Sobre todo, mía.

Capítulo 9

Llegue a mi casa y dormi, no sé por qué lo hice,  no tenía sueño en realidad pero se sentía como algo que tenía que hacer. Al otro día me saltee las clases y dormí también, pero no me malinterpreten, todo eso no fue por Tom. Simplemente estaba cansada, no quería ir, solía pasarme eso, nunca me gustó el colegio, y no hubo excepción en éste. Cuando me desperte era tarde, y mi celular tenía ya muchas llamadas perdidas de Logan. Por qué, no lo sé, aunque... LA FIESTA.

Dios, lo había olvidado por completo, y no sólo debía bañarme, sino que no sabía que ponerme. Mierda. Bien, Cam no estará contento con mi elección de ropa.

Entre a bañarme,  lo más rápido posible, aunque eso significaba terminar media hora más tarde. Mejor no podía hacerlo, lo siento. Le mandé un mensaje a Logan, pidiéndole disculpas por no atender, y pasandole mi dirección.  Dijo que pasaría en 30 minutos, y esperaba estar lista para entonces.

Fui a mi armario, y me puse la pollera negra, que era de cuero, y de cintura baja. Sí, esa que a Cam no le gustaba. No era tan corta, pero para él, a las rodillas mostraría mucho. Me puse un cinturón dorado, que era más una cadena, por lo que no cumplía el efecto de un cinturón,  era más un accesorio. Pero, bien, tampoco necesitaba un cinturón,  ya que esa pollera era ajustada en la cadera, y luego un poco más suelta. Arriba, me puse un top negro, corto y ajustado, que mostraba parte de mi abdomen. Con las letras de "New York" escritas en blanco. Y una camisa roja a cuadros, de mujer,  arremangada hasta los codos, y, por supuesto, abierta. Deje caer mi pelo por los hombros, y me puse unas zapatillas negras, que tenían escrituras en blanco. Me pinté los labios de un rojo chillón y me puse algo de rimel, con eso ya estaba. Y todavía quedaban 10 minutos. Fui hacia la habitación de mi mamá, aunque ya le había avisado hoy, temprano, que me habían invitado a una fiesta, le volería a decir,  para recordarle.

-Mamá, pasarán a buscarme aquí en unos minutos, sí?

-Bien, hija. Pero no llegues tarde a casa, y no tomes, por favor.

-Por qué tomaría? Dónde va? - Apareció Cam en la puerta de su cuarto.

Mierda, la idea era que no lo supiera, para así no dicutiría con él.

-A una fiesta. -Contestó mamá sonriendo.

-A qué fiesta? Y por qué vas a ir vestida así? -Dijo con un tono duro. Bien, aquí vamos.

-Es una fiesta Cam, es simplemente eso. -Contesté.

-Vas a cambiarte no es así? -Preguntó

-No, Cam. Y basta de esto. -Dije dándome la vuelta y saliendo de la habitación por al lado suyo. Él me siguió.

-Lindsay, quién va a llevarte?

-Un amigo. -En ningún momento frene mi rumbo, no sabía dónde iba, pero no quería discutir. Sólo déjalo pasar, Cam. Pensé.

Él rió. -Claro que no, voy a llevarte.

-No, Cam. No está a discusión.  Pasará a buscarme y es un buen chico.

En ese momento se escuchó el timbre de la casa, y salí corriendo hacia la puerta, y él también. Por supuesto, llego él antes. Y cuando estaba por abrir, se enderezó y tomo un aspecto serio, así intimidaba.

-Hola.- Dijo, su tono más duro que de costumbre.

-Hola, vengo por Lindsay. -Le oí decir a Logan. Comparando sus tonos de voz, se notaba que Logan trataba de ser amable, pero claro, no funcionaría.

-Bien, escucha. - Preparate Logan. -No tomes si vas a traerla, asegurate de que no tomé. No la toques para nada, nada. -Enfatizó -Y traela temprano. Entendido?

Sí, parecía mi padre. Pero no iba a decir eso de nuevo.

-Por supuesto que sí. -Concordó Logan.

Aparecí por atrás de Cam, y le toqué la espalda, ya que era más alto que yo, y así Logan no me vería. Cam se giró,  un seño fruncido ocupaba su rostro.

-Bien, hermanito.  Ya supervisaste todo, me voy. -Y me pare de puntitas de pie para alcanzarle la mejilla y darle un beso allí. -Te amo. -Terminé.

-Ten cuidado, y no quiero que tomes nada. Bajate esa pollera.

-Sisí, como sea. Adiós. Hola, Logan.

No se me pasó la mirada que pasó por su cara.

-Hola Lindsay, estás hermosa. -Dijo él. Sonreí en respuesta y nos dirijimos hacia el coche.

En el viaje hubo un par de conversaciones, pero nada muy importante.  Hablamos de mi hermano, y de que era bastante intimidante. Y hablamos de la hora de llegada. Acordamos que sería a la 1.

En menos tiempo del que me imagine que sería, ya estabamos en la puerta de la casa, dónde se llavaba a cabo la fiesta. Y debería decir, que para algunos, la fiesta ya había comenzado. Muchas mujeres estaban con hombres, y con otras mujeres, en la puerta de la casa besandose. Algunas tenía entendido que eran lesbianas, y estaba bien con eso. Otras, sólo se arrepentirían a la mañana siguiente, si es que recordaban algo. Había muchos basos rojos tirados en el pasto, y gente vomitando a un lado. Bonita imagen. Bajamos del auto, y Logan agarro mi mano. Caminamos de esa forma hasta entrar a la casa, y si la imagen de la puerta era un espectáculo,  adentro merecía un cuadro de honor con las letras "Proyecto X segunda parte" escritas por debajo. Bueno, sí. No sé si era para tanto, pero nunca había ido a una fiesta así. Las fiestas en mi otra ciudad era buenas. Tomaban, vomitaban, se besaban y bailaban. Buenas fiestas. Pero al lado de esta, la anterior era un cumpleaños con pelotero inflable y pizza. En está fiesta, no estaban sólo bailando, parecía que estaban a punto de tener sexo. No sólo había gente besandose, todos se besaban con todos. Hombres con hombres, mujeres con mujeres, heterosexuales, hasta de a tres prácticamente.  Esto era como cualquier película porno existente. Y no que supiera, pero que imaginaba. Logan no soltó mi mano, en ningún momento. Seguimos caminando, y nos sentamos en unos taburetes, al lado de una barra, que había sido instalada allí. La casa era enorme,  eso sí. Logan me preguntó si quería algo de tomar, y por más de que había prometido no tomar mucho, no dije que nada, así que pedí un vaso de vodka. Nadie podía negarse un vaso de vodka, saben? Logan asintió con una sonrisa, y le pidió al camarero que trajera un vaso de vodka, y otra bebida blanca que no reconocí. Y aunque no sabía muy bien qué era, era blanca, y eso era fuerte. Sólo esperaba que no tomará mucho, ya que debía llevarme a casa.

Antes de que llegaran las bebidas, mi mirada se cruzo con él, y me quede mirando su cabello. Estaba de espaldas. Y tenía unas manos enredadas en la nuca. Se estaba besando con otra, de nuevo.