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La mañana ya estaba avanzada y aun los jóvenes no se levantaban, la abuela Mei ya había ido a ver que le sucedía pero al ver tal escena de los dos chicos completamente desnudos y abrazados decidió que era mejor no molestarlos.

-Mamá, ya es muy tarde. No verán nada de la ciudad si siguen dormidos.

-No te preocupes cariño que se levanten cuando quieran, el fin de semana es largo y ustedes no se irán hasta el domingo. Hoy es Viernes, déjalos disfrutar un rato mas.

-De acuerdo. Tom y yo iremos a la ciudad, te encargo a los chicos.

-No hay problema cariño tu solo ve.

Esta era la oportunidad que la anciana estaba esperando, estar a solas con los dos muchachos. Ella sola se las podía apañar para hablar con cada uno por separado. A las 2 de la tarde aproximadamente Adrien se despierta desorientado. Recordó la noche anterior mientras una sonrisa surcaba su rostro al ver a la azabache.

-No se que hiciste conmigo, pero me gustaría que supieras que te quiero.... no solo como a una amiga- susurro a la chica. Marinette seguía dormida cual roble así que no le preocupo mucho que lo escuchará. Se levanto y vistió para salir del cuarto a saludar al resto de la familia.

-Buenos días. -dijo con confianza en sala pero en esta solo se encontraba la anciana Mei.

-Querrás decir buenas tardes muchacho. -responde la anciana desde su cómodo asiento.- Ya van a ser las 3 de la tarde mi niño.

-¿3 de la tarde? ¡Vaya! No creí que fuera tan tarde y eso que Marinette quería salir.

-No te preocupes siempre es así con Mari, es una dormilona y aun peor si esta cansada.

El recuerdo del porque estaba cansada la azabache hizo que le rubio se sonrojará.

-Adrien -le llamo la anciana- Dime.... ¿Que sientes por mi nieta? Y mas te vale no decirme ninguna mentira porque podré notarlo.

-Yo... eh... -no sabía que decir, la pregunta le había tomado desprevenido

-¿Sabes? Apenas llegaron los vi como si ya fueran una pareja.

-No, no señora. Marinette y yo sólo somos.... amigos -dijo lo último casi en un tono de desilusión

-¿No te agrada ser su sólo su amigo?

Suspiró. Ya no valía la pena tener todo en secreto si podía confesarlo podría quitarse parte de un peso que siente desde la noche anterior.

-Quiero a Marinette...... La amo -le confiesa a la anciana. Esta sólo la miro muy feliz.

-Mi familia ya se había dado cuenta de eso y no querían dejarme a solas con ustedes por o mismo. Muchacho si mi nieta te gusta debes arriesgarlo todo. Mientras tú estas aquí sin hacer nada hay un chico allá afuera quien puede encontrara y darle el amor que ella quiere. -casi e grita la anciana

-Buenas.... -llega Marinette. Era ya un momento incómodo pero al parecer la chica no se había percatado del intercambio de ideas entre su abuela y su amigo.- ¿Sucede algo? -se intrigó a ver a las dos personas muy calladas.

-No, no sucede nada. ¿Como estas? -pregunta el chico.

-Bien solo algo cansada. ¿Donde están mis padres?

-Fueron a la ciudad. Ustedes dos estaban tan dormidos que tu madre no quiso despertarlos así que se fueron sin ustedes.

Ambos estaban rojos por lo dicho. Alguien los vio y ellos estaban sin ropa, para colmo abrazados.

Amigos Con DerechosWhere stories live. Discover now