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Sin decir nada, Louis se paró, camino hasta la puerta, la cerró y dejo a Harry solo nuevamente.

Apenas llegó a medio pasillo cuando se dejo caer en el piso y se hizo ovillo para después comenzar a llorar. Le dolía, el dolía el ver el calendario todos los días y saber que desde siete meses atrás nada había cambiado, le dolía recordar cuan felices habían sido el y Harry... Pero lo que más le dolía era recordar a su esposo con una hermoso bulto en su vientre.

Rápidamente el silencio sepulcral que yacia en la casa, se vio interumpido por los gritos y quejidos del oji azul.

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Harry ya no podía seguir viviendo así, toda esa situación lo estaba matando poco a poco.

Ni siquiera recordaba la última vez que había salido de la habitación, la última vez que había visto la luz del día, es más, ni siquiera recordaba la última vez que había visto su rostro en el reflejo de algún espejo.

Su pulso se aceleró y las lágrimas bajaron con mayor rápidez y en mayor cantidad al escuchar el llanto de su esposo.

Acerco su mano temblorosa a su cadera. Jugó unos segundos con el borde de su camisa y después de unos minutos, finalmente la levantó. Se estremeció al sentir el contacto de su mano helada contra la cálida piel de su vientre.

Comenzó a acariciar la zona baja donde tenía una enorme cicatriz que atravesaba de lado a lado su torso.

El tocar esa cicatriz fue como si hubiera viajado en el tiempo.

"FLASHBACK"

Mi cuerpo no reaccionaba, pero mis sentidos seguían estando despiertos. Sentía un insoportable dolor en todo mi vientre. No entendía lo que pasaba. Probablemente era mi bebé que estaba inquieto y es que para ser honesto, el estar embarazado no era nada fácil, por el contrario, era algo muu doloroso y agotador.

Por un lado mi mente decía que no había nada de que preocuparme a pesar de que llevaba mucho tiempo sin despertar. Pero por otro lado mi corazón me decía que algo no estaba bien, que no era normal escuchar una sirena ni tantas voces juntas.

Un gritó me hizo reaccionar, aunque no fisicamente hablando. Veía un par de luces pero nada más. Sentí algo sobre mi boca y segundos después, inhale una especie de gas, más liviana y fresco que el aire.
Rápidamente ni mis sentidos respondieron.

Dolor. Fue lo único que pude sentir. Quería llorar y gritarles que se detuvieran, pero no podía.

Sentí algo caliente mojar mi estómago.

Y finalmente un enorme vacío, justo donde dormitaba mi pequeño bebé...

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Small Bump ~Larry Stylinson~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora