Capítulo único

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"Your are my sunshine, my only sunshine 

You make me happy wwhen skies are grey

You'll never know dear, how much I love you

Please don't take my sunshine away".


Fragmento de "Your are my sunshine", de Johnny Cash.




Al otro lado de la ventana el día estaba gris y desapacible. Los árboles extendían sus ramas desnudas hacia un cielo encapotado de nubes, el aire estaba frío y la gente se apresuraba a buscar refugio en el interior de los edificios. El invierno casi llegaba.

Kageyama se encontraba ensimismado, con la vista fija en el patio universitario que se veía a través de la ventana, sin prestar atención a la clase en curso. Ni siquiera se enteró cuando el profesor dio por finalizada la clase del día y se retiró. Los otros estudiantes a su alrededor recogían sus cosas y se marchaban de la sala, entre charlas y risas, pero Tobio seguía perdido en sus pensamientos, con el ceño ligeramente fruncido.

—¡Kageyamaaaaa!

La voz de Hinata lo sacó de sus cavilaciones; el chico lo llamaba sonriente asomándose por la puerta del salón, agitando una mano. Recién entonces Tobio cayó en la cuenta de que la clase había terminado y casi todos se habían marchado. Se apresuró a guardar las cosas en su bolso y salió al encuentro de Hinata.

—¿Te estabas durmiendo en clase, Cansadoyama? —Se burló el chico—. Qué vergüenza...

—Vergüenza me daría si babeara tanto como tú mientras duermes —replicó Tobio al tiempo que avanzaban entre la gente por los pasillos.

—¡No babeo! —Negó Hinata llevándose una mano a la barbilla, como si quisiera limpiarse.

—Díselo a tu almohada, no a mí —lo miró con gesto ladino—. Un día de estos brotarán peces de allí...

Hinata iba a responder algo, pero unas chicas paradas a un lado del pasillo escucharon aquello último y se rieron por lo bajo; el chico se calló, con las mejillas un poco sonrosadas y dirigiéndole una mirada molesta a Kageyama.

Era la hora del almuerzo y ambos se dirigieron hacia la cafetería de la Universidad. Luego de llenar sendas bandejas con el menú del día fueron en busca de una mesa, y terminaron sentándose junto al ruidoso grupo de amistades que se había hecho Hinata. Mientras él charlaba animadamente con ellos, Kageyama comía en silencio, concentrado en sus propios asuntos, mirando el plato de comida con una intensidad tal que llamaba la atención de algunos en la mesa, aunque nadie le decía nada.

En tanto Kageyama a penas y había hecho nuevas amistades en lo que llevaban de aquel primer año universitario, Hinata, como siempre, ya tenía amigos y conocidos en casi todas las Facultades del predio. Su capacidad para socializar era inversamente proporcional a su capacidad para crecer en estatura, al parecer.

—¿Tiene algo malo la comida, Kageyama-kun? —Le preguntó una de las chicas presentes, sentada frente a él.

—¿Eh? —Tobio levantó la vista y la observó con el ceño muy fruncido.

La otra muchacha se encogió un poco ante su mirada intimidante.

—No, la comida está bien —intervino Hinata con la boca llena, pues acababa de robarle un bocado al plato de Kageyama.

"Sol Invictus"Where stories live. Discover now