Sonrisa Fingida |TERMINADA|

Capítulo 12: Ya No

—No lo creo hija— niega— ya estuviste mucho tiempo allá encerrada y lo mejor es que estés con nosotros

Con los labios fruncidos para mantenerme callada asiento colocando en silencio los platos en la mesa mientras escucho a la vez el auto de papá llegar el cuál al verme como tenía previsto actuó igual de dramático y afectivo que mi madre a diferencia de Eduardo que solo me dio una mala mirada para después decidirse a ignorarme y lo cuál preferí porque tampoco lo soportaría en la comida.

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Viendo televisión o más bien buscando algo un poco interesante que ver me dedico a pensar que enserio mis padres tienen un serio problema cuando se refieren a mí porque ahora no quieren que vuelva a mi cuarto al menos que sea para poder dormir porque ya tienen miedo de que no vuelva a salir.
La interrupción repentina a mi lado me quita el control de mis manos haciéndome voltear rápidamente mientras junto mis cejas en señal de desacuerdo ante aquél acto.

— ¿Ahora qué quieres? — comento irritada al ver que es David.

—Perdón — rasca su nuca dejando el control a un lado— pero te vi tan entretenida que pensé que no me notarías

—Mejor no molestes y alargues lo que quieras decir porque no quiero hablarte — le corto con seriedad.

—Lamento lo de Samuel — frunzo el ceño ante lo dicho por su parte

— ¿Qué? — pregunto confundida al pensar que lo había escuchado mal pero al ver su sonrisa ruedo los ojos.

—Es enserio Rose, admito que él no me caía bien porque estaba tras de ti, pero tampoco le deseaba eso— se encoge de hombros

—Ajá — contesto fijando de nuevo mi atención a la pantalla de la tv no creyendo en lo que dice mientras escucho un suspiro de su parte

— ¿Porque no fuiste a su entierro? Eso fue raro porque hasta prácticamente todo el salón estaba ahí.

—Ya estoy cansada de decir lo mismo, solo no quise ir porque no me gusta ver caras hipócritas— volteo a verlo — así como la tuya. Ya sabía que toda esa gente iba a estar allá, solo me ahorre molestias. Y ahora que ya acabaste con tu mentirosa lástima puedes marcharte porque sinceramente no te soporto.

—Rose… — me mira dolido y ofendido ante mis palabras haciendo que sin poder evitarlo ruede los ojos— no quiero que me detestes, enserio quiero que nos llevemos bien

—Lástima entonces —ladeo una sonrisa al verlo —porque eso no pasará, además ¿porque tanto interés ahora? No te entiendo

—Pensé que era obvio que ya sabías que me gustas — me interrumpe con determinación mirándome fijamente

—Que asco— genero una mueca viéndolo mientras me levanto.

—Me estoy cansando Rose — refuta entre dientes levantándose también— estoy hablando enserio, disculpándome contigo y de tu parte solo recibo malos tratos — termina de hablar enojado.

—No te quejes porque tú te lo buscaste — determino con frialdad viéndolo cambiar de expresión

—Solo déjame ser tu amigo

—Nunca tendré amigos como tú David, te odio y prefiero antes morir que pasar más tiempo contigo, eres ridículo y nunca aceptaré tus falsas disculpas.

Salgo al patio ignorando su respuesta y expresión enojada debido a que ha arruinado el poco buen ánimo que me quedaba.

Sentándome debajo del árbol evitando el sol en mi cuerpo suelto el aire al pensar la última vez aquí en compañía de Samuel. De aquél ingenuo chico que se ha metido ahora en mi cabeza.

Niego ahora frustrada pensado en las estúpidas palabras de David. Eso no debió pasar y no quiero su atención, él no me interesa para nada, al contrario, es uno de los tantos que quiero a muchos metros debajo de mí.

Mirando al cielo me cuestiono si de verdad vale intentarlo, ¿Porque seguir? Ellos no se merecen la calma y yo en serio merezco ser libre, hacer lo que deseo sin la necesidad de ocultarme, ya no quiero seguir fingiendo y ellos son los que deberían ocultarse, no yo.

Patética y maldita vida condenada a la injusticia.

El portón siendo abierto me distrae de lo que pienso haciéndome voltear para ver a María ingresar sin preocupaciones a la casa la cual al verme sonríe acercándose a mi lugar sin ser invitada y a la cual decido ignorar recostando mi cabeza en la madera.

—Lamento lo sucedido con Samuel— escucho su molesta voz hablarme — y también lamento lo que te dije —abro los ojos volteando a verla sentarse a mi lado— sinceramente no sé qué pensaba para comportarme así contigo.

Sonrío con gracia ante sus palabras ganándome su mirada confundida

— ¿Sabes qué? A mí no me interesan tus palabras tampoco, mucho menos tu lástima — digo sin borrar mi sonrisa ante su asombro. Estoy cansada de la humanidad y mucho más de personas absurdas como ellas, así que ¿para qué abstenerme ante la verdad? — tú no piensas porque tu cerebro no funciona tonta. ¿Te confieso un secreto? — Me acerco más a ella hasta casi susurrar en su oído — yo solo me junte con ustedes para tener amigos porque eso me convenía pero sinceramente no me interesaba lo que les pasara

— ¿Qué te pasa?— se aparta bruscamente mirándome aturdida — ¿porque dices esas cosas? Que seas severa no te da derecho a tratarme así— habla ofendida

—Solo soy sincera — me encojo de hombros restándole importancia — así que mejor acostúmbrate porque no tolero tu presencia ¿sabes?  Me das asco— arrugo mi nariz — así que mejor vete insecto horroroso.

— ¡Yo soy la que no te soporta a ti amargada! Nunca volverás a tener amigos por eso  y mejor quédate sola ¡Loca!

Rio por sus palabras mientras niego al ver su expresión molesta

—Puedo ser lo que quieras pero estaría más que feliz al estar sola, y como ya te dije vete— ladeo una sonrisa al verla levantarse — o te daré el gusto de ver lo loca que puedo a llegar a ser capaz de verdad — expreso ahora totalmente seria ganándome una mueca asustada en su rostro.

—A-Adiós— retrocede para entrar después con rapidez a la casa.

En definitiva esto ha sido uno de los mejores entretenimientos en mis últimos años pues me fascinó ver su expresión de miedo hacia mí. Tengo unos inmensos deseos de poseer su persona para poder hacer realidad lo que mi mente proyecta; hacer sufrir físicamente a una persona no debería ser delito porque parece tan divertido

Lo prohibido es fascinante y la verdadera diversión una condena.

Y decidiendo levantarme sonrío por última vez hoy.

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Att: MM.

*** (Capítulo Editado) ***