-Mirate- Dije con lágrimas en los ojos- Te está destruyendo lentamente-
-El... él me dijo que era un Ángel- su mirada ya no tenia brilló y se perdía en la nada.
-Sarah, no todos los ángeles son buenos y no todos los demonios son malos- Fui corriend...
Hoy me levante malhumorada. Hoy, justo hoy tengo una visita no muy agradable. Hoy me levanté con la bandera de Japón en mi cama. Sin mencionar que llego tarde, de vuelta.
Nos encontrábamos corriendo con Acacia, pasamos por él mismo callejón y paré en seco. El chico de anoche estaba mirándome fijamente. Unos ojos azules inundaron mi mente.
—Vamos! Llegaremos tarde y nos sancionaran — Acacia me agarró él brazo y tiro de el.
Llegamos al portón de nuestro instituto justo antes de que lo cerrarán. Dejamos rápidamente nuestras cosas en los casilleros, para por fin entrar a clases.
Pasaba él tiempo y cada vez mas aburrido se hacía. No le preste atención a los número que explicaba la profesora. Digamos que nunca prestó atención, pero soy de esas chicas que en los exámenes van bien y sin hacer trampa.
Me agarró desesperación, Andrés se hizo presente y los miedos al mancharme se apoderaban de mi mente. Me levanté rápidamente, tenia que pedirle a la profesora permiso para poder salir.
—Profesora, podría ir al baño...— Mis miedos crecían.
—Profesora tengo.... Emmmm el... Tengo que ir urgente—
—Señorita valla a sentarse y deje de interrumpir mi clase— Esta mujer, odio eterno a esta mujer.
Me pasé toda la hora con la inseguridad de mancharme y la profesora que no me ah dejado salir. Al tocar la campana espero que todos salgan y con el miedo me levanto y al ver mi silla... Todos mi temores se hacen realidad, me Manché.
Corrí a mi casillero y gracias a dios no había nadie en los pasillos. Corrí al baño y me puse mi ropa Deportiva. Al salir me encontré con el Director Braun. ¿Mi día puede ser peor?
—Sarah... ¿No deberías estar en tus clases y porqué no estas con tu uniforme?— Entrelazó sus brazos y levantó su ceja izquierda
—Dereck, perdón Director... Las mujeres tenemos algo llamado periodo— Su cejas mostraron asombró— Algo que seguro debe conocer... La profesora McTellor no me dejó ir al baño a su debido tiempo y por culpa de eso me manche... Sin olvidar la mala suerte que tengo hoy.— Le di una sonrisa egoísta.
—Mucha información por hoy enana... Dudo mucho que el profesor te deje entrar a su clase, así que ven ayudarme en mi oficina—
—Mientras no me violes...— Me miro con lo ojos entre cerrados y seguimos caminando.
Al llegar a su oficina me pidió si podía ayudarlo en acomodar su pequeña biblioteca. Yo los acomodaba por tamaño y el por color, al final llegamos al acuerdo que lo acomodaríamos por número. Me reí mucho... El actuaba como mi mejor amigo, sin importar de la edad y sin importar de que el es mi director. Siempre fue así, una vez llegó a gustarme, pero al ver que mi "amor" no era correspondido, acepté ser solo una amiga.
Pasaron unos 20min y se escuchó que tocaban la gran puerta de la oficina. El pánico apareció en nuestros rostros, no estaría bien visto que una alumna y el director se encuentren solos en una oficina.
—Quien toca?— Pregunto Dereck, su cara estaba ligeramente pálida.
—L-Lo siento Director.... Soy Alanis, vengó... Para hablar con usted— Mis ganas de soltar una carcajada llego al máximo.
Dereck me señalo que me esconda detrás del escritorio a lo que acepté. Pasaron 5min y Alanos entró casi trotando. Estoy empezando a pensar que esta mujer necesita tener relaciones y no creo que en un instituto lo encuentre.
—Oh Braun, que gusto verle de nuevo—
—Nos vimos hace una hora Alanis— Yo trataba de contener las ganas de reír— Ahora ¿A que has venido? Estaba haciendo algo importante...—
—Si... Sobre lo que hablamos ayer... ¿A pensado lo que le propuse? ¿Que dice pasaría una noche conmigo?— Mi risa estalló y rápidamente tapé mi boca— ¿Alguien mas está aquí?-
—Emm... Sí esta Elisa, la mujer de limpieza...— Su voz sonaba Nerviosa— Bueno Alanis un gusto haber cruzado palabras con usted, pero... Vuelva mas tarde o mejor no vuelva nunca....-
Sin mas Dereck la saco de la oficina y cuando comprobé que solo estábamos nosotros dos mi risa se escuchó por toda la habitación.
—U-Una no...Noche Contigo— Al parecer mi risa lo contagió y empezó a carcajear conmigo— Ya... Paro, bueno Braun... Me voy a mi siguiente clase bye bye.
{***}
Ya habíamos terminado el día, estábamos volviendo al departamento cuando me acordé del aquel chico del callejón. Ya era tarde, pero las ganas de saber quien o que era aquello me intriga. Le dije a Acacia que la vería mas tarde y que siguiera sin mí, cosa que acepto dudosamente.
Al llegar aquel callejón ya la noche había caído, me adentré a el. Unos pasos se escucharon a continuación de unas risas roncas, el miedo y la desesperación se desprendía de mi cuerpo. Quien me mandó a meterme a un callejón a estas horas. Cuando los pasos y las risas saciaron un gran alivió se apoderó de mi cuerpo. Hasta que sentí como me agarraban y me estampaban contra la pared de ladrillo que se encontraba allí.
—Pero que tenemos aquí — Un hombre canoso y borracho se encontraba enfrente mio— Una linda niña con un cuerpo espectacular, que te parece si llamo a un amigo y jugamos un ratito putilla—
El miedo corría por mis venas y mis lágrimas estaban por aparecer en mi rostro...
