Parte 1: Capítulo 8: El acuerdo (1)

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Estaba usando sus pantalones deportivos, que debo añadir, colgaban sueltos y sensualmente de su cintura, y caminaba sin camiseta por la cocina mientras hacía el desayuno. Me paré en el umbral de la puerta y observé cada uno de sus movimientos con precisión hasta que él finalmente habló.

-Te vas a quedar ahí parada mordiendo tu labio inferior mientras me miras todo el día?

Ni siquiera me había dado cuenta que estaba mordiendo mi labio.

-Pensé que me habías dejado.

Él apagó la estufa y depositó la comida en un plato. Caminó hacia mi, tomo mis dos manos simultáneamente y besó ambas consecutivamente.

-Nunca voy a dejarte. Ya cometí ese error una vez, y no pienso volverlo a hacer. Ahora come, antes de que llegues tarde.- ordenó.

-Ya estoy tarde. Gracias por todo esto- dije señalando la comida con mis manos.- Ni siquiera sé que decir...

-Sólo di que nunca dejarás de amarme, y será suficiente.

Sonreí y él hizo lo mismo. Devoré la deliciosa comida mientras el observaba cada uno de mis movimientos.

-Por qué tu no estás comiendo?- pregunté, limpiando las esquinas de mis labios con una servilleta.

-No te preocupes por mi, bebé. Comeré algo en el trabajo.

-Okay. Tengo que irme- dije y lo besé en la mejilla.

Tomé las llaves de mi Mercedes del mesón y caminé fuera de la casa hasta llegar a mi parqueo. 


El tráfico estaba frenético, así que tomé un atajo a través de la calle Storybook y lentamente gire hacia la calle Abington. Me detuve en frente de las rejas plateadas de la mansión de Kaya, ingresé el código de seguridad y conduje dentro. El pasto estaba cortado uniformemente y los  aspersores estaban bajos. Los jardineros no se encontraban por ningún lado. Apreté el freno de mi auto y esperé su inminente llegada.

-Dónde demonios estabas?- dijo ella haciendo su acento bastante notorio.

Lo siento, me... quedé dormida.- respondí y ella se sentó en el asiento de pasajero al lado mío.

-Te dormiste?- repitió, dándome una mirada distinta.- Shelley, esa pausa que escuché me dice una historia completamente diferente. Escúpelo.

-No hay nada que escupir- dije inocentemente.

-Shelley- me reprendió.

-Qué!- exclamé.

-Oh, por favor! Puedo oler una historia jugosa, y tienes que decirme. Yo te digo todo lo que pasa en mi vida, porque eres mi mejor amiga- objetó.

-Y a veces realmente deseo que no lo fueras- respondí y ella hizo una mueca. Suspiré.- Okay, lo siento, te lo diré.- dije aceptando mi derrota.

A decir verdad, Kaya también era mi mejor amiga. Annabelle y yo teníamos un vínculo, y si, ella era una verdadera amiga, pero Kaya en realidad se identificaba con la nueva yo. Sabe exactamente cómo mi mundo funcione en el poco tiempo que nos conocemos, y eso para mi, es a lo que se le llama una mejor amiga.

- Yay!- dijo ella y aplaudió como una niña pequeña.

Rodé mis ojos y le conté todo. Ella escuchó atentamente, con sus cejas subiendo y bajando en las partes apropiadas.

-Oh mi, esas son excelentes noticias! Ahora, en una escala del uno al diez, que tan caliente es? Uno siendo mi ex, Dave, del cuál te mostré su foto la anterior semana, eugh, y diez sería Matt Bomer.- dijo con ojos soñadores.

The ArrangementWhere stories live. Discover now