El choque.

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- ¡Luna despierta se te va a hacer tarde de nuevo!.
Escuché la voz de mi padre desde el otro lado del pasillo y me desperté inmediatamente ¿Por que siempre me quedo dormida, tan perezosa soy? Seguramente mi voz interior este respondiendo que si a esa pregunta.
Me vestí lo más rápido posible y baje a la cocina de la mansión a desayunar y no, no era mi mansión. Mi padre trabaja en la Masion de los Villalba desde más o menos toda la vida, es su hombre de confianza. Mi madre también trabajaba aquí de cocinera antes de que muriera hace unos años... aún recuerdo su bizcocho de limón y su helado de fresa, y su sonrisa, esa sonrisa... que injusta la vida quitándonos a los seres que más queremos sin apenas haber podido disfrutar de ellos... igual hay que seguir.
- Luna aquí estas.
- Si, hola papá, lo siento ya sabes cómo soy...
- Si, sé cómo eres y la señora Grace también y sabes que no le gusta, haces que piense mal de ti.
- Esa señora es insoportable pensara mal de mi haga lo que que haga y lo sabes.
- Bueno... apúrate en 5 minutos salimos.
Quisiera o no mi padre no podía debartirme el hecho de que la señora Grace me odiaba, y que también odiaba el hecho de que soy la mejor amiga de su hija, Valeria, según ella somos de distintos niveles y eso nos impide ser amigas... Pero lo que más odia es como me trata el señor Rafael, su marido, el siempre es amoroso conmigo me trata no se... como si fuera su hija, el si es bueno, me pregunto cómo se pudo figar en alguien así.
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*todo cambio cuando te vi, el universo escribió que tú eras para mí*
- Papa sube la radio sabes que me encanta esta canción
- Ay Luna tú siempre tan romántica... ¿no tendrás novio y no me dijiste nada, eh?
Mire a mí padre con cara de vergüenza y a la vez con cara de pena... si el supiera mi situación en cuanto al amor...
- ¡PAPA CUIDADO!
El coche frenó de repente.
- ¿Luna estás bien?
- Si, si papa estoy bien es que casi atropellas a un chico, tenemos que ver si le hicimos daño.
Ambos bajamos del coche corriendo, había un chico de rodillas enfrente del coche pero ya se estaba levantando.
- Hey, ¿estás bien chico? Iba distraído con mi hija la verdad, no te vi pasar, lo siento.
- Tranquilo, cosas que pasan, todo bien.
Estaba ya levantado hablando con mi padre y yo lo tenía de espaldas pero aún así pude escuchar su voz, y por su acento no parecía de por aquí, lo bueno es que parecía estar bien y no tenía ningún rasguño.
- ... Si estoy seguro adiós.
De repente se dio la vuelta y lo vi de frente, era castaño, alto, delgado, con algunos rulos en el pelo, pero de dónde no podía despegar mi vista era de sus ojos marrones, era como si estuviera viviendo una escena de película y todo estuviera pasando a cámara lenta, estaba perdida en su mirada.
- Hola... estas...
Pasó por mi lado golpeándome el hombro y se fue, sin más, ni si quiera me quiso escuchar. ¿Pero que se creía ese estupido? Que poca educación, ni siquiera me saludo y me dejo preguntarle... estaba muy enojada aunque tambien intrigada...
¿Quien erá? ¿Porque justo tuve que cruzarme con el? ¿Lo volvería a ver? Y... ¿Que acababa de pasar?
Y haciéndome todas esas preguntas volví al coche otra vez camino al instituto.

A La Luz del Ángel // Lutteo Where stories live. Discover now