~Capitulo uno~

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El teléfono móvil que me hizo pedazos él cráneo era un iPhone 3GS  de 32 GB. pesaba 135 gramos, media 115.5mm x 62.12.3 mm, y ,en él momento del impacto, viajaba a 120 kilómetros por hora aproximadamente. Sin embargo, yo no estaba al tanto de esta información en ese momento.  Lo único que sabía,lo único de lo que estaba vagamente  consiente era él objeto negro cayó volando hacia mí a toda velocidad,  a través del cielo del atardecer y luego...
¡CRACK!

Un  flash  un momentáneo de dolor cegador...
y luego, nada.
Veinte minutos antes, todo parecía perfectamente normal. Era viernes 5 de marzo y en las calles aún permanecían los restos de nieve de la semana anterior. Salí de la escuela a las tres treinta en punto, la misma hora de siempre, y caminé a casa sintiéndome como  casi  siempre me sentía: más o menos bien, pero no genial. Solo, pero no solitario. Un tanto abatido por lo que sucedía, pero en realidad no estaba preocupado por algo en particular. Estaba en mi estado natural, perfectamente normal y ordinario: era Tom Harvey, un chico de dieciséis años del sur de Londres. Sin grandes problemas, sin secretos ni fobias, sin vicios ni pesadillas, sin talentos especiales... No tenía una historia propia  qué contar. Era sólo un chico, eso era todo. Por supuesto que, al igual que todos los demás, tenía esperanzas y sueños, pero eso era precisamente lo que eran: esperanzas y sueños. 
Y supongo que mientras caminaba por la avenida principal y luego por crow lane,hacia el conjunto de departamentos en donde vivía, la conocida zona de expansión urbana conocida como crow town 
(Su nombre oficial es conjunto crow lane, pero todos lo llaman crow town), una de esas esperanzas, uno de aquellos sueños eran justamente la chica en la que estaba Pensando.
Su nombre era lucy walker.
Llevaba años de conocer a lucy: desde que ambos éramos pequeños y vivíamos en departamentos contiguos. A veces, su mama trabajaba de niñera para mi abuela , y, en otras ocasiones, mi abuela trabajaba de niñera para ella. Después, lucy y yo crecimos un poco, y entonces solíamos pasar mucho tiempo  jugando. Jugábamos en los departamentos, en los corredores, en los ascensores, en los columpios y todos aquellos  artefactos de la zona de juegos que había en él conjunto de departamentos. Ahora lucy ya no vivía junto a mí, pero continuaba en él mismo edificio (Compton house). Estaba unos cuantos pisos  más arriba y yo todavía me llevaba bastante bien con ella. La había visto algunas veces en la escuela. Ocasionalmente  Caminábamos juntos de regreso a casa y, de ves en cuando, iba a su departamento y me quedaba un rato, o ella venía al mío...
Pero ya no jugábamos juntos en los columpios.
Y como que extrañaba eso.
Había muchas cosas que yo extrañaba de lucy walker.
Fue por eso que me pareció agradable que se acercara a mí en él patio de la escuela ese día y me preguntara si podía visitarla al salir de clases.

-tengo que hablarte sobre algo- dijo.
-okey- le contesté-. No ay problema. ¿ A que hora?
-¿Como a las cuatro?
- Okey 
- Gracias, tom.
Y desde entonces, he estado pensando en eso.
Justo ahora, mientas atravesaba la porción de césped que separa la calle crow lane de compton house, me preguntaba sobre qué querría hablarme.  Tenía la ilusión de que fuera algo sobre ella y sobre mi, pero,  en él fondo, sabía  que lo mas probable era que no fuera así. Lo mas seguro era que, una vez más, él asunto tuviera que ver con su estúpido hermano. Ben tenía dieciséis años, era un año mayor que lucy ( pero cinco años más estúpido), y recientemente había comenzado a desviarse un poco del camino: no asistía a la escuela, se juntaba con los chicos equivocados y fingía ser alguien que no era. A mí realmente nunca me había caído bien ben, pero no era un chico tan malo. Era sólo  un poco idiota y se dejaba manipular, pero, claro que no es lo peor que puede haber en el mundo. Sin embargo, crow town es él tipo de lugar en él que los idiotas se dejan manipular  se convierten en presas fáciles. Porque el lugar los devora, escupe y los convierte en nada. Mientras atravesaba la reja que lleva a la plaza de compton, adivine sobre que  quería platicar lucy. ¿ Estaba enterado de qué se traía entre manos? Porque ella quería enterarse. ¿Había escuchado algo?,¿ podía a ser algo al respecto?,¿ podría conversar con él? ,¿Podría tratar de hacerlo entrar en razón?  Y, por supuesto yo le diría  “si, claro hablare con él y veré que puedo hacer ”. A pesar de saber que no serviría para nada, pero con la esperanza de que, de cualquier manera,  lucy  valorara mi intervención...
Miré mi reloj.
Eran diez para las cuatro.
Me quedaban veinte segundos de normalidad.
Recuerdo que mientras caminaba por la plaza  hacia la terraza frontal del edificio, comprendí que a pesar de la pasta de nieve en él piso y de la helada sensación de aire, en realidad era un día muy agradable. Era fresco, brillante y claro;  los pájaros cantaban en él soleado del cielo primaveral. Típico del barullo enloquecedor  del conjunto de edificios casi apagaba las canciones de las aves:  Gritos distantes, coches acelerando, perros ladrando, música desparramándose desde una docena de ventanas a distintas alturas; y a pesar de que él sol  brillaba en lo alto y de que él cielo se veía mas azul que nunca, sobre la plaza que rodeaba compton  house se cernía una inmensa y lúgubre sombra. 
A pesar de eso era un día bastante bonito.
Me detuve un momento y volví a mirar él reloj, y preguntándome si no estaría llegando demasiado   temprano. A las cuatro, había dicho lucy  y todavía faltaban diez minutos. Pero entonces recordé que no había dicho exactamente a las cuatro, ¿verdad?   Había dicho como a las cuatro.
Volví a ver él reloj.
Eran  Nueve minutos y medio para las cuatro.
Eso era como a las cuatro, ¿o no?
( Me quedaban cinco segundos.)
Respire hondo.
(Cuatro segundos ...) 
Me dije que no debía ser tan estúpido...
(Tres...)
Y estaba a punto de comenzar de nuevo cuando escuché un grito lejano que venia de lo alto:
Hey, HARVEY !
(Dos...)
Era una vos masculina que venía de muy arriba, de algún lugar cerca de la parte más alta del edificio. Por un momento pensé que era ben, pero no avía razón para que ben me gritara. Lo creí solo porque estaba pensando en él y vivía en él piso treinta, y era hombre...
Miré hacia arriba
(Uno..)
Y entonces fue cuando lo vi él objeto negro  que cayó volando hacia mi, a través del cielo del atardecer y luego ....
¡CRACK!
Un flash momentáneo de dolor cegador...
Y luego nada.
( cero)
Él fin de la normalidad. 

Hola como están espero les guste y además esta tal y como esta en él libro en total de palabras eran 1148   aparte de lo que escribo gracias si me leen 😍😍

i BOYWhere stories live. Discover now