Got my heart made up on you

5.6K 575 96
                                    


Derek Hale tenía muchos problemas, para empezar era la oveja negra de su familia de lobos, irónico, no es que no le gustara ser lobo, es que él no sentía esa necesidad de cuidar de todos, de estar ahí para cuando una viejita quisiera cruzar la calle ni para cuando un gatito se quedara atascado, a él simplemente no le iba hacerla de héroe, tampoco la de sonreír a todo el mundo y fingir que le encantaba tener pegado a él a la chica con la que supuestamente se iba a casar.

Era capaz de rasgarle la garganta con sus dientes si la chica seguía insistiendo en que se iban a casar, primero se casaba con el tío Peter antes de si quiera considerarla. Para empezar era guapa, tan guapa que no le habían otorgado un cerebro así que simplemente no, de ninguna manera.

Fue precisamente eso lo que lo llevó a sentarse a las afueras de Beacon Hills, a unos cuantos metros del colegio de niños con un cigarro entre sus dedos. Adentro olía a colonia, a mora azul, a baños limpios. Era horroroso el solo hecho de pensar en estar metido con todos ellos, eran asquerosos... eran los compañeros de clases de su supuesta ''novia''.

Misma novia que estaba saliendo por la gran puerta de metal junto a sus amigas, todas vestidas con minifalda y la cara tan maquillada que en lugar de verse guapas parecían parientes de ESO o de Krusty. Le dieron arcadas con solo verlas y peor aún con el hecho de pensar que su madre esperaba que realmente se casara con ella, ni siquiera la consideraría para follarsela.

Puede que sonara infantil o una rabieta que se pasaría con los años pero daba la casualidad que ya tenía 22 y seguía pensando igual que cuando le dijeron que un día serían felices como en los cuentos de hadas. Él tenía su propio cuento donde tal vez no era Felipe, Éric o el príncipe Encantador pero sinceramente, la persona en la que tenía los ojos tampoco era una princesa. Dejó caer el cigarro y lo piso mientras soltaba el humo por la boca en medio de una media sonrisa.

-Derek.

-¡Derek!

Dos personas dijeron su nombre al mismo tiempo pero solo una hizo que su corazón se saltara un latido y luego empezara a correr como caballo desbocado. Derek no necesitaba que nadie le dijera con quien se iba a casar, él ya tenía presente quien sería esa persona.

-Stiles –El adolescente pasó al lado de su supuesta novia sin siquiera saber quién era ella. El grupo de amigos de su pequeña persona jamás se juntaría con ellos, ni siquiera la grandiosa Lydia Martin o el idiota de Jackson Whittemore, todos eran demasiado perfectos para siquiera pensar en pararse al lado de esos nuevos ricos.

-¿Qué haces aquí? –El adolescente miró a los lados con las mejillas un poquito sonrojadas y el aroma de alguien feliz inundándolo completamente.

-Vine por ti –Enganchó sus dedos en las bolsas del saco del uniforme y lo atrajo hacia él –Tenía pensado ir a comer y luego al cine.

-¿Al cine? –Los ojos castaños brillaron muy cerca de los suyos, tan cerca que casi se perdió en ellos y terminaba haciendo bizcos.

-Al cine –Respondió besando su barbilla antes de besar sus labios. Ese par de bonitas líneas eran la cereza del pastel.

-¡Derek! –La chica rubia se acercó a él con sus tacones hundiéndose en las piedras y sinceramente ¿Quién usaba tacones en un camino de piedras? -¿Se puede saber qué haces con Stilinski?

Y Oh Dios, esa chica jamás debió haber hablado, mucho menos decir 'Stilinski' como un insulto, nadie insultaba a su novio, mucho menos una cría pija que acababa de mudarse a Beacon Hills solo por estar cerca de él.

-Stilinski –Empezó Derek rodeando la cintura de su novio adolescente con uno de sus brazos para evitar que se alejara, de ninguna manera iba a dejar que estuviera más lejos de cinco centímetros –Es mi novio.

My heart made up on youWhere stories live. Discover now