Introducción

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Ya había pasado demasiado tiempo desde que los héroes de Morioh habían logrado alcanzar la completa paz de ese pequeño y atractivo pueblo, luego de acabar con el legado de Yoshikage Kira y con las demás amenazas que habían provocado la mala posesión y uso del Arco y la Flecha, ahora siendo protegida por la fundación Speedwagon, aunque aun creen que posiblemente nuestros anónimos héroes no sean los únicos en tener una habilidad tan poderosa y útil como la de poseer un stand y...

Esa es una historia aparte.
Todos los usuarios de stand, desde Higashikata Josuke hasta el infame Tamami habían continuado tranquilamente con sus vidas: estudios, trabajos... En pocas palabras, habían conseguido una vida tranquila. (Eso no quita que hayan utilizado sus stands para hacer el bien o... para aprovecharse de que las demás personas no podían percibir sus habilidades.)

Una de las personas mas destacadas en el descubrimiento del misterioso asesino de Morioh, había sido Kishibe Rohan, ese famoso y fanfarrón mangaka que siempre había logrado tomarse su trabajo con seriedad y con una facilidad nunca antes vista en un dibujante, y que al parecer, no tiene ningún interés en dejar su oficio o en tomarse tiempo libre (con excepción a aquella vez donde Josuke le dio una buena paliza). Su manga estrella 'Pink Dark Boy' ya había alcanzado una gran popularidad en el mundo del shonen (y mas aun luego de la adición de los nuevos personajes -luego de haber utilizado la memoria de Koichi, de haber recibido las feroces golpizas de Crazy Diamond, y todas las demás aventuras-), pero Rohan no solo estaba a cargo de aquel manga, sino que también estaba entrando en otro genero, mas bien para un publico femenino, que trataba de un ángel que había bajado del cielo para buscar su identidad, pero para poder saberlo, debía de ayudar a los demás, a pesar de que no tenían la capacidad de verla, con excepción de una persona, con el que se adentra a aventu----demasiados detalles. A pesar del salto repentino a este genero, 'Shugo Tenshi' ("Ángel Guardián", el cual era el nombre de este manga), logro también su respectiva relevancia y fue otro éxito del "gran Rohan Kishibe" (como él se autodenomina) ademas de que el esfuerzo que le ponía a dicha obra era increíble.
Pero el arrogante mangaka no simplemente había creado esa historia porque si, sino que se había basado mas bien en la historia de su ángel guardián: Reimi Sugimoto, quien no había vuelto a ver desde la muerte de Kira, y por quien se motivo a comenzar la investigación del recién nombrado asesino. A pesar de que nadie lo vio pasar por Ghost Valley en otra ocasión que no sea con Koichi o con los demás "miembros de la investigación", Rohan solía visitar constantemente a la difunta Reimi y no necesariamente porque había encontrado pistas, sino porque él había comenzado a admirar de ella, su salvadora, su heroína.

Tocando la Puerta al Cielo. Where stories live. Discover now