I

4.3K 304 160
                                    

Hace un tiempo decidí entrenar con Brian Orser, un gran excampeón de patinaje y además una leyenda para Canadá. No tenía dudas en dejar mi futuro en sus manos, pero no fue solo su buena reputación y gran fama que me hizo querer estar junto a él, no...para nada, puede ser un gran entrenador pero, yo he ganado campeonatos antes sin necesidad de ser su pupilo, pero entonces, ¿por qué estoy aquí? 

Una razón...

-Hey Yuzu! Buen trabajo! -Dijo Javier dejando ver su hermosa sonrisa mientras aplaude del otro lado de la pista.

-¡Gracias Javi! -dije acercándome rápidamente a él.

Sí, Javi. Javier Fernandez es mi razón.
Este hombre se ha robado mi corazón por completo; hermosa sonrisa, cuerpo perfecto, ojos perfectos, sentimientos perfectos... ¡Es todo un sol!. Desde que me enteré de él, las tantas veces que le gané, no pude sacármelo de la cabeza... pero tengo un problema.
Javi, es completamente heterosexual y además tiene novia, sé que él nunca podría aceptar mis sentimientos y qué va, jamás se los diría; no me gustaría arriesgarme a dañar nuestra amistad solo por un sentimiento anormal.

Una hermosa japonesa llamada Miki es la gran afortunada de estar a su lado, junto a su hija claro. Sí... hija de ella. Nunca podría pensar nada malo pero ¿por qué Javi tiene que estar con una mujer que le lleva 5 años y crían juntos a su hija? ¡Es realmente estúpido! Bueno... al fin y al cabo, es amor ¿no? Lo mismo que yo siento por él.

-Yuzu, cada vez perfeccionas más tus Quads! Pero si sigues pensando cada vez que vas a realizar uno seguirás fallando!

-Lo sé Javi -dije con un suspiro- Pero es algo que hago sin querer, no es tan fácil, además ¿No deberías estar ya en casa?

-Tks sí, pero llevas semanas quedándote de último en las practicas, me preocupa que en algún momento por exigirte tanto te pase algo, así que hoy decidí quedarme y ver que no te pase nada malo- Dijo Javi con tono de preocupación y de protección, como si sus palabras fueran dirigidas a un bebé. Y eso enamoraba más al japonés.

Estaba feliz y algo sorprendido, sí, bien, Javier se preocupa por mí y era muy diferente con mi persona, pero siempre me he dicho que era por la relación tan cercana de amigos que tenemos, pero aquello me tomó por sorpresa. Era cierto, llevaba ya varias semanas quedándome a entrenar hasta altas horas y aunque Javi se preocupa por mi, jamás se me cruzó la idea de que este se quedaría hasta tan tarde viendo y esperando por mi y más... cuando simplemente podía preguntarme el por qué lo hacía.

-Gr..gracias Javi, no tenías porqué hacerlo -dije de manera algo nerviosa por lo dicho anteriormente

-Vamos Yuru! Somos amigos, no? -preguntó cerrando los ojos dejando ver su preciosa sonrisa, esa tan característica de él

-Tienes razón... somos amigos- dije de manera algo triste sin escuchar lo que me decía Javi, olvidándome por completo de él ya que no pude evitar hacer énfasis en sus palabras, esas palabras que me causaban tanto dolor "amigos"... Cómo es que soy tan tonto? Siempre me la paso pensando en lo feliz que estaría por tener algo con Javier y lo hermoso que sería que en las mañanas en vez de despertar a Miki con un beso lo hiciera conmigo... Tengo tantas ganas de llorar... tantas, siento que si no salgo de aquí voy a caer en mar de lagrimas y no, no puedo hacerlo, no frente a él... solo necesito irme de aquí, a mi apartamento, NECESITO SACAR DE MI MENTE CUÁNTO TE AM...

-HEY YURU! ¿Acaso me estas oyendo?- dijo sacándome de mis pensamientos.

-Oh, sí claro! - contesté algo avergonzado por dejarme llevar con pensamientos tontos.

-Se te ha ido la cabeza, ¿en qué piensas?

-Pues nada, solo que estoy muuy cansado -mentí, solo con estar cerca de él me hacía recuperarme de todo- y quiero ir a casa a descansar y comer algo.

-¿Por qué no te quedas en mi apartamento?-preguntó de manera despreocupada- Y si es por comida no te preocupes, podemos preparar algo- dijo.

-¿Qué? ¿estás seguro Javi? No me gustaría incomodarlos.

-¿Incomo...darlos? ¿A que te refieres? -dijo de manera inocente, ganándose un gran signo de interrogación que se posicionaba encima de mi cabeza.

-A ti... Miki... tú sabes Javi, no me gustaría ir a comerles la comida, me da pena- dije en un puchero mientras bajaba la mirada inflando mis cachetes tratando de hacerme el inentendido, ganándome una gran carcajada por parte de Javier.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJA Vamos Yuru! ¿Qué me dices? Yo... -dijo bajando su tono de voz y llevando sus ojos al piso. Pude notar cómo se entristecía mientras empezaba a decir algo que por muy malo y egoísta que suene, no pude evitar sentir felicidad: -Terminé con Miki.

No pude evitar abrir los ojos como platos, mi corazón estaba a un ritmo muy acelerado, no sabía que hacer ni qué decir. ¿Estaba escuchando bien? ¿Terminó con Miki?  Aún no podía creerlo, pero unos ojos posados en mí de manera fría esperando una reacción me hicieron volver de mi pequeño trance.

-Y..yo...yo no sé que decir, lo..siento -dije bajando la mirada.

-No te preocupes, no es nada por lo que sentir lástima sabes, además, no podía seguir viviendo en una mentira cuando me gusta otra persona.

-Otra...persona? ¡No puede ser! ¡¿Engañabas a Miki cómo te atreves?! -refunfuñé mientras le daba ligeros golpes en sus brazos.

-Jajaja cálmate, enamorarme de otra persona no es engañar -dijo aún riéndose.

-Ojalá fuese yo -dije dejándolo de golpear en un susurro inaudible, algo que había pensado y salió solo en un movimiento de labios que jamás se podría escuchar pero al parecer no medí bien.

-¿Qué dices? ¿Que si fueras tú?- dijo sorprendido.

No podía creerlo. ¿Me había escuchado? Esto esta mal, muy mal, lo más probable es que me odie y me diga que soy asqueroso, que le doy asco, que no entiende cómo es que pudo llegar a ser mi amigo, seguro se irá lejos de mí cambiando su horario de entrenamiento. No, eso no, peor... Quizás cambie de entrenador y solo pueda verlo en competencias. ¿Cómo pudo pasar esto? ¡NO, NO, NO!

-Ehhm yo... yo lo siento -dije con lagrimas amenazando por salir -No quise decir eso yo...

-Eres tú -dijo para luego regalarme una sonrisa que mostraba sinceridad a lo cual no pude evitar llorar.

-Pero... pero esto no es normal.

-No, no lo es... Pero ¿A ti te importa?- arqueó su ceja.

-Nnn...no -dije, por supuesto que no. ¿Cómo podía molestarme que por fin la persona que amo diga que siente lo mismo por mi? Está loco.

-Entonces...- dijo tomando suavemente mi rostro secándome las lágrimas- ¿Vamos a mi apartamento? Está mas cerca que el tuyo y es tarde.

-Está bien.-le dije con una sonrisa.

Sol☀ [Yuzuvier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora