Una rica ducha hacia que me sintiera relajada. Lo único que calmaba el dolor de cabeza insoportable que mi madre me provocaba. Mojar mi pelo calmaba esa insoportable migraña que parecía eterna.
Después de unos minutos salí a ver que encontraba en mi armario.
No tenía mucho que buscar porque me encargaba de regalar la gran parte de mi ropa, no se que me pasaba por la mente pero es que no soportaba tener este armario lleno con ropas que no sabría en que momento me la pondria. Para mi era estupido y al decir la verdad tenía piezas de hace más de cuatro años.
Siempre me a gustado ayudar a lo mas necesitados era algo que siempre llevaba presente que debía de ayudar al que más necesite sin importar como sea y regalarle de mi ropa era para mi una buena idea.
No soy amante a los colores escandalosos más bien soy fanática de los colores neutrales por lo que me decido por unos jeans azul marino, unos Converses negros y un suerte liso crema.
Me hecho un vistazo al espejo, la verdad no se veía para nada mal.
Dejo mi pelo suelto y me coloco un poco de brillo labial.
Apenas cumplí mis 21 años, fue un día normal como todos. Ya no me puedo dar el lujo de andar gastando mucho dinero.
Mi vida cambio de una manera increíble ya nada era especial me he sentido sola y con un rencor muy fuerte en mi pecho por culpa de mi padre adoptivo.
Michael Wilson, asi se llamaba el hombre que se empeñó en hacer de la vida de mi madre un completo calvario la trataba como una porquería.
hace unos años atrás era todo perfecto con él hasta que le cogio amor a las apuesta y las prostitutas. Se involucraba con malas amistades que le encantaban ese mismo mundo en el cual él mayormente frecuentaba y por ahí inicia todo en mi vida.
Cuanto lo detesto el arruinó la vida de mi madre y la mía por completo me daba igual lo que el hiciera con su vida.
Se supone que ya yo debería de estar en la universidad estudiando lo que se supone que me apasionará pero claro que tenía que descartarlo de mi vida en estos momentos.
Nada a sido fácil desde que mi madre no esta bien de salud.
Yo era el sustento de aquella casa no ganaba lo suficiente para pagar los gasto de los medicamentos de mi madre y comprar alimentos, tenia que confesarle a mi madre pero no sabía cómo hacerlo me ha estado hiendo pésimo en el trabajo y lo más seguro no creo que dure mucho por lo que debo de ponerme a buscar otro empleo lo más rápido posible.
¡Mierda! No sabía por donde iniciar.
Cuánto mas tengo que sufrir en esta miserable vida, no tengo ni un maldito recuerdo que me saque una puta sonrisa.
La tristeza se apoderada de mi nuevamente, como siempre he sentido pero esta vez me siento una basura por no saber que hacer. Me siento " horrible" esa sería la palabra correcta en este instante.
Al llegar a donde se encontraba mi madre,
me quede unos minutos observándola y escuchándola quejarse por esos dolores fuertes que le daban de repente en su cabeza.
Se me humedecían los ojos con solo pensar esa enfermedad de mi madre y saber que ella era la única persona que tenía en esta vida. Me sentía frustrada de tanto dolor en mi pecho y no poder sacarlo.
Agacho mi cabeza, limpio mis ojos para no ser cuestionada, no tendría fuerzas para desirle lo que me hacia trancar en la habitación estos últimos días, no sabría como decirle que cada día que pasaba me destruía en mil pedazos, me sentía una porquería por dentro; tanto dolor me quitaba el apetito con solo verla asi.
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Baris Obsesión
Teen FictionMi nombre es Lilibeth Wilson, soy hija adoptiva. Mi vida no es nada sorprendente se podría definir con estas dos palabras, Frustración y tristeza esas eran las palabras claves que me atormentan desde que abrí bien los ojos y pude ver lo que aproxim...
