Capítulo 1

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Capítulo 1

El comienzo empieza con el inicio >:v9

El tiempo pasó y un niño de trece años debía ir con su mamá de forma obligada a comprar ropa para el colegio.

-¿Por qué debo ir?- siguió rezongando mientras esperaban una de las micros que los llevarían a su destino, la madre ya cansada y ligeramente molesta, le replicó por milésima vez.

-Porque necesito asegurarme de que la ropa que compre te quede bien.

El niño no le creyó, o más bien no le importó en lo absoluto, nunca le importaba, por él, la simple idea de "perder el tiempo" comprando ropa (así lo llamaba) se podía ir a la mierda. No le importaba que le compraran mientras no tuviera que ir.

Pero ese día no tuvo suerte, debía ir.

Finalmente, con resignación, Joaquín dejó de insistir y, armándose de paciencia esperó lo inevitable, un día de comprar ropa con su mamá.

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Horas después con una bebida en la mano, un montón de bolsas en la otra y la feliz sensación de que por fin volvían a casa, nuestro protagonista se sentía mejor que en todo el día, demostrándolo con una sonrisa de oreja a oreja.

A pesar de que las ultimas horas habían sido casi interminables, logró portarse lo mejor que pudo.

No hizo nada que los hiciera perder tiempo, se portó lo mejor que pudo, cooperando en todo lo que necesitaba su madre y, finalmente volvían tras largas horas de paciencia.

La madre también estaba bastante contenta, su hijo se había portado maravillosamente, lo que le permitió comprar todo lo que necesitaba.

Mientras pensaban en todo eso, se dirigían donde el papá del niño los esperaba con su auto, en vez de tener que tomar una incómoda micro.

Media hora más tarde estaban en su casa sin saber lo mal que lo pasarían ni porqué.

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-Joaquín – lo llamó su mamá desde la cocina, el niño interrumpió lo que hacía para poder ir con ella inmediatamente sino quería ser gritoneado ni nada por el estilo, su mamá podía ser muy enojona a veces, muchas veces.

-¿si mamá? – preguntó mientras entraba a la cocina, el olor de los fideos y la salsa casi listos inundaba el lugar provocando que se le hiciera agua la boca.

-ve a buscar a tu papá, la comida está casi lista- anunció, en ese momento un enorme estruendo se escuchó desde el segundo piso de la casa, la madre, de nombre Carolina arqueó una ceja y suspiró con resignación, supuso que sería alguna de los trabajos del padre– ve a ver qué pasó por favor.

Joaquín obedientemente salió de la cocina y se dirigió hacia la escalera pasando junto a la pieza de su hermana mayor ubicada en el primer piso, y, una vez que empezó a subir se preguntaba qué era lo que había hecho tal ruido, pues por lo que el supiera no había nada excesivamente pesado allí arriba y las herramientas estaban guardadas en el armario de debajo de la escalera.

Una vez arriba se puso a revisar.

Primero entró a su pieza: nada fuera de lo normal, excepto el olor, la habitación apestaba, abrió la ventana y dejó entrar el aire.

Segundo la pieza de sus papás: tampoco encontró nada que fuera diferente al principio, el lugar estaba inmaculado como siempre, entonces miró la ventana y ahogó una exclamación, esta estaba rota y habían manchas cafés en los trozos de vidrios que quedaban en el marco.

la vida ¿o muerte? de un magoWhere stories live. Discover now