⇝ Capítulo Ⅴ

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En una gigantesca biblioteca se encontraban extensas filas con libros apilados, los cuales eran inservibles para lo que el vampiro necesitaba; le urgía encontrar al menos algo útil para ayudar al joven cazador.

Pasado algunos días las visitas se hicieron menos frecuentes, estaba de más decir que era peligroso su estado y aún no llegaba la visita que con tanto anhelo esperaban.

No obstante, el invierno había llegado cargado de más nieve que la que habitualmente caía por las noches, la vista desde su perspectiva era hermosa; porque la nieve le recordaba a su adorada hermana.

Hecho una rápida mirada por el ventanal que daba directo al jardín principal, a lo lejos pudo apreciar dos fugaces luces acercándose y eso indicaba que había llegado.

Pero aun así Zero no había aparecido en los últimos dos días, un suspiro pesado fue lo que salió de sus labios para encaminarse hasta el salón principal; allí recibiría a la persona que los ayudaría.

La puerta se abrió escandalosamente para dar paso al cazador, Kaname por su parte se encontraba al pie de la escalera que llevaba al piso superior y sus miradas se cruzaron por un momento.

-Me honra con su presencia cazador-

El vampiro hizo una pequeña reverencia, esperando que el contrario contestase.

-¿Qué tramas Clan Kuran?-

-Por lo visto, Cross no le ha informado la situación con la que he estado lidiando-

-Dime, ¿con qué haz estado lidiando?-

-Es largo de explicar, pero sería mejor que hablará con él-

Los pasos del vampiro eran ligeros y elegantes, en cambio los del cazador eran tan ruidosos que sonaban por toda la mansión y deseaba ansioso que Zero apareciera al menos por hoy.

-Clan Kuran, si estas tramando algo juro que te mataré sin dudarlo-

Kaname detuvo su marcha pero no obstante prosiguió, sin mirar a su acompañante.

-Espero que este por aquí-

El cazador no preguntó nada pero se notaba su inquietud, no estaba tranquilo y el ambiente ahora se había vuelto extraño.
Cuando llegaron a la biblioteca ninguno mencionó palabra alguna, por lo que algo apartado el vampiro se sentó a la espera mientras leía un libro.

-¿Cuánto tiempo más me harás perder?-

-El que sea necesario, tiene que aparecer por voluntad propia-

Una batalla de miradas comenzó a espesar aún más el ambiente, el aire se sentía claustrofóbico y una posible pelea estaba a punto de comenzar.

«Hmn... ¿Hola?»

-Al fin te dignas a aparecer, sabes que un cazador como yo...-

Las palabras quedaron colgadas en el aire en el momento que su mirada viajo hasta el espejo, sorprendido por la difusa figura se aventuró a acercarse y observar con detenimiento lo que sus ojos le mostraban.

«Lamento hacerlo perder su valioso tiempo»

Su cuerpo estaba totalmente oculto entre las sombras, lo único que podía apreciar era la figura de un esbelto joven y aunque no podía distinguir bien lo que veía en esos momentos, su voz le era familiar.

«¿Eres un cazador?»

-Así es mocoso-

Una sonrisa se formo en su rostro, el vampiro no sabía como interpretar ese gesto, pero pensó que guardar silencio seria la mejor opción.

-¿Acaso dudas de mi capacidad?-

El joven se acercó lentamente pero oculto, negó un par de veces y un sonido se propagó por la habitación, con su brazo limpio su rostro para apoyar su mano en el cristal que lo tenía apresado.

-¿Qué?-

La habitación se iluminó levemente de un color blanco, un símbolo se formó de manera muy sutil en la palma de su mano.

«Recuerda el símbolo del sello maldito»

-Ese sello lo cree yo mismo hace mucho tiempo, ¿cómo lo obtuviste?-

«De la misma manera en que lo obtuvo mi hermano»

Era poco decir que el rostro del cazador era un poema, tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, el vampiro soltó una leve risa.

-¿Tú hermano?-

«A pasado tiempo, maestro»

En cuanto el joven levantó su rostro las sombras abandonaron el lugar dejando ver sus hermosas orbes amatistas.

-¡Zero!-

«También me da gusto verlo»

Ahora Kaname comprendió el extraño comportamiento de Zero, aquel cazador había sido su mentor desde pequeño y el temperamento de ambos era similar, estaba convencido que el joven cazador ya no volvería a marcharse.

Prisionero Where stories live. Discover now