Prólogo.

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- ¿Dónde estás?- escuché a mi padre desde el baño.
- ¿Cómo que dónde estoy? ¿En el baño?- lo sabía perfectamente y eso es lo que más me molestaba.
- Llevas exactamente una hora y tres minutos ahí dentro- resoplé fuerte aunque él no me escuchó.
Terminé de peinarme y vestirme y salí, me encerré en mi habitación y tiré la ropa sucia en la cama.
- ¿Elisabeth?- era él de nuevo.
- Qué- contesté de mala manera.
- No te vuelvas a meter el móvil al baño.
Estaba harta de que me dijera eso, siempre lo hacía. Resoplé asegurándome de que esta vez sí me escuchaba y me eché sobre las sábanas.
Conseguí la paciencia perdida y me levanté, cogí la ropa y me fui a echarla a lavar. Lo único malo de aquello es que mi padre estaba ahí, estaba sentado en el sofá mirándome.
Le miré mal y rodé los ojos.
- Como me vuelvas a mirar así...
- Qué- repetí por segunda vez en menos de tres minutos.
No me dio tiempo a gesticular otra palabra, su mano ya estaba en mi cara.
Tragué saliva y salí corriendo a mi habitación, de nuevo. Ni mi hermana ni mi madre abrieron la boca, todo lo que se oía era silencio.
Mi padre nunca antes me había tocado, solo chillado y gritado; nunca me había hecho daño, no físicamente.
Aproveché la maleta que guardaba en mi habitación y la abrí. Metí todo lo que pude en el menor tiempo posible, creo que he debido de hacer un récord guiness de esos o algo.
Cogí un neceser y metí el cepillo, algo de gel y champú, y lo añadí a la maleta.

heartless. - h.s (español) Where stories live. Discover now