Capitulo XV- No te vayas...

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Cayden Salvatore

Pasaron dos semanas luego de que Ágata decidiera renunciar a Bellatore y podía decir, que las cosas habían mejorado considerablemente. Estaba más enfocado en mi familia y en los negocios y aunque no podía negar que de vez en cuando pensamientos que nos envolvían desnudos sobre la sábanas me asaltaban, no era algo que me quitaba el sueño.

Eva, aunque aveces distante, se había mostrado un tanto diferente. En el sentido de más apasionada. Habían noches en las que era despertado por ella, desnuda y necesitándome y aquella llama que encendían esos momentos de iniciativa, era algo que cada día me recordaba el motivo inicial por el cual me había mantenido enamorado de ella por tanto tiempo; puesto que, si se lo proponía, Eva podía mantenerme feliz en todos los aspectos.

Y esa también era la razón de mi perdición porque cada vez que recordaba lo mal que le había pagado, la culpa me consumía.

Hacía dos días estuve a punto de decírselo, pero siendo el cobarde que era, no pude.

—Que rico huele esto...—murmuré al entrar a la cocina y verla de espaldas hacia mj delante de la estufa con el pelo recogido en un moño. Zahara se hallaba en la mesa de la cocina garabateando en una hoja en blanco y le lancé un beso el cual devolvió.

—Estoy cocinando la comida favorita de mis principes que sacaron una A en matemáticas—respondió sonriente al girarse. Posteriormente, Asher entró a la cocina y tras saludarme con un apretón de manos, se unió a su hermana.

—Wow, ¡Esos son mis hijos!—exclamé e imité la acción de mi hijo mayor —¿A quién habrán salido tan inteligentes?

—Pues a su madre—se apresuró Eva a responder—¿A quién más?—se burló.

—Creo que a mami y papi—intervino Zahara—el periódico dijo una vez que papi tenia una mente brillante para los negocios—dibujó comillas en el aire aún con los crayones en los dedos y se encogió de hombros—Y el abuelo siempre dice que mamá es la mas inteligente de sus hijos.

Sonreí al imaginar el berrinche que Catherine y Cole armarían si escucharan eso de parte de su padre. La
Familia de Eva era muy unida, al igual que la mía y siempre nos habíamos llevado bien aunque no nos reuniéramos con tanta frecuencia. Los hermanos de Eva vivían en Queens y sus padres en Manhattan, por lo que Eva tenía que verse haciendo recorridos cada vez que quería verlos a todos el mismo día.

—Catherine vendrá de visita el viernes—hablando del Rey de Roma, Eva anunció aquello sin girarse—Cole esta vez no podrá acompañarla.

—¿Por qué?

Se encogió de hombros—La verdad no lo sé, no quise indagar mucho—se encogió de hombros —Pasemos al comedor, la cena está lista.

Cenamos tranquilamente, esta vez ningún tipo de reclamos de parte de mis hijos o miradas furtivas de mi esposa que me hicieran sentir como si quisiera decirme algo salieron a flote, gracias al cielo.

—Queremos ir a la cama ya—habló Asher, no había notado lo cansados que se veían.

—Lávense los dientes, pueden ir a la cama.

Se levantaron y tras llevar sus platos a la cocina, escuché sus pasos en dirección escaleras arriba.

—Ha sido un día un poco largo—Eva murmuró, ella también se veía cansada pero era algo que iba más allá de cansancio por esfuerzo físico, era más emocional.

IntravenosoWhere stories live. Discover now