Capítulos 1 y 2

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Capítulo 1

Desde el principio del concurso, los participantes se habían dividido en varios bloques, eso era absolutamente normal, había ocurrido con todos los reality-shows de aquel tipo. Los concursantes se agrupaban por afinidades, por buscar mayores ventajas de triunfo o, simplemente, por atracción sexual. A medida que se iban expulsando participantes, los grupos se iban reduciendo de unidades. En algunas ocasiones era un grupo entero el que desaparecía.

Ahora, sólo uno de los grupos iniciales se mantenía: el que formaban Eloïse, Aoki y la rusa Anya. Los demás se habían disgregado, y los otros tres participantes iban cada uno a la suya. Éstos llamaban a los primeros los raritos, dadas sus formas de ser tan poco ortodoxas.

Los raritos estaban apartados del resto, charlaban en una de las habitaciones donde dormían.

Eloïse y Aoki se entendían muy bien, casi como hermanos siameses. En cuanto a Anya, simplemente se sentía fuertemente atraída por el japonés.

—Hay algo en todo esto que apesta de una forma asquerosa —Eloïse arrugó la nariz enseñando una fea mueca.

—Es que todo es muy raro, como una mala novela de ciencia ficción de principios de siglo. Hay demasiadas cosas que no encajan… o que encajan en la idea de que nos están engañando — continuó el japonés.

—¡Aún resultará que te comenzará a gustar lo que diga la pija ésa!

Aoki sonrió ante el comentario de Eloïse.

—Creo que deberíamos coger unas muestras de ese polvo y analizarlas —el inglés de Anya tenía un fuerte acento ruso, la distorsión de la voz por la baja gravedad daba a su tono una gran masculinidad.

Un brillo destelló en los ojos de Eloïse.

—¿Por qué no se nos habrá ocurrido antes? ¡Maldita sea! Hagámoslo antes de que lo hayan limpiado todo o que queden las muestras contaminadas.

La propia Anya cogió, de la misma habitación, una pequeña cantidad y la depositó en una diminuta bolsa de plástico esterilizada.

—Cogeré más del comedor, puede que tengan un origen distinto.

Unos minutos después Anya regresó con otra bolsita con polvo.

—Voy a laboratorio, quiero analizarlas ahora mismo.

Sus dos compañeros la siguieron.

Cada uno de los integrantes del SBBO era gente muy preparada, con algún que otro doctorado en sus respectivas disciplinas; y habían sido entrenados como verdaderos astronautas durante unos cuantos meses previos al inicio del concurso.

Anya era bioquímica y había convertido el laboratorio de la nave en su segundo hogar. Era un espacio muy pequeño, pero contaba con los últimos avances en instrumentos analíticos y robótica computerizada.

Los tres entraron y mientras Anya ponía en marcha el instrumental que necesitaría, Aoki y Eloïse se situaron en un rincón para evitar molestar. La levitación por la peculiar gravedad de la nave convertía cada movimiento en algo que requería suma paciencia y tranquilidad.

—¿Qué pretendes encontrar? —preguntó el japonés.

Anya le miró a los ojos, quería agradarle al máximo.

—Bueno, el polvo puede tener varios orígenes; pero se podrían clasificar en dos: de la Tierra y de fuera de ella.

»Ambos tipos son fácilmente distinguibles con el instrumental que hay aquí. Pero antes de aventurar hipótesis alguna prefiero saber de qué estamos hablando.

Cromáticas: Herederos de la Tierra; Disco Rojo.Where stories live. Discover now