Peter Parker, un héroe y también estudiante que vive en la ciudad de Nueva York con su dulce y única familia: Su tía May.
Wade Wilson, un astuto mercenario con gusto por las bromas pesadas y dueño de un pequeño apartamento en esa misma ciudad.
Con u...
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Estaba ahí, en ese bar perdido en los rumbos bajos de la gran ciudad, con esa música desastrosa retumbando en sus oídos causándole aún más fastidio. —¿Otra chica que se va? —Bromea su amigo detrás de la barra, sirviéndose una bebida que se toma de un solo trago ruidosamente, a Wade no le hace gracia el comentario, en su mente aún ronda la imagen de esas manos sosteniendo las de su chico. —Lo sabes bien, deja ese cuento acerca de mí saliendo con mujeres; es él.
—Ese niño—Repitió su amigo, con la garganta afectada por el ardor de lo que se acababa de tragar, no hay contestación a sus palabras—Déjalo ya, por favor, mírate, eres ridículo amigo, me dijiste que no serías un héroe de ninguna manera; y éstas semanas has estado haciendo parte del trabajo que le corresponde a ese rubio de traje azul y su amigo metálico volador—Declaró, poniendo sus codos sobre la barra para mirar a Wade—Aunque debo decir que arreglarte la cara fue un detalle increíble, literalmente.
El mercenario bufó, sabía que ese trabajo que se había otorgado a sí mismo era el que Peter solía hacer, antes de llevarse la gran desilusión. [La cual parece estar superando de maravillas] Decían las voces. [Harry... Ha-Harry...] Le hacían imaginar a Peter tendido en la cama, bajo un cuerpo que no era el suyo, haciéndole disfrutar y olvidar los problemas al mismo estilo que lo hacían las mujeres de este bar.
—No puedo dejarlo.—Ahora el que bufó fue Weasel, quien le ofreció una bebida—Sabes que eso no me hace ningún efecto—Estaba fastidiándose de que su amigo lo incitara a evadir el tema.
—Bueno, ¿ahora qué pasó entonces, héroe de Nueva York? —Sabía que su amigo, el mercenario bocazas, detestaba la nueva fama que los periodistas le habían brindado ante la ausencia de Peter.
—Lo vi con otro en su habitación. —¿Cómo? ¿Estaban..—La frase fue completada con señas "obscenas" de manos, indicando un acto sexual.
—No, eso no—Dijo—Aún... pero lo estaba tomando de la mano.
—¿Desde cuando eres una colegiala celosa? —Weasel no podía creer las quejas de su amigo—Hombre, es un niño, no me digas que él tiene el control sobre ti—De nuevo no hubo respuesta—¿Y creías que haciendo todas esas cosas de "héroe" te perdonaría...? Ok... Déjame llegar a las respuestas por mí cuenta—Dijo al ver la seria mirada de Wade, era algo deprimente ver a un sujeto como él en esta situación—Pero es un chico, y le gustas, sabes que le gustas porque te besó en Navidad—El recuerdo parecía hacer sentir mal a Wade—Y hubo "acción" esa noche que te quedaste en su casa... Tal vez hasta te quiere—Eso iluminó y atrajo de nuevo la atención de los ojos dorados—Digo, le salvaste el trasero varias veces, fuiste un buen amigo con él, incluso cambiaste por ese sujeto... Creo que llegó a querer ambas partes de ti, tanto a Wade el perdedor como al mercenario, y yo creo que ninguno de los dos es fácil de reemplazar, ni siquiera con un ex amigo urgido—Dijo refiriéndose a Osborn, la expresión hizo reír a Wade, quien miraba distraído la fría bebida de Weasel.
