Las dos caras de la misma moneda

Los pequeños regalos que nos da la vida, esas pequeñas cosas, que quieras o no te cambian el día, o más bien tu forma de verlo, una sonrisa, una oferta en el supermercado,  un abrazo o pequeños detalles, esas cosas que marcan la diferencia, eso, pequeños detalles.

                ¿Por qué muchas veces no nos damos cuenta o no nos fijamos en esa persona que nos sonríe, nos saluda o nos hace una carantoña, y sí, en quien no lo hace? No aprovechamos las oportunidades que nos da la vida, pero nos quejamos por las que no tenemos o no se nos presentan.

                Lloramos por chicos que no nos hacen caso, cuando en África se están muriendo, y digo África por poner un ejemplo porque miles de personas con razones para llorar, ¡ríen!, sé que es un tópico, pero también sé que es verdad.

                Nos empecinamos en jodernos la vida a nosotros mismos cuando ya nacemos con ella medio solucionada, ¡espabilad! Buscad el lado positivo a las cosas, todos tenemos malos días, hoy mismo estoy teniendo uno, y diréis Consejos vendo y para mí no tengo, pues puede ser, pero soy capaz de ver las cosas objetivamente y pensar, yo soy la que tiene el problema, es algo dentro de mí lo que está mal, el resto no tiene la culpa.

                El mundo no gira en torno de ti, giramos todos alrededor de él y no queremos verlo, no queremos, pretendemos creer que el resto del mundo lo hace todo mal y eso es lo que influye en nuestra mala situación, ¡error! Vamos a dejarnos de tonterías. Levántate una mañana y al salir a la calle mira el otro lado de todo, el positivo, que sí, que habrá cosas que no tengan lado positivo, pues invéntalo tú, que quieres que te diga, se emprendedor, inventa tú el otro lado de la moneda, crea tú la parte buena, la que merece la pena, no esperes que otros lo hagan, si lo esperas el resultado no te gustará y podrás criticarlo aún.

                Te pido una cosa, sonríe tú, abraza tú, cambia las cosas tú, toma las riendas de tu vida e intenta colaborar en la de los demás, acepta que nada es fácil, pero que lo puedes hacer, no intentar, lo puedes hacer.

                Se positivo, se comprensivo y piensa que toda moneda tiene dos caras, intenta ver las dos partes, si no lo consigues piensa que hay personas mucho peor que tú y están riendo las risas que debiste reír tú y tú llorando los llantos que debieron llorar ellos, con la diferencia de que no quisieron, eligieron la otra cara de la moneda.