Capítulo 44: "Las cosas nuevas que sé de ti - Parte 1".

Start from the beginning
                                    

Recuerdo a la mujer pelirroja que vi cuando me accidenté. ¿Ella es la mamá de Sharick? De ser así, ¿por qué tanto misterio con ella? Ya nos vimos una vez. Dos, contando en el karaoke.

Miento: tres veces, cuando la vi con Cole.

Lo más lógico es creer que ella no es la mamá de Sharick... ¿Quién es? ¿Cuál es la misteriosa chica que le rompió el corazón a Jax y lo convirtió en todo un Don Juan?

—¿Murphy Reedus? —Una mujer de traje blanco llama. Elevo la cabeza junto con las cejas en su dirección. Ella me mira—. Es su turno.

Asiento dejándole a una dormida Maya el libro Derechos de Amar, el mismo que tiene una dedicatoria completamente alucinante como la anterior.

«Para "La Caperucita Roja".»

¿Esperaban algo más? Yo quería un testamento del tamaño del mismísimo libro, pero eso sería mucho pedirle. Y siento sincera, creo que esta vez, el que Jax se haya acordado de mí en Navidad y dedicara su tiempo para que Mika firme, resulta mucho más especial.

Me estoy volviendo en una tonta enamorada... ¡De verdad comenzaré a vomitar corazones y gomitas de colores!

Basta.

Golpeo el hombro de Maya para que despierte. Asustada y desorientada, seca la saliva rebelde que osa a escaparse de su comisura, mira hacia los alrededores ubicándose, me busca y hace una mueca, como si verme de pie, esperando que reciba el libro, fuese todo un fastidio para su persona.

Intentaré no juzgarla, después de todo fue la única que aceptó venir aquí cuando recordé que tenía una cita con el traumatólogo.

Hoy le diremos adiós a Denny.

—Sostén mi libro y cuídalo con tu alma —le ordeno tan seria como un moái.

Me encamino cual tortuga hacia la enfermera que llamó mi nombre, luce impaciente esperando a que llegue.

Ella ve una pelirroja caminando en cámara lenta. Para mí este momento es similar a ese instante donde el hombre pisaría la luna por primera vez. La música épica suena desde los parlantes celestiales retumbando en un estallido de voces gloriosas que se estallan con cada paso.

Un pequeño paso para la enfermera, un gran salto para Murph.

—Murph, si no te apuras, te dejaré aquí tirada para que los jotes vengan a devorar el poco trasero que tienes.

Oh, qué linda es la amistad.

Estoy cargando a Denny en mis brazos como si se tratara de un bebé nacido. Soy una madre despojada de su pequeño, al que recién parió. Vi como la partieron en dos con una sierra que casi provoca un paro cardiorespiratorio. Vamos, estaba tranquila con mi pierna estirada luego de escuchar que mi silenciosa amiga iba a terminar en el tarro de la basura, entonces el tipo demoniaco exiliado del inframundo se giró con una sierra como si fuera... ¡No sé! Dentro de mi desesperación terminé cayéndome de la camilla estrellando mi trasero contra las baldosas. El demonio en la tierra detuvo la sierra mientras la enfermera, horrorizada, hizo lo posible por levantarme.

Un pequeña sesión psicológica —muy improvisada— llevó a decirme que no tenía que preocuparme por la sierra, me aseguraron que mi pierna no pasaría de rota a enyesada y luego a partida en dos. Palidecí buscando alguna forma de controlar mi sudor excesivo. Apreté los ojos, dientes, manos y hasta el trasero. La sierra volvía a sonar.

Todo acabó en el momento exacto que mi alma se separaba de mi cuerpo.

La mano izquierda de Lucifer iba a tirar a Denny, por lo que decidí quedármela.

Eso es amor puro e inocente.

—¡Tira ya esa cosa!

—Denny es importante para mí, ¿cómo puedo despojarme de mi pequeña? ¿Sabías que daba buenos pisotones con ella?

—Sí también caminabas como una anciana —Maya arruga su perfecta nariz, mirando mi debilucha pierna—. Cariño, no quiero ser mala, pero tu pierna necesita una buena depilada. Ahora. Antes de que alguien aparezca y vea que andas con un calcetín rojo en una pierna.

Me inclino para mirar mi pierna. En efecto, mi pierna puede pasar desapercibida como la de un oso.

—No puedo caminar como Dios manda, Maya. Mi pierna se siente tan ligera... Creo que en cualquier momento se romperá en dos.

—Debiste traer unos jeans. —Hace un extraño ruido con su lengua como el de un insecto, negando con la cabeza—. La señorita trajo zapatillas, un libro, pero olvidó los jeans.

—A mí no me da vergüenza enseñar que tengo una pierna velluda, es algo natural y se justifica.

¿A quién intentas engañar? Si alguien te ve así morirás de vergüenza.

Calla, al menos déjame como una valiente mujer moderna frente a los demás... Cielos.

La rubia adelanta el paso saliendo hacia la acera. Los autos pasan, ninguno muy interesado en detenerse. Camino tras Maya, con la pierna volando a mi lado. Realmente se siente extraño. Muy extraño. Jadeo reafirmando el abrazo hacia Denny y me apresuro en llegar al lado de mi amiga.

Sin embargo, una voz infernal sacude mi mundo.

No, no, no, no... ¡No ahora!

...............

Les cuento que me voy de paseo, así que no pude hacer el capítulo más largo. Esta no es la mitad de lo que correspondía... Pero wenons, no quería dejarlos sin capítulo.

¿Qué les pareció las 20 cosas sobre Tenorio?

#AdiósDenny :( Maestro, tóqueme la canción más triste :(

Tal vez suba el otro capítulo aquí mismo, así que estén atentos. 

Los jamoneo con carne mongoliana :*

Cambiando tus Reglas TR#3 ✔️| DISPONIBLE EN FÍSICOWhere stories live. Discover now