Vidas Cruzadas

Melanie

Toda mi vida, realmente TODA la tuve que compartir con Dan, el hijo de Marie, la mejor amiga de mi mamá, Sandy. 

Mi madre y Marie nos criaron como hermanos. Íbamos juntos a la escuela, juntos a cursos de ingles y compartíamos cumpleaños, eventos sociales de nuestras madres y hasta navidades. Al principio nos queríamos y hasta decíamos que éramos hijos del mismo padre pero diferente madre.

Sin embargo, nuestra relación cambio drásticamente en mi fiesta de cumpleaños numero 5. 

En el momento en el que estaban todos cantando el cumpleaños feliz y yo estaba lista para soplar las velitas luego de mis tres deseos, Dan apago las velas por mí y luego enterró mi cabeza en aquel pastel de mariposa. Mi cara quedo llena de crema rosa y todos mis amigos se rieron apuntándome con sus dedos diciendome pastel podrido ( y no solo fue ese día sino durante todo el año de jardín). Dan ese dia se había convertido en el héroe de la fiesta y yo la burla en mi propio cumpleaños. Me sentia traicionada, realmente herida. Y, aunque Marie obligo a Dan a pedirme disculpas en frente a todos nuestra relacion nunca volvio a ser la misma.

Desde aquel año no solo mi antipatía por Dan creció, sino que además comencé con una serie de actos vengativos contra él, como por ejemplo, en su vaso de leche chocolatada le echaba tierra y a veces azúcar a su almuerzo. 

Pero mis malos comportamientos no hicieron más que aumentar los suyos entonces nuestro día a día fue una guerra de nunca acabar. 

Y aún hoy, yo con mis 18 años y el con sus 19 la pelea sigue intacta.