Amanecer De Dragones. *Pausada*

Capitulo 1:

Libro 1: Esperanza

Alrededor del fin del siglo XV, la mayoría de los dragones se han extinto o han sido perseguidos y aniquilados por la mano del hombre, considerándolos como amenazas incontrolables.

Los jinetes de dragones eran los más cercanos a esta criaturas majestuosas, pero a raíz de que algunos jinetes veían a los dragones como simples monturas el lazo entre humanos y dragones se perdió. La ultima jinete honorable había muerto hace mucho tiempo y con ella había desaparecido la esperanza de volver a unir los lasos rotos.

Pero parecía haber una pequeña luz que se alzaba para dar vuelta las campanas. 

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En un poblado cerca de un lago muy extenso y profundo.

Se encontraba una muchacha de 21 años, de cabello largo semitrenzado negro y ojos rojos, miraba el horizonte sumida en sus pensamientos, tenia ansias de salir, había algo que necesitaba hacer.

Cuando le dieron la autorización de salir, se fue corriendo como un rayo, pero una monja detuvo su carrera.

-¡¡Rubí!! Dijo la monja insistente, ¿A dónde crees que vas a estas horas?, no ves que el sol esta por caer...

-!!Ahora no, Yamile tengo algo urgente que hacer!! Le dijo con insistencia.

-!Aja!, la miro de arriba a abajo, ¿Tienes algo que hacer? Todos los días, le decía en tono burlón, ¿Todas las tardes...cómo a estas horas? Arquea una ceja.

A Rubí le entro el pánico, estaba sudando.

-Tu ocultas algo, insistió la joven religiosa.

-hemm... claro que no Yami...Arghh...

-¡Espera! Grito. ¡¡¡Ya se qué ocultas!!!....Rubí trago saliva.

-¡Tu...! Rubí tenia ganas de callarla con cualquier cosa que se le cruzara.

-¡Tu tienes un novio jejeje! ¡¡Si así es!!.

-¡¿Qué?!!... le agarro un tic nervioso en el ojo.

-Y dime, ¿Es guapo? se le acerco a Rubí haciéndole ojitos. ¿Tiene hermanos o primos? insistió en su juego.

Rubí suspiro profundamente y aparto a la chica de su camino y siguió corriendo.

Yamile le grito desde lejos, Me cuentas todo cuando regreses, jejeje, rio divertida.

Rubí, una vez lejos del poblado, se aseguro que nadie la siguiera, era importante para ella que nadie supiera a dónde iba. Llevaba una pequeña mochila con algunos objetos, llegando al lago en una espesura de arboles se ocultaba una cueva, con tres entradas entubadas.

Ella sabia a dónde dirigirse en la pared una pequeña antorcha, llegando al final del pasadizo, vio un pequeño desorden, unas cobijas desechas y algunos animales, insectos muertos.

Una gran sombra se asomo detrás de Rubí y se lanzo sobre su hombro.

-¡¡kyaaaaa!! grito y callo al suelo, una pequeña carcajada se escucho.

Rubí sonrió se sentó en cuclillas y agarro con sus manos lo que había saltado hacia ella.

-¡Wargner! jeje me sorprendiste pequeño dragón. Se acerco a la cama improvisada que le había hecho a su pequeño amigo y la volvió a armar y lo puso ahí con algunas nuevas cobijas.

-Hoy va a hacer más frío, no quiero que te resfríes, tomo su bolsa, la cual el pequeño se acerco relamiendo su boca. Rubí le puso su comida y una buena ración de agua.

Wargner es un dragón broncíneo de escamas rojizas y ojos verdes, a pesar de los cuidados de Rubí el pequeño dragón aun no podía desarrollarse completamente. No sabia volar, y no podía comunicarse verbalmente.

Eso le preocupaba mucho a la joven ya que no estaba segura de qué más hacer, le aterraba la idea de que alguien apartara a Wargner de su lado, él era su única familia.

-Si mamá estuviera aquí sabría que hacer, miro a su amigo comer, él le dirigió una mirada confusa.

-Bueno amigo, debo irme, ya sabes no salgas y trata de ser lo más silencioso que puedas. Te prometo que pronto nos iremos de este maldito pueblo solo tu y yo. Rubí se despidió de su compañero y volvió al poblado lo más rápido que pudo, debía estar en su habitación antes de que su padre se diera cuenta que no estaba ahí.