sonrisa un tanto maquiavélica y recordé mis mentiras, su primera vez, la sangre que refregué y me hundí entre mis espinadas lagrimas de dolor, la culpa me consumirá, la locura me castigara porque yo lo sabía, siempre lo supe, mi castigo es vivir sola con migo misma. Como duele abrir los ojos y morir por dentro.

-¡O malvado castigo divino que me dejas en el fango de la desgracia!


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⏰ Last updated: May 16, 2020 ⏰

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 La Noche De Redención De Un Recuerdo Olvidado (historia corta)Where stories live. Discover now