VIII

919 108 11
                                    

<<Lucía>>

Comimos galletas y cada quien contó anécdotas de su vida, tanto tristes como alegres.

Ya era noche, me parece eran las 11:00 PM, cada quien se dirigió a su habitación a descansar.
Pasé por el mismo pasillo que cruzó el señor Thomson, cuando pase por la puerta de su habitación escuché una linda melodía que llamo mi atención.

Recargue mi oreja en la puerta para oír mejor, por accidente la abrí un poco, pude ver al señor Thomson sentado en la cama, con su hija acostada, le acariciaba la cien mientras el cantaba.
Se miraba tierno, parecía otro hombre, a comparación del comportamiento que tubo hace unas horas en la sala.

- No dejaré que nadie te haga daño.
Escuché que le dijo.

Quizá Marcos tenía razón al decirme eso, solo la quiere proteger, el al igual que todos tenemos un pasado y razones suficientes para ser como ser, sostengo.

Retrocedí un paso, y seguí caminando hacia la habitación donde iba a dormir.

Cuando llegue la abrí cuidadosamente, ya que recordé que ahí estaban los niños, cuando entré estaban los tres dormidos sobre mi cama, me acerque a ellos y los cubrí con una manta azul rey, apague los focos y salí de la habitación.

Llegué a la sala buscando la habitación de Adriana, cuando un ruido de la cocina me alarmó, camine hacia allá despacio, estaban las luces apagadas, y según recuerdo aquellas cosas no pueden ver así.
Prendí la luz y mire a Jordan buscando algo en el refrigerador.

- ¿Tienes hambre? - pregunté recargando mi hombro en el marco de la puerta.

El volteo bruscamente con una manzana en la boca.

Solté una pequeña risilla.

- Ah, eres tú - dijo sacándose la manzana de la boca - Solo buscaba, armas, o algo peligroso que estuviera aquí.

- ¿en el refrigerador?

- Nunca se sabe.

Reí.

- ¿sabes dónde queda la habitación de Adriana? - pregunté.

- ¿No tienes tu propia habitación?

- Los niños la ocuparon.

- Oh bien, ya veo - dijo rascando su nuca - Así que ¿dormirás con ella?

- Eso creo.

- Puedes dormir conmigo si gustas - dijo algo serio.

Me quedé en silencio.
Escuché que empezó a reír.

- Es broma, niña - dijo riendo.

- Ja ja ja - reí sarcásticamente.

- Esta por ese pasillo, la segunda puerta a la izquierda - dijo apuntando con su dedo índice.

- Gracias - dije caminando hacia donde me había indicado, dejándolo solo.

Llegué a una puerta de madera café oscuro, di tres golpes seguidos.

- Adelante - escuché que Adriana dijo.

Abrí la puerta y pase.

- ¿puedo dormir contigo? - pregunté - los niños están en mi habitación y...

- claro - dijo interrumpiendo.

•~•~•~•~•~•

Abrí los ojos y me encontré en mi habitación, estaba algo oscuro, lo único que me permitía ver era la luz de la luna entrando por la ventana de mi habitación.
Me puse de pie y camine hacia la puerta la cual me llevaba al pasillo.

VirusWhere stories live. Discover now